Mariona Boix, de 27 años, quien fue esquiadora alpina en la selección española con la esquiadora olímpica y actual campeona de España, Núria Pau, ha pasado de gozar de la élite a sufrir su cara oculta. Tras una caída esquiando cuando estaba en la selección española, ha pasado 12 veces por el quirófano en sólo siete años y ahora sólo le queda una opción para poder volver a andar con normalidad: un tratamiento de células madre con un coste de 16.000 euros.
Los médicos le han dicho que ya no pueden operarla más y que la única opción para poder volver a andar con normalidad (volver a esquiar está descartado) es someterse a un tratamiento que no cubre el seguro y que no puede asumir, por la lo que ha iniciado una campaña de crowdfunding de 16.000 euros de los que ya lleva más de 8.000 euros recaudados y más de 77.000 reproducciones en el vídeo que ha compartido contando su historia. Como explica Mariona:
“al principio de la lesión, mi objetivo era volver a competir al más alto nivel, ahora, mi prioridad pasa por recuperar la funcionalidad de la rodilla para poder llevar a cabo una vida cotidiana sin dolores ni bloqueos y caminando sin limitación alguna”.
Que el sueño de ser deportista profesional se desvanece por una lesión que se sufre mientras se lucha por ese mismo sueño es desgraciadamente una realidad oculta con la que se encuentran muchos ex-deportistas de élite. Ésta es la cara oculta del deporte de élite.
La historia de Mariona Boix
“Mi nombre es Mariona Boix, tengo 27 años y soy ex deportista de élite de esquí alpino. Formé parte de las estructuras de la Federación Catalana y Federación Española durante 4 años. Con 18 años (2014), fui Campeona de España en Eslalon absoluto.
Con 19 años (2015) y durante una competición, tuve una fuerte caída que me provocó una grave lesión de rodilla (rotura del ligamento cruzado anterior, menisco interno y lateral interno). Me operé al poco tiempo y las probabilidades de éxito eran altas, pero a veces no todo sale como una vuelo o espera. A partir de ese momento, empezaron a surgir muchos problemas hasta el punto de verme obligada a dejar el deporte de alto nivel y el deporte en general.
Este momento fue muy duro de aceptar y gestionar, puesto que era un deporte que practicaba desde los 3 años, era mi pasión y nunca más podría conseguir mis sueños/objetivos. Pero esto sólo fue el principio de un largo calvario”
Intervenciones médicas:
“Actualmente y después de 7 años, he sido intervenida 12 veces de la rodilla. El problema que tengo desde hace unos años es que, al flexionar la rodilla, la rótula se queda bloqueada debido a la lesión y deterioro del cartílago articular. Durante todo este tiempo, he ido mejorando en ciertos aspectos, pero empeorando en otros muchos. Esto hace que hoy en día no pueda ni siquiera andar con normalidad (al no poder flexionar) y necesite muchas veces hacerlo con la ayuda de las muletas, además del dolor y dificultad en mi día a día, y del no poder conducir un coche con marchas.
Con todo esto, sólo he podido trabajar un año y medio de mi vida y me he pasado dos de baja. Y a partir de ahora, tendré que buscar una nueva labor que se adapte a mis necesidades, ya que de lo que estudié no puedo ejercer. Además, hace medio año también me reconocieron un grado de discapacidad del 33%”.
Tratamiento:
“A lo largo de estos años, he visitado a los mejores profesionales del sector, he hecho infiltraciones, rehabilitación…, pero nada de esto ha hecho que diésemos con la solución definitiva.
Actualmente estoy con uno de los mejores equipos médicos de traumatología de Barcelona. Éstos me han intervenido cinco veces (última intervención: abril 2022) y para seguir mejorando, descartan cualquier otra intervención. Según mi problema, la única solución que tengo para mejorar, pasa por realizar un tratamiento de células madre cultivadas con el objetivo de regenerar el cartílago dañado y ganar elasticidad en los tejidos.
Este tratamiento consiste en obtener, en primera instancia, mis células madre (a través de la médula ósea mediante punciones en la parte trasera de la pelvis y bajo anestesia). Posteriormente, estas células se trasladan al laboratorio y son seleccionadas y cultivadas durante 3 semanas para multiplicarse y superar los 250 millones. Por último, se introducen en la rodilla. Los tejidos se regeneran desde el primer momento y siguen regenerándose en años sucesivos de forma natural. Mediante este método, se genera tejido nuevo donde antes no existía, con lo que la lesión desaparece.
Según los médicos, las probabilidades de que el tratamiento tenga éxito y pueda recuperar la funcionalidad y movilidad de la rodilla son muy altas, aunque el resultado sólo podrá ser valorado, al menos, pasados unos seis u ocho meses. Durante todo este tiempo, también tendré que seguir trabajando con los fisioterapeutas de forma recurrente (de una a tres veces por semana)”.
Una vida cotidiana:
“Al principio de la lesión, mi objetivo era volver a competir al más alto nivel, ahora, mi prioridad pasa por recuperar la funcionalidad de la rodilla para poder llevar a cabo una vida cotidiana sin dolores ni bloqueos y caminando sin limitación alguna.
Pese a ser unos años muy duros, tanto mental como físicamente, con paciencia y perseverancia, estoy segura de que llegaremos al final. Para ayudarme a realizar este tratamiento y acabar con este calvario, puedes hacer una donación o compartir la campaña para que llegue a la mayor gente posible. Dicho todo esto, doy gracias de antemano a todas estas personas que decidan ayudar”
- Para realizar donaciones: https://www.gofundme.com/f/aydame-a-recuperar-mi-rodilla?utm_campaign=p_cf+share-flow-1&utm_medium=copy_link&utm_source=customer
- Para compartir su historia: https://www.instagram.com/p/Ce_vfDIKJBb/
Una de las intervenciones quirúrgicas de la esquiadora Mariona Boix