Jornada también para aquellos que quisieran mejorar su orientación o sus habilidades sobre hielo. 
Por aquí leo a muchos batallitas a diario, pero ayer me tocó a mí. Antes de nada, recordar al personal la necesidad de informarse previamente además de ir bien equipado en días como estos.
La jornada prometía nieve nueva, paquete, y nubes, pero con un sol iluminando tras la nubosidad así como ausencia de viento. Subiendo ya se veía lo que había caído por la noche:
Desde el principio algo se torció o no iba como se predijo. Nada más coger el huevo, veo las cabinas avanzando a 2 km/h tardaban bastantes minutos hasta para salir de la base.
Empiezo a oír rumores, pareceser que hay "algo" de viento. Se nos recomienda acomodarnos bien, el viaje iba a ser largo.
Una vez dentro, (subiendo más lento de lo que imagináis), nadie se atrevía hacer ningún comentario. No se veía nadie bajando ni siquiera por el río. El viento golpeaba la cabina bastante fuerte y hacía unos sonidos que daban respetillo.
Cuando por fin salimos de aquella caja de pino volante (30 minutos) la gente no se lo creía. Los profesores llegaban tarde a sus clases, no se esperaba la aparición del viento para esa jornada. Los grupos escolares detenidos, la gente dentro de la estación superior, esperando a que el viento entrase en calma.
Salí a borreguiles preparado para el viento, había un relieve que nunca había visto en pistas; ondulaciones, bañeras… el pisado resultaba inútil esta jornada.
Todo estaba como los elementos lo habían dejado. Polvo volando y mucho viento. La nieve muy variable, o pillabas polvo sin asentar o pillabas hielo. Ojalá tuviera fotos de estas primeras horas, del tiempo que estuve en borreguiles pero mi teléfono se quedó literalmente congelado, no respondía tuve que volver a la estación superior del Al-Andalus para examinarlo.
Puse rumbo a Montebajo, y me dispuse a desvirgar el dichoso prado de las monjas (por fin lo pillo con buena nieve en lo que va de temporada):
Después, comohomenaje al forero paquetiyo, baje por Manzanilla, una pista que nos recomendó hace poco:
La semana pasada la baje y estaba realmente pelada y dura. Pues bien, ahora parece otra, una auténtica gozada. Totalmente recomendaba. Tras bajarla nos quedan dos telesillas a tiro de piedra; el telesilla Montebajo por si queremos volver a la zona de la Loma Dílar, o el Stadium por si queremos cambiar de zona.
Hasta ese momento de la jornada, lamenté mucho la presencia del viento, (vaya mala pata, para una vez que nevaba en todo el mes.)
Mencionar que la Loma Dílar era un tempano de hielo, ya podías ir con esquís afilados, los fuera también helados pero aun con sus vibraciones, golpes, y saltos, prefería esos bordes helados a la propia pista. Era cuestión de equilibrio. Al menos los bordes no tenían tanta inclinación, se podía improvisar.
En la pista, solo tres o cuatro personas....en el suelo. El resto parados buscando caminos alternativos cuando se daban cuenta que no había vuelta atrás. Todas las de la parte derecha de Montebajo estaban geniales pero la loma, auténtico patinaje.
Tras sacarle rendimiento a Montebajo, tiré hacia Stadium.
Las nubes iban siendo más densas y comenzó a entrar bancos de niebla. Examen de orientación.
Tira tú, que yo te sigo
Esta última imagen resume muy bien el estado de las pistas ese día, las manchas de color más oscuro que se ven tanto en el peñón, como en la parte de la izquierda, son las variaciones de nieve, ahí es donde asoma el hielo.
El problema de cambiar entre una nieve lenta/ suave al hielo, no es esquiarla, o reaccionar bien a los cambios sin perder equilibrio, el problema es cuando los dichosos cambios no se pueden ver: diable: Justo lo que estaba pasando, algo así como jugar a la ruleta rusa.
A pesar de ello, detrás de todos esos nubarrones y esa niebla, estaba el sol iluminándonos.
Para aquellos que hayan esquiado previamente con mucho viento, sin sol o en plena ventisca, la orientación les resultaría fácil.
En estas fotos se ven puntos al lado de los remontes, parecen sucias, son copos.
