Según ha informado la estación de esquí de Manzaneda, esta temporada de invierno la han cerrado con un 18% más de facturación. No hay más datos, pero esto significa toda una proeza en la gestión, teniendo en cuenta que tan solo ha abierto 29 días para esquiar, 8 menos que el año pasado, cuando estuvo operativa durante 37 jornadas, y que además desde el 12 al 21 de marzo, además su forfait se rebajó a solo 15 euros.
Manzaneda abrió su temporada de esquí el 7 de enero tras una borrasca que dejó nieve en sus montañas. Al día siguiente ya podía ofrecer 12 kilómetros y aunque se redujo la oferta posteriormente, el día 12 pudo ofrecer la práctica totalidad de su superficie esquiable al abrir con más de 15 kilómetros.
Una situación que apenas aguantó un día más para cerrar totalmente el día 15 de enero hasta el 24 de febrero, cuando se puso en marcha de nuevo con algo más de 12 kilómetros de pistas, volver a cerrar la siguiente jornada y reactivarse el 27 con apenas 3 km.
Su mejor momento fue del 9 al 13 de marzo, cuando abrió más de 12 kilómetros. Lamentablemente se estropeó el Telesilla Manzaneda, el que sube a los esquiadores desde la base. A partir de entonces se redujo el forfait y quién quisiera acceder a los remontes más altos debía hacerlo subiendo los 800 metros a pie o subido a una de las máquinas pisapistas.
Desde entonces la oferta esquiable se redujo rápidamente, cerrando ya la temporada el día 21 de marzo tras varias jornadas en que apenas abría un puñado de centenares de metros.
A partir de ahora se abre la temporada de verano mientras se tratará de arreglar ese telesilla y a la espera de que la próxima campaña de esquí no esté tan llena de problemas. Y es que si en una campaña tan interrumpida se ha logrado facturar, según Manzaneda, un 18% más, con un invierno normal las perspectivas económicas podrían ser insuperables.
