Pues llegó el "El Día".
Sábado 14 de enero.
Siempre llega. Tardará más o tardará menos, pero el día de la gran nevada llega siempre. Y en esta ocasión ha sido el primer día de la gran nevada, porque no fue cosa de unas horas, sino de muchas. De hecho todavía sigue.
Y con "El Día" llegan muchas cosas buenas: sacamos nuestro material gordito y blandito, nos ponemos nuestras segundas capas más adecuadas, nuestras terceras capas preparadas para todo (en mi caso, además, podría, por fin, estrenar mi nuevo equipo en el ambiente para el que está diseñado. Muchas gracias a los Reyes Magos). En fin, que nos vestimos con más interés, con más ilusión y con más ganas. Por lo menos en mi caso. Y mira que los días "normales" de esquí me gustan mucho, pero estos son especiales. Seguro que todos me entendéis.
Había anunciado "mal" tiempo. Y pongo lo de "mal" entre comillas porque es el tiempo que necesitamos los esquiadores. O sea, que es el "buen" tiempo. Y como había "buen" tiempo llegué prontito a la estación, no sea que me perdiera algo.
Y no me perdí nada. Al revés, me encontré. Me encontré con mis amigos Carles y Eti, que son de los que nunca fallan en los días grandes. Así que mi bajada de calentamiento (antes de ponerme los esquís también había calentado) fue en la mejor compañía... Y en la mejor de las situaciones: con la pista Àliga para nosotros solitos.
Ufffff. Tanto tiempo esperando para esquiar sobre nieve polvo. ¿Cómo definirías la primera bajada? Pues no tengo muchas palabras. De todo un poco.
Aunque vayan pasando los años (ya no tengo 25) y se vayan sumando los primeros días de nieve polvo de la temporada, y sigan pasando temporadas, nunca hay una sensación que se pueda comparar a los primeros giros en nieve polvo. De entrada ya os digo que la noche anterior dormí poco, y eso a pesar de haberme acostado temprano, pero la imagen de los copos buenos cayendo me quitan el sueño. Me sigo poniendo nervioso como un niño pequeño antes del día de los Reyes Magos. Al fin y al cabo, a nosotros también nos cae esa noche el mejor regalo.
Pues como os decía, los primeros giros en nieve recién caída son distintos, especiales. Primero está la indecisión, después la diferencia al pisar el esquí, que parece que no haya suelo. La postura, que te la tienes que trabajar más. Y el disfrute, que en los primeros giros es una mezcla de nerviosismo, alegría, extrañez y sorrpresa. No sé, siempre se escapa algún grito y alguna expresión de asombro. ¡No te puedes controlar!
Todavía quedaba algo de nieve fabricada, de nieve de cañón para que nos entendamos, pero desde el principio te dabas cuenta de que la otra nieve, la nueva, la esperada, la preferida, se la iba comiendo.
Carles sabe latín, bueno, sabe de esquí, y enseguida encuentra entre la buena la mejor. Mejor me pongo tras él. Y, casi sin querer, apenas una mini parada para juntar el grupo y llegamos abajo. Otra del tirón.
Si la primera es buena, que lo había sido, hay que saber siempre que la segunda será mejor. Y mejor todavía la tercera. Y en este caso fue exactamente así. Además, para la tercera se habían añadido nuevos y buenos esquiadores: Los NWPD y Joan, que junto a los anteriores, Ventura (un jovencito de 16 años que le pega muy bien) y Montse. Buen grupo, ¡vámonos de aventuras!
Por el camino nos encontramos a este señor. Que se encuentra en este ambiente como Pablo por su casa.
Tengo poco documento gráfico del día. Entre el frío que hacía y que no queríamos-podíamos parar mucho no hubo ocasión de hacer muchas fotos. Pero sí tengo un recuerdo que no creo que se me olvide, al menos en mucho tiempo. El grupo se hizo más grande, siempre pasa en estos días de mala (o buena, insisto) condición meteorológica, y empezamos a bajar una pista que estaba de maravilla. Por fin la pista Avet de Sodeu se podía esquiar, por primera vez en la temporada. Empezamos a bajar y estaba en bastantes buenas condiciones, quizás no las mejores, pero sí muy buenas. Llegó un momento en el que estábamos en un sitio que no había pisado nadie. Ahí estaba, delante de nosotros, como un merengue. Nos paramos un momento, nos juntamos todos de nuevo, nos miramos y nos fuimos a por él.
¿Cómo puedes describir lo que sientes cuando esquías en la pendiente ideal, con la nieve perfecta, con un buen grupo y sin que nadie lo haya, aparentemente, ni visto, porque no había ni una huella? Pues eso. Con la adrenalina por el cielo y con esa nieve en el suelo es muy fácil, pero sobre todo, muy bonito esquiar. Es lo que quieres hacer, lo que quieres sentir.
