Lluís Breitfuss ha sido siempre un hombre de nieve y montaña. En la estación de La Molina aprendió a esquiar de la mano de su padre, uno de los pioneros de la enseñanza del esquí en España, Hans Breitfuss. Extremadamente competitivo, Lluís demostró siempre sus ganas de victoria, primero como corredor de esquí alpino y después como técnico.
Nacido en Barcelona en 1969, formó parte del equipo nacional junior de esquí como corredor entre los años 1985 y 1989. Una vez retirado, se tituló en Austria como entrenador y empezó a entrenar a combinados nacionales en Austria, Nueva Zelanda y Australia del 1995 al 1997 para volver a estar con el equipo masculino español en el cambio de siglo hasta 2003.
A partir del año 2004 empieza a trabajar en la estación de esquí de La Molina y desde 2011 era el responsable de competiciones y eventos del Grupo FGC siendo el director y cabeza visible en la organización de competiciones a nivel internacional, entre ellas la Copa del Mundo de esquí alpino femenina que se organizó en La Molina en 2008. Tambien las distintas Copas de Europa o Mundiales FIS e IPC.
Fue director deportivo de los equipos Spainsnow entre 2014 y 2018 (Medalla de Regino Hernandez en Pyeongchang) y puso las bases de un desarrollo deportivo del que se han visto ya los resultados tanto en snowboard, como en freeski y en su tanto amado esquí alpino.
Por todo esto, una vida dedicada a los deportes de invierno, la RFEDI le reconoció con la medalla al mérito deportivo a finales del pasado mes de abril.
Por su parte, Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC), ha decidido bautizar la pista Barcelona con el nombre de ‘Estadi Lluís Breitfuss’ donde siempre será recordado en su entorno preferido, la montaña.