De eso debe hacer ya unos treinta años. Para entonces en Baqueira, la estación que me ha visto crecer todos estos años, cogíamos un arrastre (andarrivel en Chileno) para subir por Mirador hasta casi el Cap de Baqueira (pues no llegaba del todo arriba), y las ovejas del Valle cruzaban 'a pata' a través del túnel de Vielha, al llegar el invierno, para cambiar de pastos.
A veces, los sueños se hacen realidad, y pocas veces, la realidad supera los sueños.
Aterrizo en Santiago un jueves por la mañana. Hace frío. El día es medio lluvioso. Buena señal. Paso en Santiago dos días, junto a mi familia (el principal motivo de mi visita). El sábado nos subimos al auto para emprender el camino hacia la estación de Portillo. Y empieza la aventura.
El puerto de Libertadores es probablemente uno de los puertos de montaña con mayor pendiente y mayor tráfico de camiones del mundo. El puerto lleva cerrado desde el miércoles. La cola de camiones es inimaginable: desde Los Andes, se agolpa una fila continua de 50 kilómetros montaña arriba. Los conductores de autos, vamos adelantando como podemos, hasta que una piedra del tamaño de una caja de zapatos, en medio de la calzada, revienta por completo el neumático delantero derecho. Cambiamos la rueda después del susto, y seguimos hasta la cima.
- Tráfico denso en el Puerto de Libertadores
Llegamos al hotel, hacemos el check-in: empieza la diversión. La primera visión del lago, de un bello azul como el cielo, marca nuestras retinas. Primera bajada al mítico Roca Jack, siguiente en el Cara-cara. Aquí no hay pistas, no hay nada marcado. Cada uno establece su línea. Los ascensos con el sistema de andarrivel 'va et bien' son vertiginosos, y requieren de técnica (el desembarque es con la pendiente a la espalda, y la ascensión a gran velocidad: no es de extrañar ver a tus compañeros de subida caerse y perderse durante el trayecto)
Primer día, todo parece pisado ya, pero hay buenas sensaciones, esto promete.
El hotel incluye de todos los servicios imaginables: guarda botas y esquís, restaurante, bar, piscina, gimnasio, salón, biblioteca, tienda, discoteca, doctor, escuela esquí,...y es que aparte del hotel, no existe ninguna otra comodidad para visitar, es como hospedarse en el hotel de 'El resplandor'.
- Vista del lago
Al siguiente día el cielo se oscurece. Por la tarde empieza a nevar. Tenemos que bajar a Santiago para llevar a mi hermana al colegio. Volveremos mañana por la mañana. 
- Panorámica 'Lake run'
- Progreso en la bajada a 'Lake run'
- Atardecer en el lago
Lunes lluvioso en Santiago. Volvemos a embarcarnos en el auto, camino de Portillo. Llegamos a la barrera que hay en la base del puerto: cerrado hasta nuevo aviso. Nos negamos a volver a la Capital. Un auto parado cerca nuestro nos confirma que hay alguien del hotel que viene de bajada para llevarnos hasta arriba. Esperamos unas tres horas. Llueve, y hace viento. El gendarme nos avisa que en la cima el tiempo es demencial, aunque donde estamos parados no lo parece. Llega el auto del hotel que transporta a clientes a Los Andes. En su viaje de vuelta, cuando abre la barrera, nos colamos: pedal a fondo hacia arriba, al gendarme no le da tiempo para salir de su garita para cerrarnos el paso.
Llegamos a la primera curva (hay como unas cuarenta) y el auto ya no da para más: resbala. Del coche que nos precedía del hotel no hay ni rastro. Salgo a poner las cadenas. La nieve y el viento azota con furia, entre 5 y 10 cm de nieve en la calzada con una pendiente del %. Mis cadenas son unas simples cadenas de tela: la única forma de conseguir la cima será subir con el pedal a medio gas, sin parar, ni tan solo en las curvas. No existe arcén, tampoco valla de protección anti caída, con lo cual impensable suprimir el control de tracción: si el auto resbala cuesta abajo, debo proteger la frenada. Llegamos. Los recepcionistas del hotel se hacen cruces de ver un Toyota Prius que ha llegado hasta allí en tales condiciones. Última visión al lago, y a dormir.
- Carretera ascenso Puerto
Martes memorable. El sol resplandece. Hay unos cm de nieve nueva, que se asienta a los casi 50cm caídos hace tan solo 4 días. Y entonces aparece el Portillo 'de verdad'. Quebrada, Quilómetro lanzado, Estadio, Lake run, Gargantas de Plateau...bajadas que nunca olvidaré, enterrado de nieve hasta las rodillas, flotando, la adrenalina por los aires. Paso el día rompiendo líneas. En una de las subidas en el 'cara a cara' miro al tipo a mi lado, parece un pro, habla americano y lleva un walkie: no es nadie de la estación, pero su cara me es familiar.
