En otros artículos hemos visto como el movimiento de las muñecas nos ayuda a clavar mejor los bastones y a esquair con "economía" de gestos. Algunas personas tienden a mover demasiado los brazos y esto las desequilibra, además de obligarles a recuperarse y hacer un montón de movimientos innecesarios.
En el vídeo vemos a Raquel con ambas manos adelante y los brazos relajados. Los hombros caen levemente por delante de la cadera y son las muñecas, no los brazos, las que llevan a cabo la función de adelantar el bastón en cada viraje.
Esta habilidad - que podemos llamar con la voz inglesa swing, que significa oscilación, balanceo armónico - nos permitirá mantener la parte superior del cuerpo disciplinada y con mejor equlibrio, además de favorecer la anticipación del bastón, al mantener ambas manos adelantadas. Con todo, no nos obsesionemos con llevar los brazos adelante como un robot. Algunas personas tienen su estilo propio y los mueven más o, sencilamente, cuando esquían relajadas no se preocupan tanto de llevar las manos perfectamente adelantadas. De cualquier modo, si tendemos a desequilibrarnos frecuentemente, es muy posible que pulir esta habilidad nos ayude y, el balanceo armónico de las manos junto con la disciplina que da a la parte superior del cuerpo, contribuya a que usemos mejor las extremidades inferiores.
¡Buenas huellas!
Carolo (c) 2015