Localización del Ketmen Ridge, casi 400km al este de Almaty
Tras una primera mitad de viaje explorando la zona de Almaty y una buena sesión de powder y yurtas en el valle de Turgen, emprendemos camino al este, donde tras un largo viaje de carretera nos alojamos en una guesthouse en la ciudad de Ketpen. En esta segunda mitad del viaje, vamos a adentrarnos en lo que llaman el Ketmen Ridge, ya muy cerca de la frontera china. Comparado con la yurta ganamos algo en comodidad, esta vez pasaremos cinco días en una cabaña de cazadores en mitad de las montañas.
Exterior de la guesthouse: Kazajistán rural (y real)
Indira y familia, nuestros anfitriones durante una noche en Ketpen
Visitas inesperadas de la autoridad kazaja
Indira y su familia nos acogen estupendamente y hasta nos podemos dar una ducha, la primera en 3 días. Gente agradable, todo sonrisas pese a que la comunicación es complicada, un gusto. Organización de maletas, y cuando estamos listos para marchar aparece un tipo vestido de militar en un Lada Niva. Risas, qué hemos hecho y demás. Al parecer, debido a que no es una zona muy transitada, quieren tener un registro de quién entra en el parque nacional por seguridad, por si no volvemos al cabo de 5 días. Firmamos algo en un cuaderno en una lista hecha a mano; mientras tanto nuestro nuevo amigo el sheriff ve una cámara y que le saquemos fotos, que así demuestra que nos ha hecho firmar: maravilloso.
Nuestro nuevo amigo el sheriff
Tras nuestro pacto con el diablo, al 4x4 y camino a la cabaña. Por supuesto el acceso tiene gracia, nosotros iremos como señoritos esquiando hasta allí (unas 2h y media), y nuestro equipaje llegará transportado por caballos. Una vida durísima esta del esquiador de montaña, qué remedio. Nos ponemos los esquís, todo está nevado pero ya vamos viendo que hay algo menos de nieve por la zona. Al parecer en esta región el clima es un poco más seco/desértico, con lo cual precipita bastante menos que en Almaty. Subimos a un collado por un valle, rodeados de enormes bosques y en un entorno idílico con este buen tiempo.
Carga coche, descarga coche, chai: la rutina
Adentrándonos en el parque nacional de Ketmen
La bajada al otro lado del collado confirma que hay menos nieve, pero esta se mantiene polvo por todos lados. Vamos esquiando por algún claro de bosque y fondo de valle hasta que cruzamos otro arroyo para remontar unos metros más. La cabaña aparece de repente, en mitad de la nada. De hecho son dos, la cabaña principal y la cabaña banya/sauna a la que daremos buen uso casi a diario.
Sorpresa
Nuestro nidito para los próximos 5 días
El sitio es tremendo, sensación de aislamiento pero de confort absoluto, especialmente viniendo de la yurta. Una habitación con literas, otra sala grande y una cocina/comedor con sitio para 10-12. La estufa a todo trapo, un pequeño aperitivo preparado y lo mejor de todo, vemos llegar a los caballos con nuestras cosas. Parece algo muy simple pero la situación es curiosa, qué cosas más guapas nos permite vivir de vez en cuando esto del esquí.
Definición de confort!
Llegada del equipaje y provisiones a caballo
Qué maravilla
A partir de este momento, nuestros días se resumen en un perfecto: esquí-cabaña-dormir y vuelta a empezar. La zona está llena de bosques y aprovechamos los claros para esquiar, son bajadas cortas pero hacemos entre 2 y 4 por día. Nos lo tomamos con calma, tampoco venimos en busca de hacer miles de metros de desnivel así que chino-chano, fotos y mucho té.
Oleg a la traza, todo lo que no recibe el sol de continuo se mantiene polvo
La tónica de la semana, sol, bosques y vistas a la estepa
Pese a que no hay mucha nieve, esta es suficiente para esquiar a gusto, salvo en los fondos de valle donde había que ir con “tacto”. Polvo por todos lados aunque no haga frío, aquí ya rondábamos los -5ºC a la mañana y quizás en positivo al solete al mediodía. Combinamos claros de bosque con zonas más abiertas, vistas muy chulas a la estepa, China y el resto de Ketmen.
Aprovechando las caras norte y cualquier claro del bosque
Condiciones de ensueño
Las zonas más abiertas, ideales para soltarse un poco!
