La apertura es el primer paso que se hace tras la adquisición de Rossignol por parte del grupo de inversión noruego Altor Equity Partners, quien controla ahora el 80% de la empresa francesa. La compañía escandinava tiene experiencia en el sector téxtil después de haber estado trabajando codo con codo durante seis años con Helly Hansen, especialista no solo en material de invierno, sino también de ropa de seguridad, así como para deportes marinos como la vela. La compró en pérdidas en 2006 a un grupo de inversores de Bahrein. Logró remontarla, y el año pasado la vendió a un fondo de pensiones de Canadá por 350 millones de dólares.
El punto máximo de la venta de esquís se sitúa en el lejano 1980. Desde entonces no solo no se ha logrado alcanzar las ventas de aquel año, sino que han ido disminuyendo, principalmente por la abrupta caída del mercado japonés, que en poco mas de una década pasó de liderar el mercado de invierno mundial, a quedarse en el 5º o 6º posición; y por el incremento de los alquileres del material. Las ventas de esquís se han reducido a 3,2 millones de pares este 2013, de los 3,5 millones que se entregaban en 2009, y los más de 7 millones principios de los 1990.
Por eso la mayoría de marcas tratan de que las tablas y el material duro, pese cada vez menos en sus cifras de ventas globales. Empresas como Amer Sports (Salomon y Atomic) tienen en los esquís, el alrededor del 10-12% de su facturación.