La cuenta atrás para la apertura de las siete pistas de esquí aragonesas ha comenzado. Si las condiciones climáticas acompañan, las estaciones de Astún, Candanchú y Formigal abrirán sus puertas el fin de semana del 22 de noviembre. Una semana después lo hará Cerler, y el resto esperará al puente de la Constitución, en diciembre. Así lo manifestaron ayer los representantes del sector blanco en Aragón, que ayer presentaron junto con el consejero de Cultura y Turismo, Javier Callizo, la campaña Nieve de Aragón 2002-2003.
Esta temporada viene marcada por las leves mejoras realizadas en seis de las siete pistas aragonesas, con una inversión que ha rondado los cuatro millones de euros (un millón y medio menos que el pasado año). La oferta aragonesa de este año cuenta con siete pistas de esquí alpino, 267 kilómetros de pistas balizadas para esta práctica (dos kilómetros más que el pasado año), 106 remontes con una capacidad total de 106.684 esquiadores por hora (dos aparatos menos que en el 2001), 826 cañones de nieve artificial y nueve centros para la práctica de esquí de fondo con 175 kilómetros de circuito.
El objetivo fijado por los agentes del sector y por el propio Gobierno de Aragón (a través de Aramón S. A., el ente en el que participa junto con Ibercaja en un 50%) es, según las palabras de Callizo, "mejorar la competitividad tanto cualitativa como cuantitativa y buscar la fidelidad de los clientes". No obstante, mientras que el pasado año las siete pistas aragonesas se distinguían con la Q de calidad, este año tan sólo la mantienen seis, aunque no se desveló cuál la ha perdido.
Los responsables de cada estación expusieron las mejoras en la oferta de sus respectivas instalaciones. Así, Jesús Santacruz, director general de la Estación Invernal del Valle de Astún, informó del Iguila , el nuevo telesilla cuatriplaza de pinza fija recientemente instalado, y de las distintas ampliaciones y mejoras del sistema de innivación artificial. Santacruz también subrayó la inversión realizada en diversos establecimientos hosteleros a pie de pistas.
Por su parte, Ingel Oderiz, presidente de Explotación turística de Candanchú, resaltó los trabajos de adecuación de la pista de Crestas/Carabineros y la ampliación del aparcamiento en 4.000 metros cuadrados para acoger a 200 vehículos.
En Cerler, el dinero se invirtió en reforzar el sistema de innivación artificial, en mejorar algunas pistas, en adquirir nuevo material para alquilar esquís y en reformar un restaurante. Formigal optó por automatizar su red de cañones de nieve artificial y adquirir una máquina pisapistas nueva con cabestrante.
En las dos estaciones turolenses, Javalambre y Valdelinares, el esfuerzo fue mayor. En la primera se mejoraron las pistas mediante la adquisición de nuevos cañones de alta presión y la instalación de paravientos e hidrosiembra. En Valdelinares también se ha incrementado el número de máquinas de innivación artificial (26 de última generación) y se ha adquirido un vehículo pisapistas y material para alquiler.
EN BUSCA DE NUEVOS MERCADOS
El consejero de Cultura y Turismo, Javier Callizo, indicó que al igual que otros años se está desarrollando una campaña por nueve ciudades con la que se pretende profundizar en mercados turísticos potenciales como el madrileño, el valenciano o incluso el portugués, al que Callizo se refirió como un "mercado emergente" con grandes posibilidades.
Callizo quiso subrayar el papel de la oficina de la DGA en Madrid, al asegurar que desde allí se ha hecho un "importante esfuerzo" por promocionar el turismo blanco aragonés. Esta optimismo y confianza lo trasladó al consorcio Aramón, creado para impulsar el sector.
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