Por fin acabó la larga espera de la travesía del desierto, la Gran Nevada ha llegado para cubrir muchas estaciones con un pastel digno de una celebración nupcial.
Desde la semana pasada todos los esquiadores empezábamos a estar ansiosos con la Gran Nevada anunciada, y a medida que pasaban los días, a nivel personal, los nervios cada vez eran más grandes, parecía que en el Pirineo entraría de Levante y mi estación Port del Comte sería una de las más beneficiadas.
La cota era algo que nos hacía temer un poco, era algo justa, así que a partir de este mismo martes, estaba enganchado a las webcams, radares y estaciones meteorológicas para ver por dónde andaría.
En estas épocas, las cotas medias y altas se suelen cargar con las grandes nevadas, pero las zonas bajas de las estaciones son otro cantar, algunas veces, la nieve se transforma en agua en las bases, así que ya os podéis imaginar los nervios de toda la gente de montaña y de nosotros también, los esquiadores.
Pues bien, el martes empezaba la nevada y para más inri, entraba de sur, si la cota aguantaba Port del Comte se llevaría el Premio Gordo. Un servidor estaba enganchado toda la tarde y la noche a las webcams, parecía que todo era nieve y lo mejor de todo... NO PARABA!!!
Una hora detrás de otra viendo como caían esos preciados copos, ese oro blanco que tanta vida nos da, el grueso cada vez era mayor y, por ende, los nervios también.
El miércoles seguían dando nevadas, algo más suaves, pero nevadas, así que el día bueno parecía que sería este mismo jueves 25 de noviembre.
Pero claro, Port del Comte todavía no está abierto, así que tocaba cargar los esquís con pieles de foca para subir a pata, pero había la pequeña posibilidad que estando allí y, aprovechando el trabajo de pisado de pistas, nos pudiéramos subir en alguna ratrac y que nos llevaran a las cotas altas, así que también cogía mis flamantes Dynastar M-Pro 99 para poder disfrutar de esquís con más aplomo.
Noche de miércoles a jueves, como pasa siempre los días de gran nevada o el primer día de la temporada cuesta dormir, es casi imposible pegar ojo, además esta vez se juntaban las dos cosas, así que ya os podéis imaginar la noche que pasé...
Por la mañana, Fernando de los SkiPowderLovers se presentaba en casa para irnos para Port, él también estaba nervioso, vaya dos!!
La llegada a la estación es por todo lo alto, la montaña se ha vestido con sus mejores galas y nos recibe de punto en blanco.
La estación todavía está cerrada, habíamos traído las pieles pero hablando con la gente de allí, nos dicen que como están pisando pistas, nos pueden subir, que vayamos para la zona del Sucre y en un rato nos pasarían a buscar.
¿Qué más se puede pedir?
Pues, hacia allí que nos vamos con una sonrisa que no nos cabe en la cara, jajaja.
Llegamos y como todavía nos tendremos que esperar un rato, Fernando aprovecha para sacar el dron y hacer algunos vídeos, luego nos ponemos las botas, cogemos esquís y a esperar el taxi.
Mientras estamos de postureo esperando, los trabajadores están preparando todo sin descanso para la próxima apertura de la estación. Hasta que al cabo de un rato llega el Gran Taxi.
Aunque hace ya un par de años tuve la suerte de poder montarme en una y hacer cat-ski, la emoción de subirte a un trasto de estos para que te lleven a lo alto de la estación es indescriptible. Poder estar allí sin nadie más no tiene precio. La montaña sólo para nosotros.
El paisaje es increíble, nos dicen que estamos en los frondosos bosques canadienses y nos lo creemos.
Llegamos arriba de la Bòfia, bajamos de la máquina y Fernando vuelve a sacar el dron para tener unos vídeos e imágenes que nos van a quitar el hipo.
Realmente lo que se ve desde el aire es simplemente maravilloso, pero quizás sea el momento de hacer una bajada, no?
Es un día en el que sólo haremos dos descensos, así que los vamos a disfrutar sin pensar en tomar fotos, sólo algo tomado de las cámaras de acción y una pequeña grabación en teléfono.
Llegamos abajo, un ratito de espera y viene a buscarnos la moto para subirnos a la parte alta del Querol.
Primero sube Fernando, así va sacando otra vez el dron, y luego, Artemi me viene a buscar a mi.
Sé que soy muy pesado, pero al estar en estos bosques tan nevados te invade una sensación muy difícil de describir.
Llegamos arriba y seguimos en el paraíso.
Es impresionante cómo se ve la línea de la cota de nieve, un pastel blanco en comparación con el verde de los bosques y valles.
Estamos un buen rato allí admirando tanta belleza hasta que nos miramos y pensamos que es hora de disfrutar esa maravillosa bajada que nos espera.
Nos ponemos los esquís y... Para abajo!!
Disfrute máximo de ese último descenso, saboreando cada giro como si fuera el último, hasta llegar abajo y tener la sensación de ser unos privilegiados, de tener la suerte de poder disfrutar del deporte que más nos gusta y de tener la suerte que en pocos días volveremos a la carga.
Esto ya está aquí, la travesía del desierto ya ha llegado a su fin. Tenemos a las puertas una temporada llena de ilusión, de esperanza y de alegría, así que espero que tengáis todo preparado porque las estaciones dan el pistoletazo de salida!!!
Muchas gracias a todo Port del Comte porque a parte de ser una de las estaciones más bellas del país, tiene una gente al mando y trabajando como muy pocas!!!
A continuación os enlazo el vídeo creado por Fernando de los Skipowderlovers con las imágnes de dron. No os lo perdáis porque es simplemente alucinante!!
Disfrutar mucho y, como siempre os digo...