El lodge cuenta con cuatro o cinco “cabañas” situadas junto a un lago en un entorno de montaña paradisíaco, a la sombra de tres picachos preciosos: Papa Bear, Mama Bear y Baby Bear. El resort cuenta con un área equivalente a Baqueira Beret en la que esquían un máximo de 36 personas con 6 guías, repartidos en tres vehículos. Esta zona (a diferencia de lo que ocurre en otros sitios), es propiedad de la empresa, por lo que durante el verano se dedican a talar árboles para mantener las líneas en perfecto estado, como veréis en las fotos. Esto es lo que veíamos desde nuestra habitación la primera noche:
Eso sí, no os dejéis engañar por lo de las “cabañas”. Se trata de un hotel de lujo con una comida espectacular y con todas las comodidades: jacuzzi al aire libre, spa, masajes… En esta foto podéis ver nuestra habitación:
Bueno, y a la mañana siguiente, en medio de la nevada como siempre, comenzaron los que probablemente serían los mejores cuatro días del viaje, Empezando con las pertinentes explicaciones de seguridad; uso del arva, normas para esquiar en grupo, estrategias para desenterrar a alguien en caso de verse atrapado por un alud… Hasta aquí todo más o menos conocido pero, qué hacer en caso de caer en un pozo de un árbol (tree well). Pero qué puñetas es eso??? Por unos breves instantes Marta se empezó a arrepentir de no haber ido de viaje de novios a Cancún…
Ahora voy a intentar describiros con palabras los siguientes cuatro días. Imaginaros la mejor bajada en nieve polvo que hayáis hecho en los Pirineos, pero con unos tablones de 110 milímetros de patín. Ahora imaginaros que la hacéis hundidos hasta las rodillas en una nieve ligera como la harina, esquiando entre unos árboles espectaculares, rebotando giro tras giro cual simpático cangurito, rodeados de otras 13 personas con las que compartir toda la montaña. Y ahora pensad en cuatro días en los que cada bajada, una detrás de otra, es así. Si el cielo existe, debe ser algo parecido…
Para ilustrar esta narración bucólica onírica, y ante la cara de escepticismo que seguro más de uno tendrá según la lee, os pongo unas cuantas fotos, sacadas en su mayor parte por un fotógrafo profesional que nos acompañó uno de los días.
En primer lugar, una vista del lodge con su laguito al lado.
Sin comentarios…
El canguro verde:
Un día en la oficina para los guías de Island Lake:
Pero si parece buena!!
Qué feo es todo esto:
Ahí estaba yo en la anterior foto… Y si os fijáis, veréis cómo firmamos la pala…
Llegando al ratrack:
¿Dónde está Marta?
Respecto al terreno sobre el que se esquía, se trata de un valle espectacular, con dos tipos de terreno muy diferenciado. Las partes altas son palas despejadas (ellos le llaman terreno alpino), más o menos similares a lo que estamos acostumbrados a ver en Europa. Las partes bajas en cambio consisten en una serie de bosques que cuidan a la perfección para que el espacio entre árboles sea el ideal para esquiar. En estas zonas es donde la nieve alcance una mayor profundidad. Hay zonas con pendientes moderadas y otras con pendientes bastante fuertes, pero al esquiar sobre nieves tan profundas la velocidad se ralentiza mucho y en ningún momento nos vimos en apuros. Durante nuestra estancia se había acumulado tanta nieve que el riesgo de aludes era extremo, por lo que no pudimos subir a las zonas altas más expuestas. Pero podéis creerme que no lo echamos de menos para nada….
El final del día patrocinado por la fábrica de cerveza local:
¡Estoy estresado! (con Papa Bear. Mama Bear y Baby Bear al fondo)
Paseando tras un duro día. Pues nieve si que hay…
Creo que las imágenes hablan por sí solas…
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