Aunque no siempre hay mucha nieve, nos gusta mucho estirar la temporada. Y estos días de primavera son de los más divertidos de toda la temporada, hace bueno, hay buena visibilidad, los días son muy largos y yo creo que hasta la cerveza sabe mejor.
El sábado subimos un poco tarde, sobretodo teniendo en cuenta el horario reducido de la estación 8:30 - 14:00, pero tampoco fue ningún problema, por que al no haber colas, el cansancio empezó a hacer mella antes de la hora de cierre de las sillas. Este año había bastante menos nieve de la que esperábamos, aún así se podía esquiar perfectamente en los 24km que estaban abiertos.
Después de estar almorzando en lo alto de la estación, mirando hacia el Lac Bleu, que aún seguía congelado, y el pequeño Lac Noir, decidimos hacer la aventurilla del día y decidimos bajar por Cretes que estaba cerrada. Tenía pinta de que habría que quitarse los esquís unos pocos metros, pero se nos lió la cosa un poco más de lo esperado.
Afortunadamente, los pequeños se lo pasaron bien con la aventurilla. El pequeño, de hecho, quería repetir.
Una vez abajo, decidimos hacer un pequeño avituallamiento mientras los pequeños se subían en la cama elástica que habían montado este fin de semana.
El domingo, la cosa estaba parecida, pero aún con menos gente. Después de recorrer todo lo que estaba abierto el sol estaba empezando a hacer estragos en alguna de las pistas.