Domingo tenía que ser el día bueno. El día en el que haríamos algo más "estilo Chamonix". El Mont Buet, la montaña sencilla pero con 2000 de desnivel y un camino bastante expuesto a avalanchas, a mí no me inspira mucha confianza. Jascha acaba marchando por la tarde del sábado pues tiene otros compromisos, y Johannes admite que lo ve muy largo. Por lo que pensamos alguna forma de aparcar a Johannes en un sitio bonito para tomar el sol y tener nosotros libertad de movimiento.
El sitio elegido es Flegère, subiendo a los remontes para dejar a Johannes disfrutando de las vistas y subiendo nosotros en dirección al Col d'Index o la Combe de la Glière, a decidir según condiciones y ganas.
Nos levantamos temprano, con el espectáculo de morados y naranjas de las salidas de sol (aunque no lo vimos hasta bastante más tarde). Preciosas Aiguille Verte y Aiguille du Dru, entre otras maravillas.
Hubo una alud de tamaño muy importante a principios de temporada que ha dejado el camino algo complicado, por lo que el avance es lento al principio.
Llegamos a la pista después de pasar una última vez la avalancha y empieza a mejorar el ritmo. Seguimos a la sombra y con fresco. La nieve es una basura pero el terreno es sencillo y se sube bien.
Llegamos a la zona entre Brevent y Flegère justo cuando llega también el sol. Ahora toca decidir....
El ambiente es muy chulo, con caras y canales interesantes por todos lados bajo la atenta mirada de Mont Blanc y compañía.
Decidimos bastante rápido que no vamos a subir dirección el Index, pues parece una subida muy larga con calidad de nieve poco prometedora.
Así que giramos hacia el oeste en dirección Col des Lacs Noirs, que hay alguna bajada interesante por la zona con un plan B seguro en caso de duda.
Cada vez se ven más bonitas las montañas que nos rodean, superponiéndose las diferentes crestas, aristas y canales con el Mont Blanc de Fondo. De película.
Vamos ganando altura progresivamente, con nieve a veces resbaladiza, cambiante según la orientación. Y entonces, al pasar a orientación Norte, polvorón
Seguimos subiendo, viendo ahora canales que se convierten de pronto en el nuevo plan B, relegando la bajada fácil al plan C.
Ya sólo nos queda un pequeño trozo de cresta, que decidimos subir por las rocas para evitar la placa de nieve, pues estamos metidos de lleno en terreno estilo chamonix y aquí una pequeña purga puede significar una larga caída....
Y así llegamos a la antecima desde la cuál se supone que vamos a bajar... A ver cómo está.
Sin palabras. Menudo sitio. Y pensar que hace unas horas estábamos en un párquing a menos de 1100 metros de altura, cruzando un campo que en verano es de golf....
Subimos a la cima para ver las montañas del otro lado. Menudo espectáculo... Pero empieza a ser tarde y no vale entretenerse demasiado, por lo que rápidamente nos ponemos los esquís y vamos a por la bajada.
Expuesta y con pendiente, entre derrapes y tímidas curvas vamos de un sitio seguro al siguiente...
La nieve está muy bien y hace que la bajada no sea técnicamente difícil, el único problema es ese pensamiento de si caigo/si la nieve se empieza a mover estoy jodido. Por lo que hasta la roca grande, donde se acaba la exposición, es un esquí poco característico para mí....
Y una vez allí, empieza la fiesta, aunque con los nervios acumulados sigue siendo una fiesta algo tiesa
En la parte baja ya sí que se puede dar rienda suelta, menudo éxtasis....
Dejamos correr los esquís para llegar a la cara norte y trazar una larga diagonal con vistas de infarto
Y en nada y menos estamos en el sitio donde hemos dejado a Johannes, que curiosamente no está. Un vistazo en el móvil nos revela que hace escasos minutos que ha empezado a bajar, que nos espera donde los remontes.... Un minuto más tarde empezamos la bajada hacia el párquing. La verdad es que es una pista bien rara, con tantas curvas y tan estrecha. Parece la típica que trae problemas a la gente menos experimentada y es un aburrido trámite para los demás. En cualquier caso, poco importaba ya. La experiencia Chamoniard no podía haber acabado mejor.
Aquí la ruta:
Desde entonces han pasado más de tres semanas con muy, muy, muy poca nieve, con las estaciones perdiendo nieve a todas cotas a lo largo del mes de febrero y primera semana de marzo. Ahora parece que empieza otra vez a venir un poco de movimiento, a ver si es cierto y se aprovecha un poco más en todas orientaciones, pues ahora es todo un esquí muy primaveral con crosta en nortes y sopa en sures....
Ya veremos como se desarrolla la primavera.
Hasta pronto
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