Treinta y nueve personas han fallecido por avalanchas de nieve en Francia durante este pasado invierno. Esta cifra es mucho más alta que en años anteriores. La sociación Nacional para el Estudio de Nieve y Avalanchas (Anena) con sede en Grenoble, acusa de este incremento a las restricciones por la pandemia del COVID-19
Según los datos que maneja esta entidad, esta cifra duplica la media de 20 muertes anuales que se han registrado durante los últimos cincuenta años. La mayoría de fallecidos provienen principalmente del esquí de travesía, cuya práctica ha provocado 37 de las 39 muertes ocurridas por los aludes en la montaña.
En su informe provisional para el invierno de 2020-2021, la Anena contó 134 aludes de nieve, enterrando al a una persona. En total, 221 personas fueron arrastradas y 29 se convirtieron en accidentes fatales.
Condiciones meteorológicas y cierre de remontes
Las condiciones meteorológicas y de la nieve, así como el cierre de los remontes, pueden explicar este elevado número de víctimas, dicen los expertos en un comunicado.
En su mayor parte, las víctimas eran esquiadores experimentados (los principiantes en el esquí de travesía suelen utilizar rutas señalizadas). Muchos de ellos eran guías, rescatistas o montañeros experimentados. A pesar de las restricciones, los esquiadores fueron a la montaña.
Pero el clima de este invierno y el de la primavera, generó una capa de nieve "generalmente inestable durante gran parte de la temporada" en los Alpes. Esto continuó hasta mayo, cuando estalló una gran cantidad de avalanchas mortales.
En un contexto de restricciones de movimientos por la crisis de salud, estas condiciones desfavorables no han desanimado a los practicantes de ir a aprovechar la nieve recién caída, considera la Anena, que también enfatiza que las áreas de esquí, generalmente seguras, no lo han sido por culpa dela parada de los remontes por el Covid-19.