Tras un inicio de temporada desastroso, a finales de enero la dinámica se ha invertido con grandes episodios de nieve que han llegado a acumular en muy poco tiempo gruesos de más de dos metros en cotas altas. Pues, el martes 29 de enero, recibo la llamada de mi amigo Dani Rodriguez -un auténtico Powder Hunter- pidiéndome si lo quiero acompañar el miércoles en la estación de Vallnord, al sector de Ordino Arcalís.
Reportage de Ruben Blanco

Hacia tiempo que no compartíamos un día de esquí con Dani, ya que estuvo todo el invierno pasado cruzando Canadá de Vancouver a Last Frontier en Alaska. Así que también aprovechamos el día para ponernos al día y que me cuente sus aventuras. A medida que nos acercábamos de Arcalís, la meteo empeoraba, con un cielo cubierto y una nevada reciente de 50 centímetros. Llegamos a la base de la estación con una temperatura de -6º y de -11º en la cota 2500, lo que nos aseguraba que la nieve se mantendría fresca durante todo el día. Mientras esperábamos la apertura de los remontes, nos equipábamos y contralábamos nuestros DVA.

A primera hora nos centramos en la zona de Freeride del túnel de L’Hortell. Ya en la primera bajada. Nos dimos cuenta que sería un gran día de polvo. Tras varias bajadas, por fin, abrieron el telesilla de Basera con el acceso a Portelles y Canals. Mientras subiamos, veíamos que no habían trazas y que los locals apenas empezaban a trazar sus líneas, lo que nos dió una gran sonrisa. Al llegar arriba, tuvimos una charla rápida con los pisters para controlar la estabilidad del manto y el peligro de aludes. Aunque el día estaba tapado, había el relieve necesario para esquiar. En Canals cortamos algunas pequeñas placas con poca cohesión. A medida que avanzaba el día, se iban abriendo claros e incluso llegamos a ver el sol. Las últimas bajadas, las hicimos en la zona de Feixans. Arcalís es un lugar único y muy especial para los amantes del backcountry…¡y más un día de polvo!




