Descubriendo Saint-Lary

Saint-Lary Soulan es una estación que conocíamos muy bien en verano, situada a las puertas del Parque Nacional de los Pirineos, a pocos minutos de la boca norte del túnel de Bielsa y rodeada por un paisaje de alta montaña espectacular, con una zona lacustre de primer nivel y varios tresmiles muy, pero que muy cerca. En Saint-Lary podemos visitar la oficina de turismo, con información muy interesante sobre la estación de esquí, la población, el balnerario Sensoria y un sinfín de actividades para poder realizar por la zona durante todo el año.

La oficina de turismo en el corazón de Saint-Lary

Copyright: Víctor Riverola i Morera, para Matterfilm

También encontramos una oficina de información del Parque Nacional, que ejerce a la vez de pequeño museo, ofreciendo toda la información necesaria para disfrutar de uno de los Parques Nacionales más espectaculares de Francia. Un día hablaremos del parque en profundidad, queda pendiente...

Pero antes de entrar en materia, permítanme que comparta con todos ustedes, queridos lectores, una pequeña anécdota familiar que forma de mi evolución personal como viajero, montañero y como esquiador. De algún modo, es un recuerdo muy especial que viví con mis padres durante el verano de 1993, un recuerdo que ha permanecido imborrable en mi memoria durante años. En casa la familia es lo primero, siempre lo hemos tenido muy claro.

Mi madre y un servidor siempre hemos sido grandes aficionados al ciclismo,  por tal motivo, al planificar un viaje en familia por el Pirineo francés a lo largo del verano de 1993, decidimos convencer a mi padre para recalar en Saint-Lary,  siendo espectadores privilegiados del final de la etapa número 16 del Tour de Francia que se disputó el 21 de julio entre Andorra y el Pla d´Adet.

No se pueden imaginar la ilusión que nos hizo ver pasar a todo piñón a Toni Rominger y Miguel Indurain, mientras a nuestro lado un cocinero muy famoso también hacía gala de su pasión por el ciclismo. Poder disfrutar del Tour con Karlos Arguiñano a pocos metros fue toda una experiencia para un chavalín de 17 años que viajaba al corazón del Pirineo francés con sus padres.

Pasamos un par de días en Saint-Lary, disfrutando de excursiones por los lagos de Oredon, Cap de Long, Aumar y Haubert (Hourquette incluida) y el día de la etapa número 16 del Tour, fuimos de los que pintamos aupa Indurain en el asfalto, subiendo a pie por la carretera del Col de Portet y el Pla d´Adet.

Mi padre falleció en 2013, siendo un gran aficionado a los deportes de montaña, es más, siendo la persona (junto a mi madre y mi padrino) que lograron que me apasionara por la montaña y el cine a partes iguales. En 2006 pasamos por Saint-Lary rumbo al Turmalet y Gavarnie, cuando subimos con Kat hasta la Pique Longue del Vignemale por primera vez (desde Baysellance) y hace casi un año, en abril de 2023, regresé a Saint-Lary, pero con muy poco tiempo para poder disfrutar de nuevo de la magia y la hospitalidad de una de las poblaciones con más solera del Pirineo francés.

Y llegamos al presente...

Ahora por fin, este año he podido regresar en invierno para disfrutar de sus pistas, de una nieve maravillosa recién caída y de un día inmejorable a nivel de temperatura y sol. Saint-Lary era una de las pocas estaciones que me faltaba por descubrir en el Pirineo, y no me cabe la menor duda que nos van a volver a ver en breve, pues mi relación personal con Saint-Lary se ha convertido en algo que va mucho más allá de una anécdota familiar.

El queso, uno de los manjares más exquisitos y excelsos que el ser humano haya podido crear.

Hace tan solo unos días he descubierto una estación maravillosa, llena de ambiente, de vida, con una gastronomía excelente (y unos quesos brutales, como los de la foto anterior), tiendas preciosas y muchas actividades para poder realizar en familia, solos o con amigos, más allá del esquí. A nivel de pistas, sus 100km nos proporcionan un abanico enorme de posibilidades, contando con un excelente pisado y unos grosores espectaculares, que nos han sorprendido gratamente. Es una estación con muchas zonas para disfrutar, pues casi no tiene árboles y hay fuera pistas inmensos. 
 
