Una vez aprendí que “La mejor rodillera del mundo, es nuestra propia musculatura”. El "dueño" de la frase es el Doctor Miguel Ángel Herrador de la asignatura de Anatomía quirúrgica de rodilla y tobillo, un especialista traumatólogo y cirujano que representa una autoridad en esta materia. Profundizando un poco en el tema, esta afirmación no sólo se refiere a la fortaleza de los músculos que acompañan a cada articulación, sino al estado de salud de los mismos y sus correspondientes tendones y ligamentos.
Simplificando las cosas, podemos decir que la musculatura que acompaña a nuestras articulaciones, entre otras cosa, es la encargada de "sujetar" dicha articulación frente a movimientos lesivos para los que dicha articulación no ha sido creada. Podemos decir entonces que cuanto más fuerte estén mis músculos mejor sujeta estará mi articulación y como consecuencia directa, más segura.

Como he mencionado anteriormente, el nivel de seguridad de nuestras articulaciones no sólo depende del nivel de fuerza de los músculos implicados, sino también de su estado de salud. Con esto me gustaría hacer referencia a su nivel de hidratación y flexibilidad. Mantener hidratado nuestro cuerpo mientras practicamos deporte sirve para muchas más cosas que para evitar la sed. En el caso que nos ocupa, sirve para mantener una correcta hidratación muscular y conseguir así un umbral más alto de lesión de los mismos. En cuanto a la flexibilidad muscular, podemos decir que cuanto mejor sea esta capacidad, mayor tendrá que ser la amplitud del movimiento para conseguir romper nuestro tejido blando (músculo, ligamento, tendón).
En algunas ocasiones, cuando se produce una caída esquiando, nuestra amplitud articular y muscular se ve comprometida y en ocasiones superada produciéndose entonces las lesiones y/o las roturas. Pues bien, cuanto mayor sea nuestra flexibilidad, mayor será de nuevo nuestro umbral de lesión.
Tras este breve y sencillo análisis de dos de las principales capacidades físicas básicas de nuestro deporte (Fuerza y flexibilidad) ¿Cabe alguna duda sobre la importancia de nuestro estado físico y la preparación del mismo para la práctica deportiva? ¿A caso no es la seguridad lo más importante?

Si hablamos de rendimiento sobre nuestros esquís, todos deberíamos tener claro que cuanto mayor sea mi nivel de preparación física general, mejor será nuestro rendimiento en la nieve. Podemos tener más o menos talento, disfrutar de sol o luchar contra la ventisca, contar con un técnico a nuestro lado o ir con amigos, disponer de material moderno o clásico, que la nieve esté muy dura o muy blanda, etc. Pero lo que si es seguro, es que nuestra mejora estará muy condicionada por nuestro nivel físico. Si estamos en forma, esquiaremos más, esquiaremos mejor, nos recuperaremos de la fatiga antes y con garantías, y en definitiva, sacaremos más partido a nuestra jornada en la nieve.
No puedo hacer nada mejor en este sentido que animaros a todos a invertir; invertir en nuestra seguridad a la hora de disfrutar del deporte, buscar un hueco para mejorar nuestras condiciones físicas en el gimnasio, con amigos, practicando otros deportes, con un entrenador personal, en clases colectivas, sólo en mitad de alguna parte….pero mejorar para aumentar nuestras posibilidades de éxito sobre la nieve. Por poco que hagamos siempre será mejor que no hacer nada. Conseguir una sutil mejora a nivel cardiovascular y un aumento de nuestro tono muscular, cuesta muy poco.

Y como punto final a este articulo, y aprovechando las ventajas de esta nuestra web de nieve, recomendaros firmemente el blog de nuestro compañero Nes, que si en algo ha hecho hincapié en los últimos años es en dejarnos sin excusas para no prepararnos para la temporada. Nos ha servido en bandeja de plata las herramientas necesarias para disfrutar en buenas condiciones físicas de nuestro deporte.
https://www.nevasport.com/skines/
¡Aprovechémoslo! Esquiaremos más y mejor.

KonaYuki
Fer