El esquí siempre ha tenido un gran aliado con las monarquias europeas. A nuestros reyes y príncipes les encanta la nieve. No hay familia real en nuestro continente que cuando llega el invierno no decida pasar algunos días en algún complejo invernal. Los Alpes, donde curiosamente no hay pais con reinado, suele ser el noble destino favorito.
A la familia real británica le encanta ir a Suiza. Quizás porque fue allí donde un inglés, Johannes Badrutt inventó el esquí como turismo en 1864. Davos, Klosters o Verbier suelen ser los desitinos favoritos de los moradores del Palacio de Buckingham.
Esta pasión muy británica por los Alpes está muy arraigada en la familia real Británica. No se tiene constancia de que la recién fallecida Elizabeth II se calzara los esquís en alguna ocasión, pero si que se desplazaba a Suiza casi cada invierno hasta alguna de las estaciones favoritas de los miembros de su familia real.
Klosters por ejemplo. Desde 1978 el ahora Rey Carlos III esquia allí y allí ha recibido la visita de su madre en alguna ocasión. Y eso que en 1988 cuando todavia era príncipe, casi muere arrastrado por una avalancha. Uno de sus amigos cercanos, el major Hugh Lindsay si que falleció en ese accidente. Diana de Gales y Sarah Ferguson tuvieron suerte. Tanto Lady Di como la por entonces duquesa de York, ambas experimentadas esquiadoras, prefirieron aquel día quedarse en el chalet de Davos, a 15 minutos de la estación.
Verbier fue el destino tradicional de otro de su hijos, el Principe Eduardo. Allñi tenía un chalet, el cual tuvo que vender para evitar que se lo embargasen tras verse envuelto en un escándalo de abusos sexuales. Un movimiento realmente feo que fue muy criticado en su momento y el cual le valió la retirada de los honores y nombramientos reales.
Gstaad es otro de los destinos importantes. Alli esquiaba Lady Di, fallecida en un accidente de coche en París el 31 de agosto de 1997. La “princesa del pueblo” conoce las pistas alpinas desde los 17 años. En 1978 entró en un internado para niñas en Rougemont, un pueblo de 900 habitantes situado entre Gstaad y Château-d'Œx. Alli nació su pasión por el esquí que luego trasladó a sus hijos William y Harry, quienes siguen esquiando en la misma estación de esquí.
Probablemente los viajes que fue haciendo Eizabeth II hasta hace muy pocos años hasta las estaciones de esquí suizas hizo que le apasionara este deporte, aunque sea 'visto desde la barandilla'. En un viaje oficial a este país en 1980, que coincidía con los Juegos Olímpicos que en ese momento se organizaban en Lake Placid (Nueva York, Estados Unidos) quiso estar informada en todo momento de la actuación de los deportistas británicos.
Lo que si parece más claro es que llega une generación de la realeza británica a quienes les gusta esquiar y si nada se lo impide les seguiremos viendo en Klosters o Gstaad.
Como agradecimiento al amor de Elizabeth II por las montañas suiza, algunas de estas estaciones de esquí han querido rendir homenaje en su fallecimiento.
Davos Klosters ha enviado un comunicado lamentando su muerte:
·"Todos en Davos Klosters se entristecen al enterarse del fallecimiento de SM la Reina Isabel II. Nuestros pensamientos están con todos nuestros amigos británicos y la familia real mientras nos unimos a la nación en duelo. Descanse en paz, Su Majestad”.
En Zermatt han proyectado la bandera británica en su icónico pico.