Pues así empezó todo hace dos años cuando puse un pie en la arista de la Aiguille du Midi, primero para esquiar La Valle Blanche y unos meses después para hacer mi primera travesía con crampones hasta el Refugio de los Cósmicos…
Ahí empezó todo, cuando me quedé atrapada por el mundo del hielo y de los misteriosos a la vez que peligrosos glaciares. Ahí empezó todo cuando mi hermano dijo que algún día subiríamos el Mont Blanc y yo le dije que sí como quien se lo dice a un loco, y ahí empezó todo cuando algo que jamás se me había pasado ni por la imaginación empezó a aparecer de forma insistente en mi cabeza hasta tomar forma.
El año pasado al coronar el Aneto marqué en el calendario la fecha para el Tacul, agosto 2020. Este año dadas las complicadas circunstancias que todos conocemos ya daba la temporada de hielo de verano por perdida, pero en una decisión de última hora y después de 1440 Km de coche me veo aquí, en Chamonix otra vez, a los pies de la Aiguille du Midi donde empezó todo y con elMont Blanc de Tacul esperándonos.
El jueves 30 de julio quedamos con Pablo, el que será nuestro guía para subir al Tacul, y planeamos qué vamos a hacer en los próximos 3 días. Nos informa que el día anterior se ha caído el puente de nieve que cruzaba una de las grietas en la ruta al Tacul y que si no se abre camino alternativo no se puede subir. Pensamos en las alternativas por si tenemos que cambiar de plan.Como la meteo para los siguientes dos días no es mala y para el tercero es dudosa decidimos hacer un calentamiento el viernes, subir el Tacul (o su alternativa) el sábado y dejar el domingo pendiente del tiempo.
El viernes 31 de julio hicimos una travesía por la Mer de Glace como toma de contacto. Primero bajada por las interminables escaleras desde Montenvers hasta el glaciar. Hay dos opciones, las escaleras de los turistas con sus 400 peldaños que bajan hasta la cueva de hielo desde el telecabina de Montenvers o unas escaleras clavadas en la pared que ofrecen más emoción. Ya que estamos en modo montaña decidimos huir de los turistas y bajar los cinco tramos de escaleras que recorren las paredes de la Mar de Glace hasta el hielo, y parece que no pero cuando llegas abajo ya tienes las piernas calientes.
Tramo de escaleras desde Montenvers para bajar a la Mer de Glace
Pasamos el día en la Mar de Glace cogiendo soltura con los crampones, aprendiendo técnicas de uso del piolet y autorrescate en grietas para ser más autónomos en el futuro cuando esquiemos por glaciares. ¡Mil gracias, Pablo por todo lo aprendido!
Si el glaciar en invierno es una pasada, en verano es impresionante por los contrastes entre el hielo y la roca. Blancos, grises, verdes, naranjas y azules de todos los tonos se entremezclan para crear un paisaje de cuento. Además, estar rodeado por montañas de más de 4000 te hace sentirte tremendamente pequeño e insignificante ante la grandeza que tienes alrededor.
A continuación, imágenes de las grandes cumbres que forman el Macizo del Mont Blanc vistas desde La Mer deGlace.
Mer de Glace y Grandes Jorasses (4206m) al fondo.
Diente del Gigante (4013m) en el centro de la imagen
Grande Aiguille du Dru (3754m) y Petite Aiguille du Dru(3733m) en el centro de la imagen
Grande Aiguille du Dru (3754m)
Aiguille de la Republique (3305m), Aiguilles des Grands Charmoz (3445m) y Aiguille du Grepon (3482m)
El centro del glaciar está recorrido por una corriente de agua que baja creando formas caprichosas en el hielo en los que también se mezclan los colores para dejar unas imágenes sorprendentes.
Acabamos el día destrepándonos entre las grietas del glaciar para poder llegar a las escaleras que bajan a la Cueva de Hielo ante mirada atónita de los turistas que esperaban su turno para poder entrar en la cueva (esta última parte estaba fuera del guion porque hace unos días se llegaba andando, pero debido a los movimientos del glaciar y la caída de bloques Pablo tuvo que improvisar unos cuantos destrepes para devolvernos a Chamonix).