El ritmo, la paciencia (muchas gracias Carolo por escribir en su día que hay que ser paciente), ese sentir que debajo de ti todo está blandito, fresco (hacía un frío muy bueno) y seco. La nieve bastante seca en ese momento y en ese lugar. ¡Qué maravilla!
El grupo se separaba, había que tomar café, algunos tenían que entrar en calor. Nos quedamos tres a hacer una más. La parte femenina de NWPD, mi amigo Joan y yo. Yo así no puedo dejar de esquiar, pero ellos tampoco. ¡Estaba buenísimo! Y es una de esas bajadas que da gusto hacer. La compañía era perfecta, la condición muy buena, no había nadie más y teníamos a Joan, que es un profesor de lujo. Buena conversación, buen ritmo de esquí, inquietudes muy similares. ¡Muchas ganas de repetir!
El día continuó y seguimos esquiando mucho rato. Llegó un momento que nos quedamos solo tres. Joan, un nuevo amigo que se llama Ventura y que solo tiene 16 años y yo. Tenéis que ver esquiar a Ventura. Hicimos algo de bosque con no mucha fortuna, aunque algunos giros buenos sí que nos salieron, pero la pista estaba muy buena y, en algunos tramos con nieve polvo también muy buena. En fin, un vicio.
Os dejo un video muy cortito para que veáis cómo estaba la nieve. Tened en cuenta que eran sobre las tres de la tarde, ya todo muy trillado, pero ojalá ahora mismo lo estuviera disfrutando:
Joan 14 enero 17 from Alvaro Urzaiz on Vimeo.
Al final, entre una y otra bajada se nos hicieron las 4 de la tarde, no está nada mal para haber empezado a las 9 de la mañana y habiendo sido un día de tanto esquí. Sobre las 4 hicimos la penúltima y después la última. No quedaba ya mucha gente. De hecho estábamos muy pocos. En nuestro parking solo nuestros coches.
El día había sido bestial. En todos los sentidos. De calidad de nieve, de cantidad, de frío, de un poco de viento y de calidad y cantidad de esquí como hacía mucho tiempo que no tenía. Me suelo ir muy contento de la estación todos los días de esquí. Pero hay días especiales, y el sábado fue uno de esos. Como se ha puesto de moda decir ahora: "uno de esos días".
Espero que todos tengáis alguno de "esos dias" esta temporada, y, si queréis podéis contárnoslo aquí.
Domingo 15 de enero (aniversario de nuestro blog).
La noche del sábado al domingo dormí "como un ceporro". No me enteré de nada desde las once y poco hasta las 7'30 de la mañana. Estaba agotado.
Me despertó el viento. Y eso no suele ser buena señal. La estación estuvo cerrada, hace mucho tiempo que no me tocaba estar en Grandvalira con la estación cerrada, pero es que realmente era imposible abrir ni las partes de abajo.
Me fui de la estación triste por no haber podido esquiar pero MUY contento viendo lo que estaba cayendo. Y todavía hoy lunes seguía. Al final, para poder esquiar, necesitamos nieve y mal (o buen) tiempo, y si un día no se puede esquiar pero los demás van a ser muy buenos pues qué le vamos a hacer.
Hoy he estado viendo Facebook y fotos de amigos en los grupos de Whatsapp, y, por supuesto, aquí en Nevasport y me he quedado alucinado. No pensaba que nevara tanto. En Grandvalira, que es mi estación, han caído 170 centímetros desde el viernes. Fijaros cómo estaba hoy Canillo:
De entre todas las cosas que me han gustado hoy, que han sido muchísimas, una me ha llamado más la atención, un divertido video de Stefi Troguet en Andorra. Lo podéis ver vosotros mismos. Por cierto, y ya que hablo de ella, la sigo hace tiempo por Facebook e Instagram y creo, de verdad, que tiene de las fotos más chulas que hay ahora mismo en la red, por lo menos de las que yo veo.
Para terminar, quiero agradeceros de manera especial vuestras lecturas y el que hayáis apoyado este blog que hacemos grande entre todos. Y digo hacemos grande porque el domingo cumplimos dos años. Creo que el mejor regalo es el que nos vino del cielo.
En estos dos años he recibido mucho de vosotros, espero haberos entretenido y haberos servido, aunque sea solo un poco, de estímulo para seguir amando este deporte que tanto nos gusta.
Muchas gracias a todos.
******AVISO IMPORTANTE*******
Se está avisando de alto riesgo en zonas no controladas. Tened mucho cuidado los que salís de pista y los que hacéis montaña. Ha nevado mucho en muy poco tiempo. Además ha hecho viento. Sed prudentes por favor