En él se marcan las pautas para la expansión y mejora urbanística de este núcleo residencial, actuaciones que tienen por objeto aprovechar el potencial turístico y deportivo del complejo y explotar estratégicamente la estación como elemento de diversificación económica.
Como de lo que se trata es de crear unas condiciones en el Brañillín que resulten atractivas para el potencial cliente durante todo el año, el plan especial recoge las necesidades que se detectan en cada ámbito (equipamientos o infraestructuras generales) y propone soluciones.
Uno de los problemas que se plantean en la actualidad es que los alojamientos existentes en la zona de influencia de la estación Valgrande-Pajares no llegan a cubrir la demanda. Según se precisa en el documento, si la capacidad total de la instalación es de 4.500 personas, sólo hay 1.700 plazas de alojamiento utilizables.
Para dar respuesta en el futuro, ante la previsión de una mayor afluencia, el plan contempla dos nuevas áreas de edificación que en total sumarían unos 10.000 metros cuadrados de terreno y que contribuyen a cerrar el anillo que conforman los doce bloques residenciales existentes.
La primera de las parcelas tiene una superficie bruta de 6.000 metros cuadrados y está ubicada entre el albergue Toribión de Llanos y el inmueble del Sellón. La propuesta es que en la misma se ordenen dos edificios de características similares a los colindantes, que estarían destinados a usos residenciales y hoteleros. Mientras, la segunda de las parcelas, de unos 4.000 metros cuadrados brutos, se recomienda que se utilice para equipamiento terciario, ya que debido a que la mayoría de los edificios residenciales son de uso privado, la oferta de bajos para instalaciones comerciales o para actividades complementarias es casi inexistente.
Adecuación de viales
La ampliación de la oferta de alojamientos no requerirá actuaciones sobre los viales más allá de una adecuación de las cunetas. Sin embargo, el Plan Especial del Brañillín sí advierte del déficit que se plantea en cuanto a plazas de aparcamiento por la nueva estructuración. Así, en el documento se considera que la zona de estacionamiento se tendría que ampliar hasta dar cabida a 800 vehículos, cuando en la actualidad sólo hay capacidad para 600. Ese incremento del 30% se propone que se haga adecuando algunos espacios laterales de los accesos a la estación, así como los laterales de la vía que circunda la zona urbanizada, donde en días de mucha afluencia se aparca a lo largo de las cunetas.
El plan incluye también propuestas encaminadas a dar respuesta a las deficiencias detectadas en los equipamientos deportivos. Las actuaciones necesarias son, por un lado, las dedicadas a la reforma y mantenimiento de las instalaciones existentes y, por otro, configurar de forma más adecuada esos equipamientos.
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