Los más veterano ya lo dicen. El primer día en Arapahoe Basin es uno de los más peligrosos. Miles de personas se agolpan en la única pista abierta. Las colisiones son frecuentes y a quien no va con cuidado, una mala caída puede dar al traste la temporada entera. Por eso muchos, como los que se montan primero en el telesilla, en cuanto hacen la primera bajada se largan rápidamente. Y eso que quien más quien menos se ha dejado más de 70 dólares en el forfait!.
A la cantidad de gente se une la que no controla las cervezas del día. Es el caso de uno de ellos, de 21 años, que casi a final de jornada, a las 16h, cayó desde el telesilla BlackMountain, el único abierto este pasado fin de semana. En el momento de la caída iba a unos cinco metros de altura. El servicio de rescate fue a por él rápidamente y lo llevó al centro clínico de la estación. Presentaba evidentes signos de embriaguez, pero salió del dispensario por su propio pie afirmando que no tenía nada roto. Quizás se le pasó la borrachera cuando pensó en lo que le podría costar curarle, en un país donde sin estar asegurado, entrar en un hospital puede ser una ruina.
La temporada pasada Arapahoe Basin fue foco internacional cuando salieron a la luz unas imágenes de un hombre, escalador profesional, que se encaramó a la pilona de un telesilla para rescatar a su amigo que se estaba ahogando con los tirantes de la mochila. Al parecer rebaló de la silla con la mala suerte de que las cinchas le rodearon el cuello.