Tanto cuando trabajaba en Estados Unidos, como cuando lo hacía en Austria, se me conocía bien por emplear profusamente la técnica pedagógica llamada "el método del bastón" (pole treatment, en inglés, o stöcke methode en alemán). Ésta es una técnica que se fundamenta en el conocido principio del reflejo condicionado, y que presenta una enorme efectividad en la mayoría de los casos.
Como todo el mundo sabe, el reflejo condicionado consiste en "programar" el cuerpo para responder a un estímulo determinado; así, si, por ejemplo, a un perro le hacemos sonar una campana cada día antes de comer, con el tiempo, en cuanto oiga la campana su aparato digestivo empezará automáticamente a prepararse para la comida segregando jugos gástricos.
El método del bastón se fundamenta en este principio - como digo - y es bien sencillo: esquiamos detrás del alumno y, cada vez que haga algo mal, LE PEGAMOS UN PALO EN LA CABEZA. De este modo, con la práctica, cuando detecta que está cometiendo un error, inmediatamente lo corrige ante la amenaza de recibir un bastonazo. El palo se puede dar también en el lomo o en las canillas con el mismo efecto positivo.
En fin, este es el truco pedagógico que quería compartir hoy con ustedes (y, por lo visto, por el que tuve que cambiar de escuela tan a menudo)... Que tengan buenas huellas, felices Fiestas y, también
¡FELIZ DÍA DE LOS INOCENTES!
Carolo © 2007