Sábado 7 de abril
El día amaneció como todos, despejado y frío. La imagen desde la ventana del apartamento invitaba a ponerse en marcha. Hoy tocaba ir a Piau Engaly. Nos animamos cuatro, entre ellos por supuesto nosotros dos más Arkaitz y Fernando con sus esquíes de Freestyle. Para allí que nos fuimos. El resto se quedó en Peyragudes.
De camino a la estación de Piau Engaly, la zona del pirineo central es preciosa. El valle del Aure, con las montañas bien cargadas de nieve.
Piau Engaly es una estación alta, casi todo el área esquiable está en el mismo valle, es como un circo amplio, del estilo de Cauterets o Astún pero mucho más grande y abierto hacia el valle de Badet a la derecha, lo que le da más sensación de amplitud. La nieve estaba dura a primera hora y luego se iba poniendo paposa. Lo que viene siendo nieve polvo escaseaba en la estación, pero encima de la cota máxima, allí donde acaban los remontes, está el Pic de Piau y parecía que tenía nieve polvo y sin estrenar.
Vista de la estación desde abajo, y encima de donde llega el telesilla más alto se ve el Pic de Piau.
Al pic de Piau había que subir andando, ya que los remontes no llegan hasta allí (por suerte).
La entrada hacia la subida enfrente de la llegada del telesilla.
Seguimos avanzando.
No habíamos estado nunca en la estación y no conocíamos la zona, en realidad íbamos siguiendo a unos franceses que iban a hacer un itinerario que baja por la cara sur de la montaña, no teníamos ni idea de hacia donde íbamos, cómo estaría la nieve, riesgo de aludes, no llevábamos agua... Los franceses nos dijeron que no había problema, pero decidimos ser prudentes y cuando llegamos casi a la cima del pico decidimos esquiar en dirección a la estación y dejar el itinerario para mejor ocasión. Pendiente queda.
Desde arriba había muy buenas vistas. Mirando hacia abajo la estación, el valle y las montañas de enfrente, por ejemplo las de la reserva natural de Neouville, con cimas de casi 3200 metros como el Pic Long y muchos lagos, bosques extensos...
Mirando hacia el otro lado se ven unas vistas impresionantes hacia el Pirineo Axial, es una pena que desde lo alto de la estación no pueda verse este panorama. Nosotros porque subimos andando, pero si no, no se ve prácticamente nada
Aquí se ven las cimas más altas de la zona de Ordesa-Gavarnie, una de las más bellas y alpinas del Pirineo. De izquierda a derecha Monte Perdido , Cilindro de Marboré, Marboré, Astazús, Casco, Brecha de Roland, Taillón y Gabietos.
Un poco de zoom sobre la Breche, hacia la derecha de la imagen.
Y ya sólo queda el descenso hacia la estación.
Gadafi:
Y después Bereikua:
Después de esta ruta por nieve polvo perfecta, pasamos el resto del día esquiando por pista y fuera pista pero dentro de los límites de la estación. La nieve era primavera y no había ya nada para desvirgar. Aún así se podía esquiar muy a gusto y meterle candela en las bajadas, salvo zonas muy concretas con mucho tránsito como la pista azul a la que se accede desde el telesilla de Cantoural.
Además había un circuito de boardercross con curvas peraltadas, saltos, etc. Cuando la nieve se puso imposible por la tarde estuvimos dándole al circuito. Hay que aprovechar a tope.
A la tarde, tras dejar la estación de Piau a eso de las cuatro y pico, aprovechamos para visitar el pueblo de Saint Lary y tomar unas cañas. Había muchísimo movimiento de gente en la calle, comercios y bares. Nos cayó una tormenta bastante gorda con temperatura alta que tenía pinta de ser agüita calentita en todas las cotas. Así nos lo dijo, sin compasión alguna, un monitor al que preguntamos en un bar.
De vuelta en Peyragudes, los días seguían amaneciendo despejados, por las noches helaba y por el día pegaba mucho el sol, con nieve dura a primera hora y transformándose después hasta quedar impracticable en algunas zonas. El truco estaba en pillar la nieve en el momento justo en el que no está demasiado dura ni demasiado papa, si empezabas el día por las pistas orientadas al Este en el valle de Les Agudes y luego ibas hacia las pistas del Peyresourde te salía la jugada perfecta.
Pistas de les Agudes.
Sector Peyresourde
En esta zona del sector Peyresourde hicimos todas las bajadas marcadas en verde. Unas palas acojonantes.
Y cuando la primavera imponía su ley en forma de calorcete y ya no se podía esquiar en casi ninguna parte de la estación a partir de las 3 de la tarde... pues un ratito al snow park, con su cafetería y tumbonas para echar una birra y darle un poco a los saltos.
El park está bien equipado: 2 saltos al principio, 2 saltos más después, una pirámide extraña al final, barandillas, cajones... y por supuesto cafetería con terraza.
Bereikua salto+caida.
Salto en la pirámide, primero Fernando intentando pillarle el truco a los esquís de free, y después yo.
Para terminar unas vistas de las montañas de Peyragudes entre las nubes.
En definitiva, una Semana Santa con días muy buenos de esquí en una zona que no conocíamos y que merece la pena. Nos ha quedado aún mucho por ver y disfrutar en los Valles de Aure, Loaron o Luchon ya que las posibilidades para el esquí con muy variadas en un radio bastante pequeño de distancia. El entorno natural, muy cerca de los macizos más importantes de la cordillera, es, además, impresionante.
La temporada que viene me da que volveremos.
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