Y de repente en el Australian Open de Melbourne apareció un chico italiano de tan solo 22 años, que fue capaz de derrotar a los mejores tenistas del momento, hasta plantarse en la final, imponiéndose por el camino al mismísimo Novak Djokovic en las semifinales.
De momento es el único título de Grand Slam para Jannik Sinner, aunque el chico apunta maneras. De hecho ya se ha colocado como número 2 del ranking ATP. Un éxito que probablemente no hubiera logrado de seguir con el esquí, la otra de sus grande pasiones, y con la que logró sus primeras alegrías de muy joven.
Apenas contaba con 11 años cuando ganó una carrera local cerca de San Candido, de donde es originario. Poco después tuvo que empezar a elegir, si seguir con el esquí, o darle más duro a la raqueta. Y eligió la pista, pero con red.
Entre las razones para tomar el camino del tenis, está porqué no, que es un tipo de deporte en que ya desde muy pronto se puede ganar un sueldo bastante alto. Pero también está la forma física que estaba adquiriendo, y la enorme complejidad para llegar al éxito en la competición sobre nieve. Así lo aseguraba en una entrevista concedida esta semana en el Vogue americano, donde el joven tenista italiano explicaba que
Pero la razón por la que elegí definitivamente el tenis en lugar de esquiar es que con la raqueta puedes cometer errores, puedes perder puntos, pero siempre puedes ganar el partido.
En el esquí, si cometes un error, un gran error, no puedes ganar".
A los 12 años Jannik Sinner dejó el esquí de competición y se centró en el tenis comenzando a entrenar en la academia del reconocido Riccardo Piatti, aunque, al contrario de lo que se supone, sigue disfrutando de la nieve un par de veces por invierno.
De hecho, a sus 20 años conoció a Lindsey Vonn en el US Open de 2021. La reconoció entre el público y se presentó como un gran admirador de ella. La esquiadora norteamericana agradeció el gesto invitándole a esquiar juntos al final de esa temporada, y probablemente contra todo pronóstico, Sinner recogió el guante.
Así que dos años antes de que el italiano explotara, la ex-campeona de Copa del Mundo ya estaba disfrutando del esquí con un futuro campeón. Invitaron también a otro gran esquiador italiano, Manfred Moelgg. Los tres esquiaron en Kronplatz - Plan de Corones.
Jannik Sinner esquiando este invierno en Plan de Coronnes
Estos deportistas de alta competición suelen tener prohibido esquiar por riesgo de lesión. Las pólizas de seguro incluyen muchas veces ese requisito. Sin embargo el italiano asegura que necesita poder deslizarse por las pistas para evadirse de la presión de la competición,
Sé que es un riesgo por si me caigo y me lesiono, pero me lo tomo con tranquilidad, he tenido que cambiar radicalmente mi forma de esquiar respecto a cuando era más joven para no correr peligros innecesarios."
Así que suponemos que Jannik Sinner no puede salirse fuera de pistas, ni correr con sus esquís. Pero si podrá disfrutar del paisaje y la brisa de un buena bajada mientras se deleita tranquilamente con los paisajes de 3 Zinnen Dolomites, su estación de esquí preferida y muy cerca de San Candido, donde sus padres trabajaban en el sector de la restauración, él como chef y ella de camarera.
Con 17 años y sin haber jugado ningún Grand Slam Junior (prefirió centrarse en circuitos menores para mejorar su técnica), Sinner se convirtió en uno de los pocos jugadores en ganar más de un torneo Challenger antes de cumplir la mayoría de edad.
En 2019, obtuvo el Next Gen ATP Finals, que reúne a las estrellas más jóvenes del tenis, y enseguida ingresó al Top 100.
En 2020 ganó su primer título ATP, en Sofía, además de transformarse en el cuarto finalista más joven de Roland Garros desde Novak Djokovic, en 2006.
En 2021, más títulos, una final de Masters 1000, en Miami, y el primer tenista nacido en el tercer milenio en ingresar al Top 10 del ranking ATP. Los dos años posteriores ya tuvieron a un Sinner protagonista del circuito, y no como promesa; mas todavía no había mostrado todo su potencial.
Hasta que en 2024 explotó su potencial llevándose su primera Grand Slam, el Abierto de Melbourne.
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Cuando no era más que una promesa, Jannik Sinner ya compartió esquiada con Lindsey Vonn
