Este domingo por la mañana, Felipe VI y su familia han ido a las pistas de Astún. Es la primera vez que las primogénitas acudían a esquiar y parecían estar muy ilusionadas y con muchas ganas de aprender el deporte que tanto le gusta a su padre.
La familia real ha pasado todo el fin de semana en el valle de Aragón en una visita privada. El sábado estuvieron en Jaca, donde comieron en el restaurante Las 3 Ranas, visitaron La Ciudadela y pasearon por sus calles saludando a la gente con mucha simpatía y cercanía. Tan sorprendidos como la gente que paseaba por el pueblo, estaba, tal y como subraya el Heraldo de Aragón, el propietario del establecimiento La 3 Ranas, Javier Fernández, que comentó que la reserva estaba hecha “hace tiempo”, pero a nombre de otras personas, así que la sorpresa fue mayúscula cuando vieron aparecer al Rey y a la Reina con la Princesa de Asturias y la infanta.
Han estado alojados en el hotel Real Villa Anayet de Canfranc y, después de desayunar junto al resto de clientes del hotel, se han desplazado a las pistas de Astún. En esta estación, el rey Felipe ya ha esquiado y seguro que ha dado buenos consejos a su mujer y a su hijas, muy bien equipadas, para bajar las pistas sin peligro alguno. Tras hacer cola y saludar a esquiadores y empleados de la estación, los reyes y sus hijas han tomado el telesilla para continuar con la jornada de esquí. Una manera de celebrar en familia este año en el que Don Felipe acaba de cumplir su 48 aniversario.
Antes era Candanchú el lugar habitual donde esquiaba junto a su padre, ahora Rey Emérito, don Juan Carlos, también muy aficionado a este deporte. En Huesca Felipe VI también se ha deslizado por las pistas de Formigal, cuando aún era príncipe. Fue hace cuatro años, aprovechando que asistía a la final del campeonato mundial sub 20 de hockey sobre hielo.