El hecho de que la miniestación sea gestionada por la Asociación de Amigos del Morredero (AAM) y no por una empresa privada o pública influye de manera decisiva en su funcionamiento.
Destacaría dos aspectos que se muestran evindentes para todo aquel que se quiera dar una vuelta por el Morredero. Estos aspectos ni son positivos ni son negativos, simplemente existen y nos tenemos que amoldar a ellos. De esta manera recuperamos otra manera de hacer deporte invernal, un estilo que ya muchos tenemos olvidado, por desgracia.
El primer aspecto a destacar es el los dias hábiles de funcionamiento. No podemos esperar encontrar esta miniestación abierta los 7 dias de la semana. La gente que se encarga de su puesta en marcha tiene otros tabajos, que son los que les dan de comer, así pues la miniestación es una actividad para el tiempo libre. Por tanto suele abrir los dias festivos y los fines de semana.
Este aspecto condiciona la explotación, pero el que más condiciona, según mi punto de vista, es la escasez de recursos económicos. La miniestación se nutre del dinero de los socios y de ayudas puntuales del Ayuntamiento de Ponferrada.
No obstante estas precariedades, la estación ha avanzado mucho en los últimos años. Hoy en dia hay un pequeño refugio-bar, una máquina pisapistas y actualmente dos teleskis en servicio, un telebaby y el Teleski principal, de segunda mano, y que era originario de sierra Nevada. Exsite un tercer remonte, tambien de segunda mano y originario de San Isidro, pero permanece averiado ante la falta de recursos económicos y un posible cambio de ubicación.
Para ilustrar con algún detalle cómo es este lugar intentaré relatar mi breve estancia en la miniestación del Morredero, lo que vi y lo que es más importante, lo que sentí.
Ya llevaba unos dias en Ponferrada, dias espléndidos por cierto, con sol y sin nubes. Era un perfecto observador que no quitaba la vista de las montañas que presiden Ponferrada y el Bierzo. Permanecían blancas desde la última nevada pero la miniestación permanecía cerrada al ser dias laborables. La previsión no era halagüeña. El dia 6, dia de Reyes y festivo, indicaba que haría mal tiempo y que nevaría. Pero por desgracia no podía esperar, y había de subir ese dia.
Ese día llegó y tras algunos problemas logísticos comencé a subir el puerto. La carretera es buena, no nos engañemos, las he visto peores. Al llegar a San Cristobal de Valdueza me hubiera encantado ver la panorámica que pude observar dias atrás...
Pero no, la verdad es que no, la verdad es que este era el panorama que me esperaba....
A partir del pueblo de San Cristobal entramos propiamente en una carretera de alta montaña, con todo lo que ello comporta. Normalmente la carretera suele estar limpia de nieve y casi siempre de hielo. Pero no quita para que SIEMPRE llevemos las cadenas en el coche. Nunca se sabe si se tendrán que utilizar y no está de más recordar que estamos subiendo a una miniestación, no a una gran estación.
Ya hemos pasado la primera "S" de la carretera y el desvio al pueblo de Bouzas. A partir de aquí ya no encontraremos nada más hasta la estación.
Hace mal tiempo, y de hecho durante toda la noche ha estado nevando, así que presupongo que habrá tramos de la carretera donde estará nevado, y así es. Aún así la nieve es fresca, y los neumáticos nuevos evitan que tenga que poner las cadenas, que por supuesto llevo en el maletero.
Desde el lugar conocido como el Arroyo hasta la estación la carretera estaba completamente blanca.
Llegué al aparcimiento de la estación y me dirigí al edifico de servicios.
Como se puede obeservar, el centro neuràlgico de la estación está compuesto de dos cuerpos. El de la derecha es la nave donde se guarda la maquinaria y el material, mientras que el de la izquierda es el refugio-cafetería, muy de agradecer en un día como el que tuve.
Cerca del edifició y de las escaleras del refugio está la estación de salida del teleski para principiantes.
El tiempo no daba tregua y aprovechando unos momentos en los que paró de nevar y el cielo se abrió ligeramente pude realizar algunas fotografías.
Esta es la caseta de salida del remonte principal del Morredero.
Desde este lugar este era el aspecto que ofrecian las pistas. Bastante bueno con una nieve de buena calidad.
En la salida del remonte el chico que hacía de remontero estaba presto y ágil a ofrecer cualquier ayuda, y en este tipo de remontes se aprecia especialmente. Es un remonte de tipo ancla son capacidad para dos esquiadores a la vez.
Para los snowboarders estos remontes son algo raros y no estamos muy acostumbrados a ellos, aún así se sube sin mayores problemas, sobre todo con la ayuda del remontero.
Según iba subiendo aproveché para tirar alguna foto de las pistas principales, y esto es lo que la niebla me dejaba ver.
Llegando a la parte final del remonte, un cartel nos indica que debemos soltar la percha y decidirnos tambien. Por la derecha, una pista azul que más adelante cruzará la traza del teleskí. Si se continuara recto sin cruzar la traza iríamos a parar a una de las palas de más pendiente dentro del terreno de la estación. Si en cambio fueramos a coger la pista de la izquierda nos encontrariamos con una pisa de color rojo y muy entretenida.
Desde este punto se puede acceder a la estación inferior del segundo teleskí del Morredero, pero lamentablemente está averiado. Entre la niebla lo podemos observar.
La niebla entró rápidamente y comenzó a nevar. Tuve suerte, aún pude sacar algunas fotos y mostraroslas a vosotros en este reportaje, pero tambien es una pena por que no pude enseñaros los paisajes que esta estación nos depara.
Bajando por la pista roja principal encontré una de las zonas más divertidas de la estación....la que se conoce como el tubo. Es una pequeña vaguada natural que da mucho juego. La fotografía la he teindo que retocar para poder sacar los contrastes y observar algo el relieve. La verdad, no se veía casi nada.
Quedaron por estrenar los fuerapistas más accesibles de la estación, que se situan a la derecha del tubo, así como hablar más y más con los colaboradores y socios de los problemas y soluciones de la estación. Otra vez será.
De todas formas, lo que si que pude comprobar es el buen ambiente que reina en la miniestación. Lo volcada que está la gente. La ilusión y las ganas por tirar adelante este proyecto. Merece la pena ir a conocerla, sinceramente. Merece la pena visitarla y esquiar en ella.
No todo son las grandes estaciones donde hay que esperar colas en los remontes o, lo que es peor, hay que esperar un hueco en la pista para poder esquiar....eso aquí no existe, y me alegro.