Guía práctica para moverse por la estación
 
La mejor forma de subir hasta las pistas desde Saint-Lary (870m) es a través del telecabina o del teleférico (todo un clásico inaugurado en 1957), llegando hasta el Pla d´Adet, La Cabane. El coche es mejor dejarlo en Saint-Lary bien aparcado, así liberamos la carretera de subida (la del Tour de Francia) de vehículos. 

Llegamos muy temprano, pero ya había gente en el telecabina. Con la nevada que acababa de caer, el efecto llamada no se hizo esperar, y al coincidir con los últimos días de las vacaciones escolares en Francia, el ambiente era de los que crean afición.

Una vez llegamos a los 1.600m del Pla d´Adet, La Cabane, nos lanzamos a descubrir la estación, con la intención de llegar hasta lo más alto y también hasta el bucólico lago de l´Oule, de gran belleza natural. Para empezar, decidimos dejar el área del Soum de Matte y el Pla d´Adet para la tarde, buscando la conexión con el sector de Espiaube y Vallón.

Desde la llegada del telecabina saldremos a mano derecha para conectar con el telesilla Soum de Matte o a mano izquierda para subir con el telesilla Bouleaux hasta 2.213m. Para llegar hasta la salida del nuevo telecabina de Espiaube, bajamos por la roja Violette girando a mano izquierda por la pista azul Corniche 1 hasta conectar con la roja Sorbiers. Bajamos junto al nuevo telesilla de seis plazas Foret, inaugurado esta temporada.

Subiendo con el telesilla Bouleaux, a la derecha podemos ver la llegada del nuevo telesilla Foret

Copyright: Víctor Riverola i Morera, para Matterfilm

El panorama es realmente espectacular. La visibilidad es perfecta, casi no hay viento y el frío se aguanta muy bien. Poco a poco van llegando más y más esquiadores, pero uno de los puntos fuertes de Saint-Lary es la capacidad de absorción de esquiadores gracias a los nuevos remontes y a la amplitud de la estación, que facilita la repartición del personal por zonas muy ámplias, cubiertas mayoritariamente por telesillas de seis plazas y teleskís realmente rápidos.

Tras pasar por un bosquecillo precioso, llegamos hasta la salida del nuevo telecabina Espiaube (una maravilla made in Bartholet), donde nos montamos para subir hasta Tourette (2.321m). Es importante mencionar que desde el año 2022, en Saint-Lary se han inaugurado el telecabina de Espiaube, el telesilla desembragable de Tourette y esta temporada, se ha inaugurado el telesilla Foret, con una inversión que ronda los 25 millones de euros...

Desde Tourette nos lanzamos por la azul Combe Saboures, dejando a nuestra izquierda el nuevo telesilla Tourette, que podeis ver en la siguiente imagen. Como se puede comprobar, el día seguía espectacular, con un cielo azul de película y una nieve polvo de escándalo. 

Llegamos hasta el restaurante Merlans, donde desayunamos con vistas al Pic de Neouvielle. Acto seguido, tocaba descubrir el lago de l´Oule, y para ello subimos con el telesquí Corneblanche hasta los 2.450m, desde donde se obtiene una preciosa vista del Pic Long y el Neuvielle, junto con un cordal de dosmiles y  tresmiles impresionante. Queda pendiente subir hasta los 2.515m con el teleskí Glacier. En breve volveremos y subiremos.

La visión panorámica desde la llegada del teleskí Corneblanche bien se merece una pequeña parada para disfrutar de un entorno natural de gran belleza. Estamos a las puertas del Parque Nacional de los Pirineos, rodeados de cumbres espectaculares. La roja Bastan es muy disfrutona, conectando con una pequeña parte de la roja Corneblanque, que nos ayudará a llegar hasta la salida de la pista roja L´Oule, que baja directamente hasta el lago del mismo nombre.

También podemos bajar por la negra Balcon de l´Oule, conectando con la parte final de la roja l´Oule. La bajada hasta el lago a través de la roja l´Oule implica tener un buen nivel de esquí. Es una pista complicada en su parte final, pues no deja de ser un camino estrecho que baja en zig-zags hasta el refugio-restaurante del lago. En su tramo final tendremos que ir con cuidado si encontramos esquiadores y peatones que han bajado en telesilla.

Recomendamos disfrutar de una buena pausa panorámica en el lago, dejando los esquís junto al refugio para cruzar la presa, descubriendo de la belleza que nos rodea. Nos encontramos en una de las zonas lacustres más impresionantes de todo el Pirineo, con los lagos de l´Oule, Aubert, Aumar, Cap-de-Long, Orédon y Les Laquettes como principales protagonistas. A través de las carreteras D929 y D177 podemos llegar en coche en verano, desviándonos a la izquierda bajando del túnel de Bielsa un poco antes de llegar a Saint-Lary. 

