Volamos desde Bilbao a Munich y desde el avión ya veiamos toda la nieve que disfrutariamos días después. Los Alpes se ven inmensos desde el aire, y el reconocimiento desde el aire de muchas de sus montañas es facil, pero las fotos salieron muy mal...
Llegando a Munich, todo nevado.
Una vez allí, recogimos el coche, recibiendo una furgoneta de 9 plazas en vez de una monovolumen de 7, con lo cuál, todo salía redondo...
Como llegamos por la mañana, hicimos una visita a Munich y comimos por allí. Lo que vimos de la ciudad muy bonito, sobretodo la zona de Marienplazt
Para ir a la zona de Kitzbuhel desde Munich, no hace falta la Vignette (tasa de autopistas austriacas) como ya me dijo un forero
Y cuando llegamos a nuestro apartamento (una maravilla, limpísimo y al lado de las pistas, además de una casera muy agradable cuya sobrina hablaba español) lo que veíamos era esto
Nos alojabamos en Brixen im Thale, a 15 minutos en coche de Kitzbuhel dirección Oeste. Decir que la semana anterior estuvo nevando, ya que toda la zona Este del Tirol andaba algo justa de nieve… en total, unos 30-40 cm que dejaron todo perfectamente.
Primer día - Westendorf (Skiwelt)
Una estación tranquila, con sus casas características en medio de las pistas (me llamó la atención que esquiando pase por delante de una granja, y una señora mayor muy amable me saludó y me deseó un buen día... )
Esta parte está al otro lado del dominio al que pertenece, pero unida con un telecabina a Brixen, y a su vez, unida con el Valle de Aschau a Kirchberg (parte del dominio de Kitzbuhël).
Esta es una zona muy tranquila, con muy poca gente y en la que encuentras pistas fáciles para poder esquiar al ritmo que quieras, siempre con los pinos presentes, como en casi toda la zona.
Por la noche visitamos el pueblo de Kitzbuhel. Un lugar con un encanto especial, totalmente iluminado, y con unas casas cuyas fachadas daban un aire de cuento a sus calles.
Un pueblo dónde hay metido mucho dinero, con hoteles y tiendas muy lujosas, coches muy exclusivos y gente muy arreglada por sus calles (excepto nosotros y algunos despitados más)
Nos acostamos, y seguía nevando…
Segundo día – Brixen im Thale (Skiwelt)
Era la estación que teníamos al lado de nuestra casa, a la que podíamos ir esquiando (y remando también un poco…).
Por la mañana se levantó también nevando, y no pararía en las siguientes 24 horas.
Un visitante inesperado en la puerta de nuestra casa…
Ese día no pudimos hacer muchas fotos, pero a veces hay que sacrificar eso por un buen paquetón de powder...
Una nieve sequísima que te dejaba disfrutar como un enano tanto fuera de las pistas como en ellas, pues la estación la teníamos para nosotros solos.
Fijaros en la cantidad de nieve acumulada encima de la caseta…
Así que a disfrutar de la nieve polvo que seguía cayendo...
Esta parte del Skiwelt, muy bien también, pistas de todo tipo, muy bonitas (como veríamos en días posteriores) y muy divertidas, también siempre entre árboles.
Tercer día – Kitzbuhël
A las 6 de la mañana seguía nevando, y a las 8.15, cuando salíamos de nuestro apartamento, la estampa que nos encontrábamos era esta
Tocaba rascar bien con la pala las lunas para quitar toda la nieve que cubría los coches.
Ya en Kitzbuhel, había coches que parecían sepultados…
Aparcamos el coche en el parking descubierto del telecabina Hahnenkamm (tan sólo 4.90 € por 8 horas) y cogimos el famoso huevo (cada cabina tiene el nombre de un esquiador). Se notaba que el día había amanecido soleado y que esta era una estación mucho más transitadas pues se veía mucha más gente en pistas (que en ningún caso resultó molesto ni nada parecido).
Según llegabas arriba, ya se veía la salida…
Y para calentar, la primera bajada del día, por la pista de descenso de la copa del mundo, la Streif (Hahnenkamm Rennen).
Las vistas desde arriba eran impresionantes. La primera pala impresionaba, pero la nieve estaba impresionante, virgen, recién caída, te dejaba hundirte lo que tu decidieras y, además, podríamos hacer nuestras propias huellas pues eramos de los primeros de la mañana en bajarla…
Hacia arriba
Y hacia abajo, con las gradas…
El Kitzbueheler horn se veía imponente
Realmente no debí bajar exactamente el recorrido de la pista, pues en los videos que he visto esa primera curva de izquierdas que hacen así como una de las palas que yo bajé no la hacen, pero bueno, yo fui siguiendo los carteles, y bajando por dónde más muros veía…
Ahí es dónde está la famosa curva de derechas dónde todos se van casi a la publicidad (dónde Bode Miller perdió la estabilidad en un salto y lo corrigió cayendo sobre un esquí)
Las vistas son en todo momento impresionantes, uno de los paisajes más bonitos que he visto.
Y esta es la última curva de izquierdas que hacen antes de afrontar el salto final
Otra foto de la primera pala de la Streif, un poco más avanzada la mañana. Las vistas del valle como veis, tremendas.
Mirando ahora hacia la zona de Steinberg-kogel, de dónde bajan 4 pistas negras con bañeras divertidísimas, además de unas palas de nieve virgen impresionantes en el margen izquierdo de la foto.
En frente de lo citado anteriormente, Ehrenbach-hohe, más y más palas disfrutonas entre árboles… con una nieve espectacular tras la nevada de las más de 24 horas anteriores
Vistas desde la zona de Pegelstein, al horizonte de los Alpes
La estación de Kitzbuhel es impresionante, sobretodo por lo bello de sus paisajes, pero hay demasiados caminos para enlazar una zona con otra, en los que remar a veces se hace pesadísimo…
Los remontes por lo general, muy buenos, como en el skiwelt.
El menda en la zona que baja al valle de Aschau… con diferencia, la mejor zona de la estación para esquiadores medios, pero también unos fueras de pistas increíbles. Tanto que me metí sólo en un bosque (algo que nunca se debe hacer), perdí un bastón y además no conseguía encontrar el camino de vuelta a algún telesilla o pista… Entre esto, el cansancio, y que la nieve en muchas zonas me hundía por completo…
Pase un mal trago, pero al final, conseguí volver a zona “terrenal”.
Pistas de Aschau
Seguimos en la misma zona, cargadita de nieve
Palas vírgenes cargadas de nieve
Zona de Kirchberg, pistas muy bonitas y tranquilas también
Vistas al valle, con los picos del Wilder Kaiser al fondo
Bajada a Kitzbuhel pueblo por un caminito…
El día no daba mucho más de si… el Wilder Kaiser al atardecer
Y el Kitzbueheler Horn con los últimos rayos de luz