Una de las razones por las que el Gobierno francés decidió dejar los remontes parados en las estaciones, fue para evitar que esquiadores accidentados pudieran ocupar camas que se necesitaban para hospitalizados por COVID. Pues bien, resulta que el objetivo se ha cumplido... más o menose.
Y es que si bien no han tenido esquiadores accidentados más que alguno por aquí y allá, lo que sí se ha registrado es hospitalizados por caídas en trineo. Las familias durante las vacaciones escolares han querido subir igualmente a la montaña, donde las estaciones además han ofrecido las actividades que han podido para hacer algo de caja. Entre ellas poder subirse a una cinta para debutantes, que gracias a un vacío legal no se ha tomado como remonte, y tirarse con trineo por pistas.
Las primeras bajadas siempre son divertidas gracias a la novedad. Luego cada uno le da vueltas a la cabeza para ver como mejora la diversión. Mientras tanto los profesores, que este año están enseñando solamente en la base de la estación, que es donde están las cintas, ven como hay quien se ata varios trineos entre si para hacer una especie de tren. Otros se atreven a caminar más allá y tirarse por pistas rojas. Naturalmente están los que se meten dos en el mismo aparato y los que solo frenan cuando encuentran una pared.
Según la Asociación de Médicos de Montaña, el año pasado los accidente de trineo solo representaron un 1% durante el año pasado. Este año, aunque todavía no se ha hecho un balance, están siendo mayoría. Algunas veces involucran incluso a peatones que están andando por la base de la estación.
Por eso desde los complejos invernales se pide una regulación. Claro que las vacaciones escolares están a punto de acabar, y la próxima temporada con la mayoría de gente ya vacunada, todo tendría que volver a una cierta normalidad. Al menos en cuanto a la convivencia de trineos, estaciones y peatones....