Probablemente hayas visto alguna vez algunos de esos vídeos donde coches de calle se ponen a correr en el circuito alemán de Nürburgring. Cuando no hay ninguna competición, quién quiera puede ponerse a dar vueltas a lo que de el acelerador por el trazado de la Nordschleife. Los vídeos se hacen muy virales porque las salida de pista y los tortazos son muy frecuentes.
Se pueden ver desde simples turismos, a deportivos como Ferraris o Lamborghinis. Pero ninguno logra la adherencia de un coche preparado o un Fórmula 1. Y eso mismo es lo que pasa con los esquís. Puedes tener en tus pies el modelo inspirado en la Copa del Mundo, el esquí de los campeones, pero nunca será igual... ni por asomo!.
Cuando vemos a Marco Odermatt o Mikaela Shiffrin bajar con tanta facilidad una pista helada a más de 100 km/h o sortear palos uno tras otro, es también porque (además de su talento, su entrenamiento físico y técnico) su material le permite estar en las mejores condiciones posibles para realizar semejante hazaña. Probablemente alguno se habrá preguntado: "Y si yo también tuviera este tipo de esquí, ¿sería mejor y más rápido?". La respuesta a esto es más que obvia. Por supuesto que no. La única sensación que tendrías a tal velocidad sería miedo.
¿Cuál es la diferencia en el equipamiento entre esquiadores profesionales y recreativos? ¿Son sus esquís alpinos tan diferentes? ¿Y sus botas de esquí?
Esquís alpinos profesionales
"Los esquís comerciales están hechos para disfrutar tranquilamente en una pista. Los profesionales para bajar a la máxima velocidad".
Longitud
La medida del esquí que usamos para esquiar será más o menos la de nuestra altura, sin llegar a alcanzarla. Los esquís alpinos profesionales son mucho más largos. Prácticamente cualquier corredor de Copa del Mundo de velocidad usa unos esquís de más de 220 centímetros.
En Slalom en cambio el tamaño en las esquiadora profesionales se reduce a los 155 cm y en los hombres a los 165 cm.
Ancho
Los esquís alpinos profesionales son más estrechos. La anchura de los esquís te aporta estabilidad y comodidad. Nada de eso es importante si quieres ganar en el Descenso de Kitzbuehel. Todo lo que necesitas es velocidad.
Rigidez
La rigidez es otro punto en el que se necesita un material que responda rápidamente y sea capaz de eliminar al máximo las vibraciones a altas velocidades, el peor enemigo de un esquiador profesional.
Por lo tanto, los esquís de Descenso profesionales son mucho más rígidos que los esquís de rendimiento habituales.
Peso
Los esquís profesionales son más pesados, entre otras cosas porque son más largos pero también por el tipo de material que se usa para fabricarlos, muchas veces específicamente a la medida de un corredor o corredora.
Los esquís profesionales de Descenso, que son los más largos para poder alcanzar velocidades de casi 150 km/h, son los que al mismo tiempo pesan más al tener más material. Algunos pueden llegar a los 13 kilos.
Radio
Este es quizás uno de los puntos más importantes. Los esquís de alto rendimiento tienen un radio de giro de hasta 60 metros. En el caso de los de Slalom el arco es más reducido (12 a 15 metros), pero los de Slalom Gigante alcanzan los 30 metros. Los de Súper-G llegan entre 40 a 45 metros. ¿Y los de Descenso? El radio de giro profesional es de unos 60 metros.
Los esquís de Descenso de Copa del Mundo están diseñados para ir prácticamente rectos. Si los quisieses meter en una estación para esquiar un fin de semana con tus colegas, probablemente apenas aguantarías unos minutos.
Son esquís fabricados con el objetivo de ser lo más rápido posible. Necesitarás una excelente técnica, una condición física extrema y especialmente en velocidad, tener una mayor tolerancia al miedo y no asustarte cuando pases de los 100 km/h.
Cantos
El ángulo del canto (el borde metálico a cada lado del esquí para asegurar un buen agarre) también importa. En la tienda se afila a entre 87 a 88,5º incluso a 90º, pero el skiman de un profesional lo bajará a 86°. Puede parecer poca cosa, pero marcará una gran diferencia en la pista. Son como una cuchilla de afeitar.
A Aksel Lund Svindal, uno de sus esquís le provocó un corte de 15 cm en una de sus nalgas cuando cayó en la Birds of Prey de Beaver Creek en noviembre de 2007, lo que le dejó fuera de la temporada cuando luchaba por revalidar su título de Campeón del Mundo.
Botas de esquí profesionales
Los esquiadores profesionales suben con las botas desabrochadas. Poco antes de salir se las aprietan al máximo con tanta fuerza que muchos de ellos apenas aguantan al pasar por la linea de meta para desabrochárselas de nuevo antes de ver el tiempo que han hecho.
Las botas de esquí profesionales son mucho más duras que las recreativas y su caña es más alta para mejorar la capacidad de transferir su energía a los esquís.
También ponerse las botas de esquí es ligeramente diferente. En primer lugar, te pones el botín interior y luego te pones la cubierta dura, la carcasa. Y apretar como si no hubiera dolor...
Fijaciones profesionales de esquí alpino
Las fijaciones son similares a las de recreo, pero solo en la forma. y es que hay una gran diferencia radica en los reglajes y además son algo más altas. Esta altura adicional le brinda una inclinación adicional en los giros.
También el material suele ser distinto y muchas de las piezas de plástico de las fijaciones convencionales son sustituidas por metal en las de competición.
En segundo lugar, el ajuste DIN, la fuerza que necesitas para que salte la bota en caso de caída, es mucho más alto el que necesitamos los esquiadores recreativos. La diferencia aquí sí es tan enorme que no existe en las fijaciones de calle. Dependiendo de tu técnica y peso probablemente te muevas en una horquilla entre 5 y 8 DIN. Los esquiadores profesionales las tienen a mas de 20 DIN.
Complementos de esquiadores profesionales
Luego viene todo el resto. Desde los bastones, que pueden estar doblados hacia el interior para que se adhieran mejor al cuerpo y asi ayudar a la aerodinámica y mejorar la velocidad.
El mono de competición. Apenas es una final tela que les brinda el mínimo de fricción al viento. En según que épocas de la temporada llegan a meta muertos de frío. Algunos corredores se ponen una capa interior, pero la mayoría se lo colocan directamente sobre el cuerpo.
Hasta los cascos son diferentes. La zona de las orejas son duras para protegerlas mejor en caso de caída, mientras que los nuestros son blandos para poder oir mejor. Y hablando de seguridad, ya no hay corredor, especialmente en Descenso y Super-G que ya no baje con 'airbag', una bolsa de aire que se infla al momento en caso de caída.
Hasta los guantes tienen notables diferencias. A los de los esquiadores profesionales se les coloca unas ligera capas de metal en el dorso para proteger en caso de colisión con las puertas.
El único material que es el mismo son las máscaras. Siempre son nuevas, eso si, y se les cambia la lente en función de la luz que se vayan a encontrar en el momento de la carrera. Nada que no se pueda tener también en las que venden en las tiendas.
