El caso es que nuestro teléfono móvil en la nieve nos puede sacar de un apuro a nosotros mismos, pero también puede que lo usemos para avisar rápidamente a los servicios de socorro de la estación si acabamos de presenciar un alud, una colisión entre esquiadores o cualquier otra incidencia. Recordad que, en ocasiones, los segundos salvan vidas.
¿Pero, de que nos va a servir el teléfono si cuando más lo necesitamos se queda sin batería? Y es que si exponemos nuestro móvil a temperaturas cercanas a 0 grados el rendimiento de la batería baja muy muy rapidito.
Os explicamos algunos trucos para optimizar al máximo el terminal y sacarle todo el rendimiento posible mientras disfrutamos de la nieve. Algunos consejos os van a parecer obvios, otros pueden parecer imposibles.
¿Vamos?
1 • El frío nos deja sin batería
Muy obvio para quienes esquiamos con cierta frecuencia, pero no para quienes suben por vez primera. Aunque salimos de nuestro vehículo con la batería cargada al máximo, si no somos precavidos con guardar bien nuestro teléfono del ambiente exterior observaremos que la batería va bajando muy rápido. El frío es uno de los peores enemigos para nuestro terminal, más si lo sacamos con frecuencia del bolsillo de nuestra chaqueta. Y qué casualidad que justo cuando vamos a tomar la mejor foto del día de nuestra primera bajada solitos y sin el profesor de esquí, !vaya!, la batería se queda a 0.Para proteger al máximo la batería una buena opción es comprar una carcasa protectora con batería incorporada. El móvil quedará menos expuesto al frío y dispondremos de una fuente de energía suplementaria que compensará la carga perdida por las bajas temperaturas. Otra opción clásica pero más engorrosa son las baterías de bolsillo, a las que podemos conectar el smartphone con un cable.
Si no queremos hacer un gasto suplementario con esta carcasa o la batería de bolsillo, una buena práctica será guardar el teléfono en bolsillos de cremallera interna. Y no estará de menos “envolverlos” con una braga de montaña tipo buff. En caso de urgencia, si el teléfono se apaga por el frío, si lo acercamos a un emisor cálido, sin pasarse, posiblemente el “enfermo” se recuperará en pocos minutos.
2 • Volumen al máximo
Si sois de los que utilizáis el teléfono con frecuencia mientras subís por el telesilla, sea para chatear o hacer cualquier consulta, dar por hecho que tarde o temprano el teléfono se va a precipitar silla abajo.Si se cae en una pista y tenemos la suerte que un esquiador cívico se percata de ello posiblemente lo encontraremos en la oficina de objetos perdidos de la estación.
Si se precipita en el trayecto o línea del telesilla la cosa se complica. Lo importante será identificar lo antes posible cuáles son las pilonas entre las que se nos ha caído. Estudiar por dónde podremos llegar, si es que no hay peligro alguno. Ante riesgo de caída por un barranco olvidaros del teléfono. Nuestra vida y integridad física vale mucho más.
Pero, y una vez cerca de la zona de la caída… ¿cómo localizarlo si ha quedado enterrado en la nieve? Para ello procurad dejarlo con su volumen al máximo ya de buena mañana, antes de empezar a esquiar. Aunque la nieve posiblemente ahogue el tono de llamada, siempre podremos pedir a algún esquiador (o quizás pidiendo ayuda al servicio de pisteros de la estación) que nos ayuden a localizarlo con una llamada a nuestro número de teléfono para intentar localizarlo por sonido. Otra opción será activar la opción de rastreo si la tiene o instalar alguna app con este sistema de localización.
3 • Forfait electrónico y teléfono, poco amigos
Ya casi no quedan estaciones con forfait adhesivo y la mayoría nos proporcionan forfaits con chip electrónico, que gracias a su tecnología RCID emiten una pequeña radiofrecuencia. Si guardamos estos forfaits electrónicos en el mismo bolsillo que nuestro teléfono móvil dar por seguro que eso va a generar problemas cuando pasemos por la puerta electrónica. Si no queremos perder el tiempo y tener que avisar al conductor del telesilla de la incidencia, lo mejor será guardar nuestro teléfono en el lado opuesto al del forfait. Así circularemos por los portales con fluidez, bien para nosotros y para el resto de usuarios.4 • ¿Que aplicación instalo en el móvil para subir a esquiar?
No hay runner que se precie sin la app runtastic en su teléfono, ni tampoco ciclista sin strava. Pero ¿y los esquiadores? Aunque hay varias apps apropiadas para nuestro colectivo, y las dos anteriores citadas nos serían útiles para ello, las estaciones de esquí disponen de su propia app. Nuestra recomendación es usar la que nos facilite la propia estación, normalmente gratuita y con muy buenas prestaciones, iguales o superiores en prestaciones incluso a apps de renombre. Otra buena opción acostumbran a ser los apps de las agencias de viajes o fabricantes de material duro de esquí, con prestaciones muy similares.En la mayoría de las estaciones de esquí de España, Andorra e incluso Pirineos franceses, las apps son aprovisionadas por Skitude. Para nosotros es una magnífica herramienta para traquear nuestro día en pistas, ganar premios que solo los esquiadores sabemos valorar y llevarnos un buen recuerdo de nuestra esquiada que después veremos traducida en datos.
Nuestro consejo, en el uso de apps, es que siempre nos las instalemos unos días antes de subir a pistas y así familiarizarnos con ella. Así una vez en la nieve les sacaremos el máximo rendimiento.