Una sentencia del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Rubí dictada el pasado martes obliga a la empresa Sorpe-Bonaigua SA –participada al 100% por Baqueira-Beret– a devolver a su antiguo propietario unas fincas afectadas por el proyecto de ampliación de la estación de esquí hacia el Sobirà. En concreto, se trata de 350 hectáreas ubicadas enel núcleo de Isil (en el municipio d’Alt Àneu) que adquirió la empresa Mauberme (ahora Sorpe-Bonaigua SA) en el año 1998.
En el momento de formalizar la nueva escritura de compra-venta (que afecta a un total de 2.202,57 hectáreas, entre las que se hallan las citadas 350) la empresa abonó una parte del dinero al propietario y ambos acordaron que el resto se pagaría más adelante. Llegado el momento –a finales de 1999– la empresa no pagó y el propietario presentó una demanda a principios del año 2000 pidiendo la resolución del contrato y la devolución de sus fincas. Dos años y medio después, el juzgado de Rubí ha resuelto estimar la demanda i condena a la empresa de devolver las fincas a su anterior propietario.
En concreto, estas 350 hectáreas representan más de la mitad de la superfície del plan especial del área esquiable Peülla-Muntanyó-Rialba, la primera fase de la ampliación de las pistas aranesas hacia la comarca del Sobirà.
En concreto, y según la memoria del artículo 79 del Decret Legislatiu 1/1990 de 12 de julio del plan especial del área esquiable de Peülla-Muntanyó-Rialba, éste afecta a un total de 678 hectáreas distribuidas entre terreno privado y público; el citado terreno privado –que en la memoria figura como propiedad de Sorpe-Bonaigua, SA– se corresponde con la parcela 1212, de 350 hectáreas, que es la que ahora, según sentencia del Juzgado de Primera Instancia de Rubí, deberá ser devuelta a su ex propietario. El resto de las hectáreas afectadas por el plan especial –328– pertenecen al Ayuntamiento d’Alt Àneu.
De momento, esta sentencia complica la ampliación de la estación de esquí hacia el Sobirà por su afectación a la primera fase de este proyecto; además, el resto de las 2.202,57 hectáreas que deberán ser devueltas a su anterior propietario afectan al núcleo de Sorpe, otro de los puntos contemplados por el proyecto total de ampliación de la estación de esquí aranesa, por los que se podrían ver afectadas en futuros planes especiales de la empresa dentro de su proyecto de expansión hacia el Sobirà.
Según explicó el abogado de la empresa, Sorpe-Bonaigua SA presentará un recurso a la sentencia en la Audiencia Provincial de Barcelona e insistirá “si hace falta hasta llegar al Tribunal Supremo”. Para el abogado de la parte demandada, “la empresa no estaba obligada a pagar porque las hectáreas que compró porque existe un problema de titularidad en estas fincas”; así, explicó que la parte demandante consta como propietaria de las fincas en el cadastro pero no en el registro de la propiedad, con lo que “antes de efectuar el pago es necesario conocer exactamente la titularidad de estas parcelas”.
[b]Condiciones del contrato[/b]
Por su parte, los abogados de la parte demandante –Joaquim Massanella y Carmen Quevedo, del bufete Garrigues de Barcelona– afirmaron ayer que efectivamente según el cadastro las fincas eren mayores en extensión que las que figuraban como tales en el registro de la propiedad y que en el contrato de compra-venta la empresa se reservaba la facultad de resolver el contrato si finalmente la extensión de las fincas no era la que figuraba en el cadastro. Sin embargo, “el mismo día de la firma del contrato, la empresa envió una carta al propietario asegurando que no resolvería si tenía una superficie suficiente para destinarla a área esquiable”. Finalmente, la empresa no pagó pero incluyó la zona dentro del pla especial del área esquiable Peülla-Muntanyó-Rialba, que fue aprovado por la Comissió Territorial d’Urbanisme de Lleida el 15 de mayo de este año.
[b]17 pistas nuevas[/b]
La estación proyectada en Alt Àneu contempla hasta 17 pistas alpinas, que se sirven de 10 remontadores. La capacidad será para casi 5.000 esquiadores, según el proyecto.
Los primeros trabajos consistirán en instalar tres nuevos remontes –dos son nuevos y el tercero es el actual de la Bonaigua que será desplazado de su ubicación actual y modernizado– que darán acceso a dos pistas de esquí alpino, que en total tendrán capacidad para unos 2.000 esquiadores.