Se destinaron 4,8 millones de dólares a la producción de nieve artificial con la compra de 13 cañones móviles, para lo cual se construyó un embalse con una capacidad de 45 mil metros cúbicos, se instalaron casi siete kilómetros de tuberías y edificaron cerca de 65 cámaras para proveer del agua y electricidad necesarias para esta producción. Además, se adquirió una máquina pisanieve, con el objeto de compactar este elemento para la práctica del esquí.
Esto les permitirá alargar una temporada que este año se iniciará (oficialmente) el 10 de junio, para terminar el 25 de septiembre aproximadamente.
También se destinaron 4,7 millones de dólares al desarrollo inmobiliario, concretamente al levantamiento de la primera etapa de un nuevo barrio en la zona baja de La Parva. Actualmente están en construcción tres nuevos edificios que, en total, suman 25 departamentos de entre 84 y 140 metros cuadrados.
Con la inversión se pretende incrementar las visitas y ventas de tickets en un 35% respecto de 2004, lo que generaría un aumento de 25% en los ingresos totales en comparación con el año pasado.
Con el objeto de privilegiar al público familiar que asiste al centro y evitar accidentes, La Parva también ha decidido prohibir la bajada de los snowboardistas por dos de las cerca de 40 pistas del complejo. Quienes practiquen este deporte no podrán descender ni por Franciscanos ni por el lado derecho de la pista Tórtolas, pero sí por las otras restantes. Sin embargo, en algunos de los lugares autorizados tanto para la práctica de esquí como snowboard se dispondrán barandas y otros implementos para los deportistas más avezados.