Vancouver y Whistler quieren volver a repetir la experiencia olímpica de 2010, y presentarán candidatura para los Juegos de Invierno de 2030. Así lo anunciaron ayer los alcaldes de los dos municipios canadienses, que concurrirán junto a Four First Nations, grupo formado por las naciones indígenas Líl̓wat, Musqueam, Squamish y Tsleil-Waututh.
Las intenciones para presentar una candidatura ya fueron presentadas en el mes de diciembre, y es ahora cuando se ha hecho de forma oficial con un acuerdo formado con el Comité Olímpico y el Paralímpico de Canadá.
Los impulsores afirman que se pueden aprovechar las infraestructuras de los Juegos Olímpicos de 2010, y que tan solo habrá que hacer algunas actualizaciones. En cambio, conexiones rápidas como la autopista que conecta Vancouver con Whistler-Blackcomb ya está hecha. Se espera por tanto una gran contención del gasto, un gesto muy bien visto por el COI.
La candidatura en esta ocasión la lidera el grupo de cuatro naciones indígenas, "En 2010, caminamos detrás de ellos, Y esta vez, dicen que van a caminar detrás de nosotros”, aseguró el jefe de la tribu Musqueam, Wayne Sparrow.
Todavía queda camino por delante, como realizar las consultas con los municipios afectados. El de Lower Mainland (en el área metropolitana de Vancouver), estaban divididos según una encuesta reciente, sobre la idea de organizar este gran evento deportivo nuevamente. Calgary votó hace algo más de un año, en contra de acoger unos Juegos en 2026 que estaban presupuestados en 3.000 millones de dólares. Los de 2010 costaron 7.000 millones.
No obstante Robert VanWynsberghe, profesor de educación de la Universidad de Columbia Británica que dirigió un estudio sobre el impacto de los Juegos de 2010, cree que las cosas pueden ser diferentes ahora, al ser las naciones indias las que lideran la candidatura ya qye puede ser una oportunidad para ampliar el enfoque del evento.
VanWynsberghe cree que puede ser una oportunidad para reconciliarse con estas tribus indígenas, y que al mismo tiempo las Four First Nations pueden velar porque realmente se cumplan los objetivos sociales de los Juegos Olímpicos.
Por ejemplo, en Vancouver 2010 se aseguró que la Villa Olímpica se convertiría en vivienda social una vez se acabasen los Juegos, pero luego "donde se dijo 'digo', luego fue Diego".
Los Juegos de Beijing 2022 comenzarán el 4 de febrero. Después de eso, serán los de París 2024, Milán-Cortina 2026, Los Ángeles 2028 y Brisbane 2032. Excepto los Juegos italianos, los otros fueron consensuados sin votaciones.
Para los de 2030 la competencia será más dura. Salt Lake City concurre con muchas infraestructuras ya construidas. Sapporo también llega con una contención del gasto e instalaciones. Y ahora Vancouver con una experiencia reciente y tan solo teniendo que hacer mejoras. Las tres tienen ya trampolines de salto y hasta pistas de bobsleigh/skeleton.
Al otro lado de la balanza está una amalgama de ciudades y estaciones que quieren situar los Juegos en los Pirineos, y con muchas cosas por construir. No hay trampolín de salto, ni tobogán de skeleton, y además no se muestra una candidatura compacta, sino muy repartida entre varias localidades.