- empieza la diversión
- trazas en 'Quebrada'
-trazas en 'Estadio'
Miércoles, agarrotado. Ayer fue demasiado. Tiempo para relajarme, tomar un respiro, investigar nuevas líneas. En el lado Este a Juncadillo hay una bajada vertiginosa que arranca en las antiguas vías del tren, pero llegar hasta allí significa una larga remada y cruzar la carretera junto a la base militar. Llego: las vistas son espectaculares, los Andes a tus pies. La bajada, memorable. Vuelvo a subir, cruzo otra vez hasta Lake Run: allí hay multitud de palas por donde bajar, el camino de regreso es espeluznante, un camino excavado en la roca de apenas 1 metro de anchura junto al acantilado del lago. 
- vista bajada cara Este
- visión desde cara Este
- regreso Lake run
Llego al hotel sobre las 4pm. En el tablón de anuncios se anuncia para esa tarde una ponencia de Chris Davenport (¡el pro que me encontré el día anterior!) junto al 'Stars Camp' compuesto por Ingrid Backstrom, Chris Anthony, Wendy Fischer y Mike Douglas: mis héroes. Para quién no sepa quiénes son, simplemente descargaros una película de Matchstick Productions o de Warren Miller, y rápidamente veréis de lo que estos esquiadores son capaces de hacer. Todos ellos nos sorprenden con una sesión de sus vídeos más recientes: Chris Davenport con sus bajadas en los volcanes de América, Chris Anthony con sus carreras en Alaska atado a una moto de nieve, y Wendy Fischer con su épico regreso al free-style ski. Acaba la sesión de video, y obviamente necesito entablar conversación con ellos, asegurarme que son humanos y que tienen en consideración los comentarios de un humilde esquiador que esquía por amor a la montaña. Son humanos, nos intercambiamos emails, y nos tomamos unas fotos. 
- ponencia Chris Anthony e Ingrid Backstrom
- junto a Ingrid Backstrom
Jueves, día de transición. El resto de mi familia acaba de llegar. Esquiamos juntos 3 generaciones de esquiadores, sumados, 80 años en la montaña. Este el valor del esquí: el único deporte que puedes practicar junto a los tuyos. Nos deslizamos suavemente, disfrutando de cada viraje, de cada vista. Nos sentamos en la silla, nos miramos, sonreímos: estamos esquiando juntos en 'el fin del mundo'.
I
- 3 generaciones completas de esquiadores
Viernes. Nos levantamos temprano: fuera nos espera un Eurocopter AS350 B3, capacitado para volar a más de 4.000 metros de altitud. Mons será nuestro guía. Montamos en el helicóptero y empieza otra aventura. Sobrevolamos el Aconcagua. Primer aterrizaje a casi 3.900 metros de altitud, bajamos otra vez enterrados hasta la rodilla, gran flotabilidad. Nuestros Volkl de 110 de patín se 'tragan' literalmente las bajadas. Nuestra única acompañante es una chica rubia americana que parece esquiar bien: más tarde averiguo que se trata de Kim Reichhelm (World Extreme Skiing Champion). Devoramos el día junto a la mejor compañía. 
- viaje a bordo del Eurocopter
- lo que nos espera
- bienvenidos al paraíso
- empieza la diversión
- recogida y vuelta a las andanzas
- nuestro taxi 
- menudo día, hasta a Kim Reichhelm se le escapa la sonrisa
¿Qué queda por decir de Portillo? Han pasado casi 5 días desde mi retorno, y mientras escribo estas líneas, mi mente continúa allí. Mi vuelta ha sido terrible: pocas y raras veces sucede que en un viaje tu cuerpo se traslada pero tu mente se queda allí. Sé que algo así tardará mucho en suceder otra vez, quizás nunca. La nostalgia se adueña de mi alma. 
- donde el mundo acaba, empieza la aventura
De mis palabras aquí escritas, no quisiera despedirme sin dejar de reconocer el gran trabajo que allí realizan profesionales nacidos en nuestra tierra, como Carlos Barragán y Santi Vallbona, excelentes esquiadores, grandes profesionales y profundas personas: esquiar junto a ellos éstos días ha sido un auténtico honor.
Ens veiem a Portillo,
Salutacions a tot@s
N.A.P.
New York City, 24 Agosto 2013
Esquí en Nueva York V- Portillo, Chile
Algunos sueños los recuerdas toda la vida. Debió de ser durante mis primeros años como esquiador, era una calurosa noche de verano en la costa, y soñé que me montaba en unos esquíes.
