Partimos del pequeño pueblo de Bocígano (1.350 m.), en Guadalajara, con un padrón de 5 habitantes y una tranquilidad envidiable. Dos perros y un gato nos reciben antes de partir. Son las 9:30 de la mañana y luce el sol; aunque nos queda una larga jornada por delante (
Rápidamente comenzamos a subir sin descanso por la zona de Las Huelgas hacia la Loma del Picaño (en la imagen) siguiendo algunos hitos que aparecen de forma ocasional.
Loma del Picaño a la izquierda y el Cerrón en el centro. Terreno a ratos rocoso que nos obliga a hacer algún destrepe sencillo.
Según ganamos altura, el valle del río Berbellido va pareciendo más profundo. Sin duda uno de los lugares más desconocidos de la provincia de Guadalajara, me encanta.
Desde la cima del Cerro del Picaño (2.047 m.) ya podemos ver la cuerda del Lobo en segundo plano tras la Loma de Cabeza Pinillo.
Una vista atrás para ver la cresta recorrida hasta el momento. Mucho viento en las zonas expuestas.
Y ahora toca bajar hacia el Collado del Agua Fría antes de bordear el Cerrón (al fondo de la imagen).
A pesar de que hay poca nieve en general, cuanto más nos acercamos a la zona del Lobo, mayor cantidad de nieve a altitudes similares. La calidad es una mezcla de costra y dura.
Existe la opción de subir el Cerrón y bajar por la vertiente norte, pero sabiendo lo que nos quedaba preferimos bordearlo.
Cara sur de la cuerda del Pico del Lobo o lo que es lo mismo, el Valle del Silencio.
Enlace del Valle del Silencio con el Valle del Berbellido. Al fondo puede verse el pico de La Cebosa, por donde bajaremos después hacia Bocígano.
Encaramos la parte final de la subida. La nieve está dura y el piolet se hace imprescindible.
Nos asomamos al Portillón. Un grupo sube hacia nosotros asegurándose con una cuerda.
Muchísimo viento en la cima, rachas muy fuertes, brumas y frío de este que se mete hasta los huesos. Son las 3 de la tarde y no tenemos un segundo que perder.
Seguimos en dirección hacia Las Peñuelas, y una vez allí, giramos a la derecha para tomar el cordal de La Cebosa y el Rocín. Poca nieve en el Circo del Lobo para ser febrero...
Encaramos ya de frente la bajada. Al fondo van apareciendo los picos que nos quedan por pasar.
Valle del Berbellido:
Vista hacia atrás, con el Lobo a la izquierda y el nacimiento del río Berbellido al fondo. El camino parece todo bajada pero tiene tramos de subida a las cimas del Rocín y La Cebosa. Un terreno muy rompe piernas.
Vamos bajando y aparece al otro lado del valle el camino que hemos seguido a la ida. La Loma del Picaño a la izquierda y el Cerrón en el centro.
Y otra mirada atrás desde el Cerro del Rocín (2.051 m.) para que veáis lo profundo que es el valle.
Esto es lo que nos queda:
Cae la tarde sobre el Ocejón.
Al llegar a la Morra del Segoviano (1.700 m.) vemos de nuevo Bocígano, pero aun está al otro lado del valle.
Siguiendo las recomendaciones del libro " Senderismo para Masoquistas ", bajamos hasta la carretera y después, monte a través por un robledal en dirección al río. Cae la noche y nos obliga a sacar el frontal. Al llegar al Berbellido no hay otra opción que cruzarlo por donde bien pudimos. Imagino que con luz se hubiera encontrado algún sitio mejor.
A las 8 de la tarde llegamos de nuevo a Bocígano tras una jornada maratoniana, aunque que la ruta bien vale la pena.
Ficha técnica:
Distancia: Unos 25 Km.
Desnivel positivo: 1.500 m. aprox.
Tiempo: 10 horas aprox. (paradas incluídas)
Dificultad física: Alta
Dificultad técnica: Baja
Altitud mínima: 1.250 m. (río Berbellido)
Altitud máxima: 2.273 m. (Pico del Lobo)
Personas encontradas por el camino: 0
Notas: Crampones y piolet en invierno. No recomendable en días de mucho calor. Se puede coger agua en Bocígano y en algunos arroyos como el del Collado del Agua Fría (excepto en invierno). Terreno rompe piernas, el terreno ascendente no cesa hasta llegar al pueblo, es decir, no hay un descenso continuo desde el pico del Lobo hasta Bocígano.