El viento empezaba a dar tregua, en esos momentos los relojes situaban sus manecillas en torno a las dos de la tarde.
Los pronósticos empezaban a cumplirse, comenzó a nevar copiosamente sin parar, primero en forma de filamentos muy finos, luego en copos propiamente dichos.
Lo importante es que caían copos sin viento. El día se tornó seco y sin frío
para estas horas la mayoría ya había dado su jornada por finalizada.
Yo estaba disfrutando como un enano, las pistas te pedían más, no hacía frío y una vez que se fue el viento, era una gozada. Eso sí, día nada recomendable para aquellas personas que sufren mareos, vómitos o indisposiciones, ya sea por la niebla o por la fuerte nubosidad. Si querías poner a prueba unos allmountain, este era el día.
Una vez arriba, tracé camino hacía cauchiles, paso obligado para bajar por la ruta que tenía prevista, seguro que se vería genial desde ese desfiladero
Llegaba a mi destino; Granados. Así se veía desde su primera y segunda pala respectivamente:
Que decir, a pesar de existir nieve variable, la mayor parte era polvo y si te conoces la estación podías pillar muy buena nieve. Es lo que pasaba con Zayas, Prado de las monjas, Manzanilla, Monachil, Águila....personalmente la que mejor encontré y la que tenía más cantidad acumulada era Granados, ahí sí que podías quedarte clavado totalmente en seco.
Una vez abajo, otra vez por Stadium hacia arriba. Esta vez al águila, donde me encontré dos militares parados, con dudas. Esperaban a que se pasara el banco de niebla. Compartimos bajada y al acabar, pillamos el virgen de las nieves. Al dejar la silla, buscaron camino para dar finalizada la jornada. Yo volví a Stadium para hacer un último zorro:
Bajé por el río, pero ya estaba muy trillado, más aún tras haber bajado en hora punta una buena parte de los esquiadores congregados durante esta jornada.A esas horas de la tarde (16:00) la capa de polvo estaba ya muy apartada. Así que rectifiqué rumbo hacía Stadium. Tenía mis dudas porque quería estar abajo a las 16:30 para empaquetar y limpiar bien los trastos. Vuelta a cauchiles pero en esta ocasión:
A bajar por la pista que me tiene loco, no pude resistirlo. El águila es la niña de vuestros ojos para poner fin a la jornada pero yo siempre le pongo los cuernos con su "hermana" paralela, que es un solete
más peleona y de recorrido parecido, al igual que su hermana mayor siempre está vacía. Tenía mucha curiosidad por saber cómo estaba ya que la semana pasada empezaban a salir "cocodrilos" y la nieve escaseaba en algunos puntos, era cuestión de días que la cerraran.
En fin, su disposición solana es lo que tiene. Tras bajarla, me alegra comunicaros que la nieve había tapado las calvas. Volvía a estar genial.
Ojalá siga nevando sin viento durante la semana. Aunque parte de la nieve se fue a la leche por la mañana, la cosa cambió por la tarde.
Día para ir bien equipado de pies a cabeza (Subí por la combinación de nieve, precio con supuestamente, ausencia de viento y luego mirad lo que paso.)
Muy disfrutable para frecuentes o para aquellos que hayan esquiado en condiciones adversas más serias.
Aunque las imágenes digan otra cosa, me gustó mucho. Por un momento, volvía a ser invierno. Ya creía que no iba a volver a tocar esa nieve lenta hasta la próxima temporada.
Con el panorama, la nieve inutilizó el pisado, existiendo muy poca afluencia de personas, lo que dejó una jornada muy tranquila donde la gente iba lento sin sorpresas. Podías olvidarte de ser atropellado para disfrutar de la batalla que los elementos naturales nos tenían preparada.
Destacar que vi a muchos miembros del ski-patrol comprobando balizas taladro en mano. Quién perdiera sus pasos, podía orientarse fácilmente por las huellas de las motos. Habían pasado en prácticamente todas las pistas más solitarias o menos transitadas, a eso hay que sumarle que casi todos los remontes estuvieron abiertos. Un 10 para la gestora este miércoles.
Un gran día que espero que disfrutarais los que pudisteis escaparos.
Si todo sigue así, ¡vaya semana santa nos espera!