Con todo, deja una puerta abierta para continuar compitiendo, si llegados los 30 años se le presentan por delante metas y objetivos que la animen a seguir luchando, y si evidentemente se siente fuerte física y emocionalmente.
Mikaela Shiffrin ganó la temporada pasada 17 carreras de Copa del Mundo, y eso que se tomó unas 'minivacaciones' en el mes de enero, cuando iba muchos puntos por delante en la General respecto a la segunda clasificada. Nadie en la historia de esta competición había logrado tantas victorias en una sola temporada. Hasta este año, la corredora con más triunfos era la suiza Vreni Scheneider con 14. También se llevó el Gran Globo de Cristal, así como las estatuillas menores por el Slálom, Súper-G y Gigante.
Por si todo esto fuera poco, con su primera victoria en Súper G, en Lake Louise en diciembre pasado, Shiffrin se convirtió en la primera atleta en la historia de la Copa del Mundo FIS en ganar en las seis disciplinas.
Otras marcas importantes es la de su cuarta medalla de oro consecutiva en unos Mundiales, la última lograda el pasado mes de febrero en Are 2019, Suecia.
Acualmente cn 60 triunfos, ocupa la sexta posición en el ránking de victorias entre hombres y mujeres de la Copa del Mundo, donde de momento el sueco Ingemar Stenmark es el líder con 86 primeros puestos. Pero al ritmo que va la jovencísima norteamericana, es de esperar que supere esa cifra antes de llegar a los Juegos Olímpicos de Invierno de 2022 en Pekín.
Sin embargo la corredora asegura que los números y registros no son su principal motivación para salir cada madrugada a entrenar,
"por alguna razón, esa forma de pensar hizo click el año pasado. Y desde entonces fue mucho más divertido y agradable colocarme cada fin de semana en el portillón de salida. Dejando a un lado las victorias y los récords, disfruté al máximo la temporada pasada al ir a cada carrera sin sentir que tenía que rendir a un cierto nivel de expectativas. Así que esta temporada voy a ir con esa misma mentalidad".
Aún así tras la retirada de Marcel Hirscher y Aksel Lund Svindal, así como la de su compatriota Lindsey Vonn, todas las miradas estarán en Shiffrin. Ella es consciente de eso. Aunque la fama no es algo que le haya importado mucho, se da cuenta que es algo que viene con el trabajo como deportista. De hecho es una de las deportistas de élite más accesibles, abierta siempre a una entrevista o a acercarse a sus fans.