Hasta ahora yo había foqueado siempre con fijaciones de marco, las Marker Baron para ser precisos. Montadas en mis Blueberry Yari de 110 de patín y 186 de longitud no son parte del típico equipo ligero de travesía para tiradas largas.
Siempre pensé que las usaría de manera muy puntual, para pequeñas aproximaciones, siempre desde la estación y poco más. Por eso nunca pensé en la ligereza como un factor importante. En poco más de un año me ha cambiado la visión radicalmente. Esquiar en zonas que ves desde el coche, que antes pensabas que eran innacesibles ahora es una realidad, y empiezo a ver las ventajas de recortar el peso.
Desde que vi el año pasado que anunciaron las Atomic Shift me entraron ganas de probarlas. Se supone que revolucionarán el mundo del touring y su principal baza para ello es que cumplen todos los estandares ISO de las fijaciones de alpino, pero permiten foquear como unas fijaciones tech de pines.
Para mi, la principal ventaja que presentan, frente a otras competidoras similares como la Kingpin, es la expulsión lateral cuando están en modo esquí. Llevo 30 años esquiando con fijaciones que saltan de esta manera, y llamadme tradicional, pero si no se ha demostrado científicamente que haya un método mejor, yo me quedo con ese. Conozco sus limitaciones, pero mis rodillas sanas a pesar de muchas caídas quieren seguir así mucho tiempo.

Como cualquier otra fijación de alpino tiene frenos, y hay gente que no le acaba de gustar, que prefieren correa. No voy a entrar en temas de caerse con el esquí atado, pero si nos vamos al tema de aludes; si un bastón con la cinta enganchada dicen que tira de ti hacia el fondo de la avalancha como una piedra, ¿dos esquís atados no son mucho más peligrosos?

A la hora de subir me han parecido cómodas, pero no tan diferentes a las de marco. El punto de pivote está más abajo y al principio me hacía levantar el esquí mucho, pero poco a poco fui acostumbrandome a deslizar correctamente.
He oído varias veces, de gente más experimentada, lo de que un 1kg en los pies son 7kg en la mochila cuando vamos foqueando, y no sé si serán 7, pero puedo decir que he notado bastante diferencia, en una salida de unas 4 horas, antes el cansancio hacía presencia, con las Shift no he tenido esa sensación.

También es cierto que las probé con esquís ligeros y mis botas nuevas de pines que también son más ligeras. Al final, llevaría 1.5kg menos en cada pie y se notaba muchísimo. Me sentía un titán.
Ya le he cambiado las fijaciones a mis Blueberry y la única pena es que con esta temporada nefasta en el sistema central se me van a quedar para estrenar el año que viene creo.
Por cierto, este año en la ISPO se ha presentado una competidora que funciona de forma similar, la BAM Pindung. Pines para subir y fijación de alpino normal para bajar. Parece que el camino es claro.
Y como siempre os dejo la review en vídeo para que podáis ver el funcionamiento