Junto al lago, al que se puede acceder durante todo el año a través del telesilla Lac, encontramos el refugio de l´Oule, donde sirven comidas muy sabrosas al mediodía, destacando sus carnes a la brasa y sus brochetas...En el refugio si quisiéramos, podemos pernoctar, siendo una experiencia muy interesante pues nos encontramos en medio del bosque, junto a un lago enorme, rodeados de naturaleza y cumbres de más de tresmil metros.

Cuando la estación cierra, el silencio es total. Tan solo el murmullo del agua y algún pajarillo no acompañará, ayudándonos a desconectar al 100% del estrés, el ruido y la contaminación de nuestro día a día. 

Para regresar a la realidad, subiremos en el telesilla de dos plazas Lac, un ingenio mecánico que nos ayudará a realizar un viaje en el tiempo, descubriéndonos un precioso bosque con un riachuelo de cuento, cuyas aguas nos acompañan durante todo el trayecto, normalmente hasta el final del invierno.

Con las últimas nevadas y el frio intenso, es probable que el riachuelo se haya congelado, como pasaba con la mitad del lago de l´Oule durante la elaboración de este reportaje. El telesilla biplaza llega hasta el restaurante Merlans, situado en un gran plateau con una nieve polvo magnífica a unos 2.000m de altitud. Si os gustan las pistas potentes, recomiendo subir con el telesquí Isards y bajar por las negras Oussadet y Lagopede, muy disfrutonas.

Teníamos ganas de seguir descubriendo la estación y subimos con el telesilla Saboures hasta el Col du Portet (2.215m), accesible en verano caminando o en BTT (en 1993 se podía subir en coche, ahora ya no). En este punto se nos presentan dos posibilidades, bajar hasta la salida del telesquí Glacier o hasta la salida del telesquí Arrouyes, desde donde se nos abre un abanico de pistas espectacular. Nos ha quedado pendiente subir hasta la cota 2.515m el techo de la estación, y bajar por la roja Pichaleye y la azul marmottes. En breve os lo contaremos...

Nos encontramos en la zona más alpina de Saint-Lary, con unas vistas preciosas y una nieve espectacular. La zona es tan bonita que subimos y bajamos varias veces desde Tourette hasta Espiaube y hasta el restaurante Merlans, hacia un lado y hacia el otro, sin parar. 

En el nuevo TSD6 de Tourette

Copyright: Víctor Riverola i Morera, para Matterfilm

A la hora de comer, subimos de nuevo hasta Tourette y bajamos por el sector Espiaube hasta el restaurante Les 3 Guides, donde degustamos un excelente entrecotte al punto tirando a poco hecho espectacular, con un rösti al estilo suizo perfecto, con su patata, cebolla y queso en maravilloso equilibrio y unas patatas fritas fantásticas, con su particular sabor a mantequilla que tanto nos apasiona. El restaurante se inauguró en 1975 y según nos explicó el personal de la estación, antaño fue un refugio de pastores. 

Ragamos la comida con dos buenas cervezas tamaño familiar, como mandan los cánones. Como pudimos comprobar, todos los restaurantes de altitud en Saint-Lary suelen estar bastante llenos a la hora punta, entre las 12:30 y las 13:30. Por tal motivo, recomendamos comer a las 12:00 en punto o a las 14:00, aunque a esa hora puede que no quede algún plato. Nos encantó el trato dispensado por el personal de Les 3 Guides, así como la magnífica sesión de Deep House que se marcó el deejay en directo, con homenaje a Bob Sinclar incluido. Adorable por cierto. Un día hablaremos de la música y los deejays en las estaciones de esquí, que uno tiene su pasado... 

Junto al restaurante Les 3 Guides parte el TSD4 Soumaye, que llega hasta la cota 2.370m. Como era el primer día, decidimos dejar para otra ocasión el telesilla Aulon, y bajamos por la azul Col, conectando en el Col du Portet con las azules Balcon Mouscades 1 y 2.  La zona de Soumaye es preciosa, y no suele estar bastante tranquila a nivel de esquiadores. Al quedar un poco apartada del bullicio de la estación, es una zona ideal para esquiar tranquilos, a nuestro rollo.