Caída de bloques de hielo y al fondo las escaleras para volver a Montenvers. Hace unos días esto se podía hacer andando
Pablo bajando entre los bloques caídos con la Aiguille du Dru al fondo
Subimos las interminables escaleras y llegamos al tren pensando en el siguiente día ¿al final podremos hacer El Tacul?.
A la vuelta en el tren nos informan que alguien ha abierto otra ruta para subir al Tacul rodeando la rimaya y que pasa por debajo de los seracs con el peligro que eso conlleva. Al final acordamos subir a la Aiguilledu Midi, evaluar la situación y decidir si hacer el Tacul o la Punta Helbronner si el Tacul está peligroso. Si el día amanece bueno y Pablo lo ve seguro haremos el Tacul. Nuestro primer 4000 está cada vez más cerca.
Nos levantamos el día1 de agosto sin saber aún qué vamos a hacer. Cogemos el segundo teleférico del día que sube a la Aiguille du Midi y llegamos a las 7:00. A esa hora ya hay gente bajando la arista y vemos una cordada bajando el Tacul ¡estos sí que han madrugado!. Parece que se puede subir, así que allá vamos.
Gruta de salida a la arista de la Aiguille du Midi.
Empezamos a bajar la arista, me acuerdo del miedo que pasé la primera vez hace dos años y hoy ya mi tercera vez la veo mucho más fácil.Como la primera vez que bajé una pista esquiando sin caerme me alegro al darme cuenta de que cada vez tengo más soltura y más seguridad con los crampones y que lo que al principio parecía imposible hoy lo bajamos sin problema. Pablo nos ata para evitar sustos. Una caída ahí supondría bajar resbalando los más de 2000 m de desnivel que nos separan de Chamonix. Los crampones agarran muy bien y en 10-15 min estamos abajo.
Arista que baja desde la Aiguille du Midi a La Valle Blanche.
Después de 1 hora de aproximación llegamos al Tacul. Ahí está, enorme, majestuoso, con sus seracs amenazando desprenderse y caer en cualquier momento. Y ahí estamos nosotros, enanos,comparados con la inmensidad de esas paredes de hielo, pero deseando conquistarlo.
Pablo guiando con el Tacul al fondo
La subida en contra de lo que pensaba no se me hace difícil y el cuerpo me aguanta sin problema, será que tenía tanto miedo a quedarme en el camino que casi me parece un paseo. Los 2 meses que llevo corriendo todos los días parece que han dado resultado. Esto me da confianza para ir pensando en la siguiente cumbre.
Mi hermano y yo subiendo con la Aiguille du Midi al fondo
Serac y rimaya al fondo
En la última parte de la ascensión se mezclan el hielo y la piedra hasta llegar a la cumbre.
Y al final, después de 5 horas desde que salimos de la Aiguille du Midi ¡¡llegamos!!
Cima del Mont Blanc du Tacul (4248 m) con el Mont Maudit y el Dome du Gouter a mi derecha (izquierda de la foto)
Las vistas desde la cima son impresionantes. La Aiguille du Midi incluso parece pequeña
Aiguille du Midi (3842m) desde la cima del Mont Blanc du Tacul
Mont Maudit (4665 m) segundo pico de la Ruta de los 4000s con el Mont Blanc (4808m) que se intuye entre las nubes.
Después de unas fotos y de comer algo rápido ahora toca bajar, hay que darse prisa porque el sol empieza a apretar lo que significa que las posibilidades de desprendimientos de seracs aumentan y nosotros tendremos que pasar por debajo de unos cuantos.
Seracs y rimayas en la bajada del Tacul
En la bajada, nos despedimos de las grandes cumbres del Macizo del Mont Blanc y ya vamos pensando en la siguiente…¿será el MontBlanc?
Para terminar no me puedo despedir sin dar las gracias a Pablo Herraez @pablohperpi_mountainguide por su disponibilidad, por su flexibilidad, por su profesionalidad, y sobre todo por habernos subido a esta cumbre que nos hacía tanta ilusión por ser la primera y lo más importante por habernos devuelto sanos y salvos para poder pensar en la siguiente ¡¡Mil gracias, Pablo!! Desde ya te aseguro que no será la última.
Datos técnicos:
Tiempo: 7:30 horas
Distancia: 10,7 Km
Desnivel: 981 m de subida y 981 m de bajada