A tan solo 90 kilómetros del aeropuerto de Ginebra y enclavada en mitad del Valais de habla francesa, se encuentra Champery, quizás uno de los pueblos con más tradición en el turismo del esquí que podemos encontrar en el país. No solo es uno de los más veteranos, sino que han sabido conservar ese aire de romanticismo, y paseando por sus calles puedes trasladarte fácilmente a la vida de los lugareños a principios del siglo pasado. Sus casas bajas, la ausencia total de grandes edificios, e incluso las construcciones antiguas que todavía perduran, ayudan a comprender que dura debía ser la vida allí por entonces.
Champery es uno de esos pueblos que podríamos decir 'chiquito pero matón'. Puede parecer un lugar pequeño, pero ojo, estamos ante el dominio más grande del mundo. Y es que desde allí tenemos acceso directo a Portes du Soleil, 650 kilómetros de pistas que no te vas a acabar nunca, repartidos en 12 estaciones, entre ellas Morzine, Avoriaz, Les Gets o la propia Champery.
Son muchos los pueblos que han ido conectándose a este vasto dominio, y por tanto no solo la oferta hotelera no va a faltar, sino que la competencia hace que puedas encontrar algún que otro chollo. Todos quieren que vayas a su pueblo a dormir. Y en Champery tampoco se quedan atrás, y te lo ponen todo fácil. Para empezar puedes salir desde España en avión, y llegar hasta el mismo teleférico de acceso a pistas sin pisar la carretera, gracias a que el tren te deja a pie de remonte. Solo hay que cruzar la acera.
En nuestro caso salimos de Barcelona con Swiss, y una vez en Ginebra en el mismo aeropuerto bajando unas escaleras mecánicas llegamos al tren. En Aigle tomas un curioso trenecito que va haciendo paradas en función de la solicitud de los pasajeros, y llegas directo al pueblo pasando por un valle salpicado de chalets y paisajes nevados. La verdad es que el viaje en tren merece mucho la pena.
Si lo que has visto abajo te ha gustado, cuando subes a pistas todavía quedas mas maravillado. Está rodeada de grandes picos, muchos de ellos de mas de 3.000 metros de altura, y sus pistas están perfectamente pisadas y muchas entre árboles.
Tampoco encontrarás colas en los remontes, y para los más aventureros, hay varios itinerarios fuera pistas. Pero para los que no se quieran ir sin 'darse caña', no se pueden perder La Chavanette, más conocida como 'Le Mure'. Se trata de una de las pistas negras más exigentes de los Alpes (aunque en la categoría suiza es 'naranja': un itinerario demasiado exigente). De hecho, y lamentablemente, no han sido pocos los accidentes que ha visto esta pista, algunos de ellos bastante graves. Parte a 2.151 metros de altura, justo en la frontera entre Francia y Suiza y salva 331 metros de desnivel en 1 kilómetro de longitud.
¿Que es lo que la hace exigente? Se trata de una pista-itinerario muy ancha, pero que en la mayoría de su trazado discurre con una gran inclinación y no se pisa. Está salpicada de bumps, algunos enormes, de la altura de un coche, y se suele tardar mas de media hora en hacerla. Esto quiere decir que no solo has de ser un esquiador experto, sino estar muy en forma. Poder decir que te has bajado 'le mur' es anotarte un buen tanto en tu historial de esquiador.
Ya metidos en pistas, no hemos de olvidar que estamos en el dominios esquiable mas grande del mundo conectado por remontes. Son 650 kilómetros de pistas que no te vas a poder hacer en una semana, así que tienes asegurado el no repetir pistas. Nosotros estuvimos 4 días, así que además de Champery pudimos ver Avoriaz y su pueblo con edificios de varias plantas en mitad de las pistas. Aunque algunos vean esto algo abominable, hay que pensar que gracias a su concentración, se pueden hospedar miles de personas en un pequeño espacio, evitando de esta manera un gran impacto visual. Sus calles son todas esquiables y no accesible por tanto a vehículos, mas que unos carros con esquís tirados por caballos.
También pudimos ver otras estaciones como Châtel, donde no te puedes perder el curioso Chez Babeth, cuya dueña es una señora de lo mas kitsch, que ha llenado el restaurante con miles de ositos de peluche y los bancos forrados de piel de oveja. Si te gusta lo recargado y diría que hasta lo 'cutre', con encanto, este es el sitio, porque además podríamos decir que lo ha repartido con cierta insistencia.
Y es que la hostelería en estas estaciones es algo primordial. Si en algunas estaciones de nuestro país estamos acostumbrados a ver camareras uniformadas todas del mismo color en varias estaciones y restaurantes dentro de un mismo complejo invernal, y todas dirigidas bajo una misma empresa que tanto sabrá hacer pizzas como comida de mercado; aquí en Suiza cada chalet lo lleva una familia o cocinero distinto. Nadie se mete en su trabajo, y es tarea de ellos hacerlo bien para que el cliente repita. Esto permite conocer diferentes maneras y estilos no solo de cocinar, sino de atenderte. Es toda una experiencia que no se debe perder. En nuestros Pirineos, quizás solo Andorra está comenzando a hacer esto.
- Si eres experto y quieres anotarte un buen tanto, has de hacerte la pista negra 'le mure'
- No puedes perderte tampoco la vuelta a casa por la pista del Grand Paradise. Se trata de un trazado rojo y amplio que comienza en la parte mas alta de la estación, que a medio camino se convierte en azul y discurre por entre una zona boscosa. Son mas de 6 kilómetros de descenso. No te dejará indiferente (es la del video de arriba)
- Hay una correcta oferta de bares y restaurantes, pero si quieres un ambiente joven y económico, has de ir al bar de los guías e instructores. Pregunta en tu hotel donde está.
- Si vuelas con Swiss todo el material de esquí es gratis, y si compras el billete con algo de tiempo, encontrarás buenos chollos.
- Portes du Soleil tiene 650 kilómetros de pistas repartidos por 12 estaciones, algunas de ellas tan conocidas como Avoriaz, Morgins, Les Gets, Morzine, o la propia Champery.
- Más información en: http://www.myswitzerland.com/es/inicio.html y http://www.champery.ch/