Y cada día al acabar, vuelta a la cabaña a nuestras labores: Julius cortando medio bosque, algo de lectura, chai, banya y buena comida preparada por el equipazo de Indira. Nos han cuidado como a reyes, qué gusto de sitio y de anfitriones.
Anfitriones de lujo
Rebautizado como Julio, a Julius se lo empiezan a rifar en los refugios de montaña...
12 manzanas compramos, y ni una nos comimos
Tuvimos la suerte de contar con luna llena y noches despejadas. Aprovechamos algún rato después de cenar para dejar trinchada la laderita justo por encima de la cabaña. Frontal para las fotos, pero otro puñado de veces fue sin él, ninguna necesidad
Y cada mañana vuelta a empezar. Desayuno, chai, focas, solete, Oleg a la traza. A veces hacia el este, a veces hacia el oeste, orbitamos en torno a la cabaña durante todos estos días. Vistas chulas, relax, felicidad.
He dicho ya que qué condiciones?
Hacia el "más allá". La itinerancia de cabaña en cabaña la dejamos para la próxima!
El manto en esta zona tan fría y seca es bastante diferente al que podemos encontrar en regiones “alpinas”. Al precipitar poco (poco espesor), el gradiente de temperatura es muy elevado entre el suelo y el aire (frío), lo que favorece la creación de cubiletes, o depth hoar en inglés: granos de nieve muy grandes, angulosos y con una cohesión entre ellos muy pobre. Habitualmente los encontramos en Europa a principio de temporada tras las primeras nevadas seguidas de períodos fríos, en alguna capa de las que está compuesto el manto nivoso. Aquí es diferente, hay cubiletes desde la superficie hasta el suelo: 60-80cm de cubiletes que te llevas contigo a cada giro.
Nivólogos en la sala: de esto no tenemos en Europa
Resultado: peso atrás y a intentar no hundirse
El esquí en este tipo de mantos cambia un poco, hay que hacer lo que nos han dicho que no hay que hacer: peso bien atrás y para abajo! Nos costó un par de días hacernos a este tipo de nieve. También algún reflejo “europeo” en cuanto a avalanchas hay que cambiarlo: no hay propagación, no hay placas en zonas sin viento, pero las coladas que tú mismo generas pueden ser enormes y llevarse todo lo que hay debajo si hay suficiente pendiente. Y cuando digo todo es casi hasta el suelo, tremendo. En cualquier caso la calidad de esquí no cambia nada, sigue siendo nieve fría y tremendamente seca, un placer a esquiar.
Cubiletes o no, calidad excelente de nieve
Cobertura no hay ninguna, pasamos 5 días desconectados del mundo. Bueno, no del todo ya que tuvimos una visita de nuestro amigo el sheriff, comprobando que hubiéramos llegado bien. Subido en caballo y con su perro, nosotros con esquís, la cabaña al fondo, sácame fotos en ruso, esto es la hostia. Comida lista al llegar a la cabaña, pasta fresca (!) con una maravillosa carne o bien de caballo o bien de cordero, más chai, lectura, cortar troncos. Lo del esquí ya es casi secundario.
El esquí: un medio de transporte
Los días pasan y nuestro periplo llega a su fin. La tarde de antes aparece Konstantin con un amigo suyo vestido de ciclista y ambos nos acompañan de vuelta hasta el 4x4. Última subida y bajada, cámaras guardadas, tan solo esquiar y rematar esto sin hacerse daño! Tras llegar al coche, pasada por la guesthouse para reorganizar todo tras la llegada de los caballos con nuestro equipaje, y de vuelta a Almaty. Dejamos a superzuri en el aeropuerto que vuela directamente a casa esa misma noche, Julius y yo nos quedaremos 24h extra para pasar algo más de tiempo en la ciudad.
Julius, Dando, superzuri, Oleg
Esquí en Kazajistán
Nuestra primera vez con esquís en Asia Central llega a su fin, y digo primera porque los tres hemos vuelto encantados, nos ha gustado y queremos repetir. Quizás explorar la misma zona en primavera y buscar algo más de altitud, quizás pasar a Kirguistán, o incluso ir algo más allá y combinar turismo y montaña en Uzbekistán. Kazajistán es un lugar bonito, su gente es amable y se esquía de maravilla. Volvemos contentos, sin percances y con una bonita historia que contar. A ti lector, gracias por haber llegado hasta aquí. Espero que estas tres entregas del viaje os hayan gustado y que quizás a alguien le pique el gusanillo de ir a conocer sitios nuevos con esquís!
Рақмет Қазақстан