Cierras los ojos. Te transportas a los calurosos días del pasado verano. Corriendo por el Parque, entrenando, intentando escapar del bochorno. La imagen de La Ciudad distorsionada por el calor proyectado del asfalto hirviendo.

Empieza el invierno en La Ciudad
Abres los ojos. Enfrente, el cielo: nítido, claro, de un azul intenso. Árboles que te rodean teñidos de blanco puro; incluso las ramas poseen esa fina capa blanca que hace que parezcan de cristal; todo ello se asemeja más a una reproducción miniaturizada de la naturaleza, la puedes tocar. Frío, mucho frío. Empujas el talón y oyes el click de la fijación que hace tanto tiempo añorabas. El click que te conduce montaña abajo, en un deslizar continuo, que hace que también la mente se cubra de blanco.
No es para menos. Estamos en Quebec, Canadá, en Mont Tremblant, la estación con mayor acumulación de nieve anual de la Costa Este canadiense: 395cm. Azotada por dos tormentas que se han sucedido una tras otra, más de 30cm caídos en escasamente 7 días; y el invierno no ha hecho más que empezar. Naturaleza en estado puro.

La mejor bienvenida posible. Nosotros somos los invitados
Unas 8 horas en coche separan la estación de Nueva York: a través de las montañas de Vermont siguiendo la ruta de la Taconic Parkway llegamos a nuestro destino.

La nieve nos acompaña en todo el trayecto
Territorio técnico, con casi el 50% de su área esquiable de nivel de dificultad alto, con pendientes de hasta 42 grados. Más de 60cm de nieve en la base.


Empieza la diversión
Primer día, descubriendo su cara Sur. Tapado, una ligera nevada nos acompaña durante todo el día. Deslizar suave a través de Laurentienne, Kandahar y Mc Culloch, pistas anchas con virajes largos y buena pendiente. Trazado más técnico en Zig-zag y Vertige, descubriendo el concepto de "super-moguls" (bumps de más de 5 metros de altura, que hacen las delicias de los freeriders, muy divertido).



Bajadas a través de la cara Sur, la nieve en los árboles es una constante

atención! super-mógul a la derecha
Las vistas sobre el lago helado son impresionantes. Definitivamente estamos en la montaña más alta de los alrededores de la cordillera Laurentienne. Los árboles teñidos de blanco siempre nos acompañan en nuestros descensos.

El lago, casi completamente helado, al fondo
Mediodía parada en el precioso refugio entre árboles de La Jamme, para recuperar calor.

Sopa de pollo estilo Thai, con leche de coco
Por la tarde primera toma de contacto con la cara Norte. Bajada a través de Banzai. De repente en medio del bosque se abre una explanada entre nosotros, parece como si nos hubiéramos perdido: varios caminos se abren sin saber cuál es el bueno. Cogemos el primero que nos antoja, y comprobamos que nos lleva hasta la base de la estación. Cuenta total del día: 12 bajadas, unos 4.500m de desnivel.

¿De verdad vamos a encontrar piedras?
El hotel donde nos hospedamos está situado en la cara Sur, a pie de la cabina Cabriolet. Habitaciones amplias con kitchenette. En los alrededores varios restaurantes, todos ellos tematizados: mejicano, saboyardo, italiano, americano. Los platos descomunales, tamaño USA. A las 8pm estamos durmiendo.
Segundo día amanece con un sol espectacular, pero con una temperatura ridículamente baja: -16C al sol en la cota más alta.


Los que me conocen, lo saben bien: no me gustan los días de sol
Descubrimos a fondo la cara Norte. La pista de Geant es probablemente la mejor de la estación. Larga, con pendiente, rápida, con una nieve compacta y seca. Me recuerda a Mayens de l'Ours (Thyon-4 vallees) con sus cambios de rasante sucesivos, aunque más corta.

Cara Norte, allá vamos

Aquí los árboles han cristalizado
Volvemos a la cara Sur y descubrimos Ryan Haut: entre árboles, con pendiente, probablemente la pista con mayor dificultad de la estación. Aquí no hay margen de error, a la menor caída te enfrentas a un árbol; pero la bajada es preciosa, parecida a las bajadas de Where's Joe de Blackcomb. Bien seguro que con nieve polvo recién caída es el entorno perfecto para una película de Matchstick.



Territorio técnico: vista al frente, posición centrada, y a disfrutar
Nos acercamos hasta el Snow Park de Alpine donde el nivel de las acrobacias es altísimo: 360, backflip, rail slide...se nota que aquí ya llevan varias generaciones en ello. Cuenta total del día: 14 bajadas, algo más de 5.000m de desnivel.

En acción
Acostumbrado a los grandes resorts de los Alpes, o incluso a los de los Pirineos, Mont Tremblant puede parecer un chiste, pero tiene poco que envidiar: gran variedad de terrenos y paisajes, excelente calidad de la nieve, sillas rápidas (incluso una cabina), y lo mejor, el esquí entre árboles que permite explorar esa sensación de soledad que ofrece la montaña.
Esa noche dormimos en Montreal. Durante el viaje comprobamos la apasionante afición al esquí de su población: remontes a pie de carretera que ofrecen esquí nocturno (más tarde nos comentan los locales que son muchos los que después de trabajar se echan unas bajadas para acabar luego en el bar entre copas con los amigos).

Esquí nocturno a pie de carretera, para los que no duermen

El gran Buckminster Fuller alumbró al mundo con sus estructuras geodésicas, eso era en el 1967
Otro rincón para descubrir, próximo a La Ciudad que nunca duerme
Saludos a tod@s,
Ens veiem a Mont Tremblant,
N.A.P