
Estaciones como Baqueira-Beret se preparan para una Semana Santa de película
Si analizamos la situación con detalle, observaremos que desde mediados de noviembre ha nevado casi todas las semanas. Son varios los factores los que han permitido que esta Semana Santa se afronte de un modo realmente optimista, y es que junto a las nevadas, el frío y el ahorro energético también se han notado en muchas estaciones, permitiendo tirar la casa por la ventana en muchos casos. Vamos por partes:

En La Molina hacia años que no recordaban nevadas tan impresionantes
1- Calendario aprovechado al máximo
Si bien este año la Semana Santa cae temprano, son muchas las estaciones que abrieron antes del Puente de la Purísima, algunas incluso a mediados de noviembre, permitiendo que muchos esquiadores adelantaran su bautizo de nieve anual. De este modo, por un lado se recorta la temporada (muchas estaciones cierran el 8 de abril), pero por otro se adelanta. La calidad de la nieve es tan buena que no parece que estemos en marzo.

Bajando por la pista negra Ibones, en Astún. Brutal es poco
2- Nevadas sin parar
Desde noviembre que no ha parado de nevar en los Alpes y el Pirineo. Las nevadas históricas que han caído en media Europa han llegado a todas las estaciones de esquí, permitiendo mantener unos grosores que, en muchos casos, todavía superan los dos metros. Si la temporada 2008-2009 fue realmente buena, esta será, sin lugar a dudas, mucho mejor.

Jaca ha vivido varias nevadas espectaculares este invierno
Según nos cuentan habitantes de la Cerdaña (catalana y francesa) y de la Jacetania, hacía mas de 25 años que no veían caer tanta nieve en algunos pueblos. Muchos lugareños cuyas casas quedaron incomunicadas han comentado en radios y televisiones recuerdos del pasado, afirmando que este invierno está siendo realmente histórico, con nevadas en ciudades como Madrid y Barcelona.

No amigos, no es Canadá, es Formigal
Las nevadas que coparon el norte de la comarca del Berguedá, la Cerdaña o el Ripollés, y las comarcas francesas del Capcir y el Conflent, han sido realmente memorables. Por no hablar del Pirineo Central francés, que ha vivido una de las mejores temporadas en años. En general, el hecho de que no pare de nevar, facilita que no se tengan que poner en marcha los cañones de nieve artificial (y si lo hacen es en menor medida), ayudando de este modo al ahorro de agua y energía eléctrica.

En Les Angles hacia mas de 25 años que no recordaban tantas nevadas seguidas
3- Frío muy intenso
Por mucho que nieve, si a continuación las temperaturas se elevan por las nubes y la nieve se transforma, poco vamos a disfrutar. Esta temporada, muy pocos días se han registrado temperaturas por encima de los 7º o 8º en la mayoría de estaciones del Pirineo. El resto de días, la temperatura se ha mantenido fría, ayudando a que la nieve polvo no se transforme en un pastizal. Si no para de nevar, y encima hace mucho frío, la temporada de esquí se convierte en una autentica maravilla, manteniendo la nieve en perfectas condiciones. Y es lo que está pasando.

El Pirineo aragonés, impresionante, sigue vestido de blanco gracias al frío intenso
Hacía años que no se registraban episodios de frío polar o siberiano como los que llevamos esta temporada. Alcanzar los –16º a 1.500 m y los -26º a 2.500 m no es algo que suceda cada año, y en la montaña se agradece, pues por un lado se aseguran los recursos hídricos de cara al verano, y por otro, los campos y los bosques reciben agua (humedad), ayudando a frenar la deforestación/desertización. Esta temporada, se han superado los -18º en algunos valles del Pirineo, y en la Cerdaña catalana, se ha llegado a los -21º.

En La Masella y La Molina llevan varias nevadas históricas
4- La calidad de la nieve es inmejorable
El frío ayuda a mantener la nieve en perfectas condiciones. Un frío extremo en algunos casos, y unas condiciones de humedad inmejorables, han permitido que las pistas presenten un aspecto realmente precioso a lo largo y ancho del Pirineo y los Alpes. Hacía años que no subía a esquiar en estas condiciones. Realmente es una gozada llegar a pie de pistas con nieve al lado de la carretera durante casi una hora antes de llegar, encontrándome con una nieve polvo (algo durilla en algunos puntos a primera hora del día) impresionante.

Ambientazo alpino en la Val d´Aran
Recuerdo algunos días en los que el calor parecía querer asomarse, pero al cabo de nada regresaba el frío y la nieve polvo recién caída, impidiendo que la nieve pudiera transformarse. Así pues, llegamos a un mes de marzo con grosores de nieve que superan el metro en cotas bajas, y el metro y medio en las mas altas. Y con un frío intenso que mantiene el preciado manto blanco en inmejorables condiciones.

