Bajo esta pasarela quedaría una serie de plantas, en las que en su momento se calculó que se podrían crear unas 1.500 plazas de aparcamiento. Sobre la plataforma, un paseo de 300 metros de largo en la que se construirían una serie de cabañas rústicas para integrarlo todo con el paisaje. Y de esta manera se crearía un nuevo centro neurálgico de Soldeu al poder acoger una serie de servicios como un punto de información, puntos de restauración, centro médico, farmacias y otras ofertas asociadas a la estación como taquillas, guardería o puntos de recogida. El coste de toda esta obra se calculó hace seis años en unos 30 millones de euros.
El proyecto nunca se materializó y ha continuado durmiendo en un cajón, hasta que ahora, con las finales de la Copa del Mundo de esquí alpino en 2019 se ha vuelto a poner sobre la mesa. Pero la situación económica ahora es distinta de 2010, y habría que llegar a acuerdos entre todas las partes. De momento nadie se ha reunido ni ha propuesto el proyecto de manera oficial, pero algunos de los interesados han empezado a mover ficha.
Es el caso del Comú de Canillo, quien en declaraciones al Diari d'Andorra, ha reconicido que lo están estudiando y mirando de nuevo, pero que uno de los problemas importantes es quien se hace cargo de la obra o el reparto de la inversión que deberá hacerse cada una de las partes. También el Grup Calbó se muestra a la expectativa, y argumenta la necesidad de un gran aparcamiento en esa zona, pero también reconoce que el dinero a aportar debería estudiarse.
La fecha clave es Marzo de 2019. Será entonces cuando Grandvalira acoja las finales de la Copa del Mundo de esa temporada. Si hasta ahora se había acogido un máximo de tres disciplinas de la categoría femenina, para la gran cita de dentro de tres años llegarán también los corredores y se deberán preparar pistas para todas las modalidades más la categoría por Equipos. Así, se tendrá que preparar tanto la pista Aliga de el Tarter, como la Avet de Soldeu.
Cuando Grandvalira-Ensisa presentó la candidatura a la FIS para organizar las finales, uno de los compromisos era alargar la linea de meta de la pista Avet.
Para hacer esta gran obra se calcula que se necesitan dos años, por lo que a día de hoy todavía hay tiempo.