Decía en mi artículo de hace unas semanas el esquí de competición busca la velocidad en un entorno cerrado, mientras el esquí de ocio busca el control en un entorno abierto. Ello exige a las escuelas que quieran ser realistas enseñar una serie de habilidades adaptadas a la seguridad, los deseos, las expectativas y, sobre todo, las posibilidades ciertas, los recursos en genética, tiempo y dinero de los practicantes aficionados.
Ello le dio a Nes la idea de comentarlo en un video, y aquí ofrezco hoy la segunda parte de la discusión que comenzamos la semana pasada.
La semana que viene, intentaré publicar el artículo que completa el primero que escribí, y que describe las características especificas que, yo creo, podría tener la enseñanza en las escuelas de ocio.
¡Buenas huellas!
Carolo, noviembre de 2020