Aragón es, blancura impecable.
5- Remontes a tope
Todos los factores suman. Si al ahorro energético que supone no poner en funcionamiento los cañones de nieve (o ponerlos menos días), le sumamos una nieve en perfectas condiciones (que permite no tener que sacar nieve de otras zonas de la estación con las máquinas, ahorrando combustible y contaminación) y un frío que mantiene el paisaje bucólico pastoril… ¿qué obtenemos? Pues estaciones en pleno y completo funcionamiento.
El poder utilizar todos los remontes (o casi todos) cuando subimos a esquiar, no solo nos ayuda a disfrutar de toda la estación, sino que en muchos casos, se evitan colas y masificaciones. No hay nada mejor que subir a esquiar en Semana Santa con buena nieve, temperaturas frescas y todos los remontes abiertos.

Nieve, nieve y más nieve… y sol.
6- Estaciones con montañas de nieve
Un factor psicológico que muchos analistas y expertos en turismo de montaña siempre tienen en cuenta es el factor paisaje. El llamado “factor panorámico” ayuda al esquiador a entrar en situación.
Si vamos a esquiar y solo lo hacemos por cuatro pistas innivadas artificialmente, nuestro cerebro procesa la información de una forma determinada. Pero si esquiamos en un entorno totalmente blanco, con lagos helados, pistas con metros de nieve y un entorno natural que nos recuerda a Canadá o Suiza, el cerebro genera endorfinas de un modo distinto, motivándonos de un modo distinto.
Esta temporada, Alpes y Pirineos han recibido tantas nevadas, que el paisaje blanco se ha conservado en buen estado durante muchas semanas. Gracias al frío, a partir de los 1.500-1.700m la nieve todavía no se ha retirado en muchos puntos, permitiendo que el invierno, extienda su manto blanco hasta bien entrada la primavera.

En el Pallars y la Ribagorça, también esperan la Semana Santa con nieve abundante y paisajes impresionantes
7- Destinos y paisajes de película
En el Pirineo aragonés Formigal, Candanchú, Astún, Panticosa y Cerler se preparan para una Semana Santa histórica, con nieve en perfectas condiciones. En el Pirineo catalán, desde Baqueira-Beret a Vallter 2000 han vivido el mejor invierno en mas de 25 años, disfrutando de una nieve polvo excepcional. Y ¡atención!, porque las nevadas siguen cayendo esta semana. Desde que abrió La Masella, no han parado de subir esquiadores todos los fines de semana, disfrutando de unos paisajes blancos, que en el caso de la Cerdeña, se agradecen a la hora de disfrutar de una buena jornada de esquí.

Nieve polvo a principios de marzo…todo un lujo.
En el Pirineo Oriental francés, así como en Saint-Lary, han vivido una temporada histórica, con grosores en Les Angles de mas de dos metros de nieve. En Font-Romey han superado el metro y medio y siguen manteniendo unas pistas en perfecto estado.

Pista Águila en Sierra Nevada
En Sierra Nevada también se preparan para despedir la temporada por todo lo alto, así como en el Sistema Ibérico, con Javalambre y Valdelinares vestidas de un blanco perfecto.

Poca broma este año con Valdelinares…
Y en los Alpes franceses han despedido el mes de febrero con temperaturas extremas y nevadas de cine. Desde Isola 2000 a Chamonix, pasando por Les Arcs, Les 3 Vallées, Les 2 Alpes, Val d´Isere, La Plagne o Risoul

Digamos que… en Val d´Isere también tienen mucha nieve
8- Días más largos, buen tiempo, poca gente
Los esquiadores veteranos siempre esperan a la Semana Santa con paciencia, para muchos es la mejor época de la temporada y no les falta razón.
- Ya no es necesario pegarse los madrugones de enero, los días más largos y cálidos nos permiten subir a esquiar con el softshell, un bocata en la mochila y apurar la jornada de esquí hasta la media tarde.
- Otra gran ventaja es la ausencia de aglomeraciones, muchos "incautos" cuelgan el material antes de tiempo y así nos dejan la estación a unos cuantos "locos" por la nieve.

Solo se me ocurren ventajas para elegir estas fechas para esquiar y si a esto le unimos las buenas previsiones de nieve para este año, nos espera un final de temporada épico.

9- Y por supuesto los mejores precios y ofertas de la temporada
Además de todas las razones comentadas anteriormente, desde Esquiades.com nos señalan que una de las ventajas de esquiar en Semana Santa son los precios, algo más bajos que en enero y febrero. Sin embargo, este año conviene no despistarse: las estaciones de esquí estarán llenas de esquiadores durante las fiestas de Pascua. El buen estado de las pistas ha cambiado el chip de muchos palilleros que ya han reservado su estancia.