Pero para que todo esté a punto para ese momento, la estación ha empezado ya a prepararse. A la veintena de trabajadores fijos se sumaron ayer otros veintitrés operarios que se encargarán estos días de pisar la nieve, colocar en las pistas los elementos de señalización y balizamiento correspondientes y de comprobar el correcto funcionamiento de los remontes. Por supuesto, también han comenzado las labores de limpieza de los aparcamientos para retirar la espesa nieve que cubre todo el entorno de la estación. Otros treinta trabajadores se incorporarán mañana, por lo que Alto Campoo arrancará su temporada con 125 empleados.
«Iremos viendo sobre la marcha la afluencia de gente, pero esperamos una gran ocupación para este puente que ronde el ochenta por ciento», pronostica el director, a quien no le preocupa que la mayoría de las estaciones españolas hayan abierto ya. Alto Campoo, añade, está «bien situada geográficamente» y ello contribuye a que se haya convertido en una estación «de día», a la que «millones de visitantes vienen de dentro y fuera de la región a pasar un día, a lo sumo dos».
También las empresas de material deportivo y de hostelería que se sitúan a los pies de la estación están ultimando los preparativos para recibir a los primeros aficionados.
Lo mismo piensan Eduardo y Oliver, vecinos de Torrelavega y Santander y asiduos cada temporada al esquí en Alto Campoo. Han venido a pasar el sábado con un grupo de amigos y realizar una travesía por la estación pero, ante la ventisca y la inseguridad que presenta una pista sin señalizar, han preferido no arriesgarse mucho. Y es que, aunque la estación esté cerrada, ayer fueron muchos los que se acercaron por Alto Campoo para disfrutar de la nieve. Y eso que las condiciones no eran las más óptimas. Eso sí, permitieron cubrir de otros cuatro centímetros más el suelo a partir de los 1.000 metros.
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