Desde La Soumaye, tal y como hemos comentado, bajamos hacia el Col du Portet y a través de la azul Balcon Mouscades 2, cruzamos un pequeño tunel. Por encima del túnel cruza la roja Mirabelle 1, dedicada a la hija del fundador de la estación.

Una vez volvemos a ver la luz al salir al exterior, bajamos por la azul Balcon Mouscades 3 y empalmamos con la Mirabelle 2, llegando justo hasta la salida del nuevo telesilla de seis plazas Foret, que nos dejará a los pies del Soum de Matte. El nuevo TSD6 es una gozada, muchísimo más ràpido y práctico que el antiguo telesilla Lita. El nuevo Foret se ha convertido en la conexión perfecta entre el dominio esquiable de Pla d´Adet y el de Espiaube, acortando esperas y colas y facilitando la interconexión entre ambas zonas, a la vez que distribuye mucho mejor el flujo de esquiadores. 

Tocaba descubrir el sector del Pla d´Adet, con pistas preciosas como la François Vignole, una roja muy panorámica inaugurada hace dos años. Nos encontramos en un sector totalmente distinto a Espiaube o Vallon, bajo mi punto de vista, es casi como una estación dentro de otra estación. Tras pasar un buen rato en la zona, bajamos hacia el Pla d´Adet por la azul Soum de Matte. 

El descenso hacia el Pla d´Adet es una gozada. El día va cayendo, el sol se esconde poco a poco y durante todo el día, la nieve se ha mantenido en perfectas condiciones. Estamos cansados pero muy satisfechos. Llevamos esquiando casi sin parar desde las nueve de la mañana. Son casi, las cinco y tenemos que bajar al balneario Sensoria. Pero todavía podemos apurar un poco más...En el Pla d´Adet (1.700m), encontramos la principal área para debutantes de Saint-Lary,  ideal para familias y para quienes se inician en el bello arte del esquí. 

Es la zona perfecta para ir ganando nivel progresivamente sin salir de un entorno controlado, donde encontramos varios teleskís y cintas ideales para los más pequeños. El Pla d´Adet es accesible en vehículo, igual que la base de Espiaube. 

Para regresar a la estación superior del telecabina Village, decidimos ganar unos metros subiendo en el teleskí Ludette, para bajar directos a la estación de llegada del telecabina Village, con el que regresaremos a la base de Saint-Lary, donde nos espera el balneario urbano Sensoria, y las degustaciones de productos locales en la calle principal. Tenemos ganas de merendar un buen surtido de quesos y embutidos regionales. 

El magnífico apres-ski de Saint-Lary
 
Una vez regresamos al pueblo, nos quitamos las botas, guardamos los esquís y nos disponemos a dejarnos llevar por las aguas termales y los tratamientos de relajación y belleza que nos ofrece Sensoria. Francia es uno de los grandes pioneros del apres-ski, junto con Noruega, Suiza y Austria. Sensoria es un balneario urbano precioso que se divide en dos espacios: los baños y las terapias.

En el interior de Sensoria Rio encontramos todo un universo acuático, en un entorno que invita a dejarse llevar. La calma y la paz que aporta Sensoria nos ayuda a desconectar, preparándonos para lo que vendrá después. 

Servidor de ustedes se dio un baño en las piscinas de Sensoria y una vez seco, no tuve más remedio que dejarme seducir por un buen masaje en pies y piernas, con sales y aceites esenciales, una de las grandes especialidades de la casa. Para ello han creado un espacio realmente íntimo, elegante pero sin recargar y lleno de calma. 

Las camillas calefaccionadas y la música ambiental, con sonidos de bosque, agua y trinar de pájaros, te transportan a un universo de paz que se agradece tras una dura jornada de esquí. En breve le dedicaremos un reportaje entero a Sensoria,  pues se lo merece. 

En Saint-Lary podemos disfrutar de un animado apres-ski, con una calle principal repleta de pequeñas tiendas, restaurantes y pubs con una gran oferta gastronómica y de ocio nocturno. La calle principal ofrece degustaciones diarias de productos locales, destacando la pastelería, los embutidos y los quesos. Durante varios días, en Sant Lary hemos desayunado unas magdalenas, varios pasteles locales y unos croissants realmente exquisitos, y unas Croque-monsieur divinas.

Seguiremos informando. Y recordad, ¡en Semana Santa están abiertos! con precios especiales a partir del 16 de marzo. Nos vemos.