En 1833 se empezó a extraer Caolinita, uno de los minerales más comunes, un silicato en capas similar a la arcilla, utilizado en la cerámica, industria farmacéutica, papel para envolver alimentos, e incluso para la pasta de dientes, además de ser el ingrediente principal en porcelana. Dada la cantidad de demanda de este mineral a principios del siglo pasado, en 1901 se constituyó la Amberger Kaolinwerk Gmbh., empresa que empezaría a explotar la mina a gran escala.
Pero se encontraron con un problema, y es que en el proceso de limpieza de la caolinita, acabaron con un montón de restos de arena de cuarzo que empezaron a amontonar no muy lejos de las minas. A principios de los '50, la pila había crecido tanto, que se convirtió en una verdadera montaña de una altura considerable. Esto no pasó desapercibido para el miembro de un Club de Esqui local, que pensó que sería un buen lugar para que sus chicos entrenaran en verano, cuando la nieve de las pistas había desaparecido.
En 1956 tras llegar a un acuerdo con la empresa y ver que la instalación era segura, se inauguró el Monte Kaolino Ski, las primeras pistas del mundo para esquiar sobre una montaña de cuarzo.
Hoy en día pese a que la montaña ha dejado de crecer, sigue siendo un buen lugar para esquiar en verano. Unos años más tarde de su inauguración se construyó un remonte que ayuda a llevar a los clientes hasta la cima. Es una especie de tren con vagones descubiertos con una longitud de 200 metros accionado primero por el motor de un camión, y hoy con uno eléctrico. Además a sus pies se ha ido construyendo otras instalaciones como piscinas, un tobogán de agua y una montaña rusa que sale de la cima de Monte Kaolino con 1.000 metros de vía.
Su importancia y consolidación ha sido tal, que ha sido sede de una prueba de Copa del Mundo... aunque en la modalidad sandboarding, snowboard sobre arena. En las bajadas se llega a alcanzar los casi 100 km/h!