La Escuela de Esquí de Villars se propuso montar este verano una cinta en su parque infantil, donde tienen una pista de iniciación, pero el presupuesto era demasiado alto para el pequeño Club, 1.400 metros por metro, y calcularon que necesitarían 40 metros de cinta. Demasiado dinero para algo que además solo se iban a usar 4 meses al año, y al que hay que añadir mantenimiento y posibles reparaciones.
Una de las responsables del Jardín de Nieve recordó que el año pasado para celebrar el 40 Aniversario de la escuela, montaron una actividad de Skijoring, es decir, esquiar tirado por un caballo. Así que pensaron en sustituir la cinta por un par de estos animales. En algunos países en vía de desarrollo con lugares para esquiar, pero sin instalaciones, se suelen usar animales para subir, pero o se hace a lomos de ellos, o se usan para llevar el material. Durante un mes y medio se puso a prueba este invierno, y dado el éxito se alargó durante dos semanas más.
Se escogió a Kivi y Bella, dos poneys de 6 y 12 años respectivamente, que hacen skijoring infantil en el Col de Bretaye una vez acaba la jornada de esquí. Este invierno por la mañana se han dedicado a subir niños en el Jardín de Nieve, y por la tarde hacían Skijoring. Los animales parecen haberse sentido entusiasmados de poder salir a pasear ahora también por la mañana, en lugar de esperar en sus establos a que llegara su jornada de tardes.
Los resultados han sido muy positivos, y los pequeños esquiadores lo que más les ha gustado es subir con los poneys. En cuanto llegaban a la parte alta de la pista, rápidamente querían bajar de nuevo. Antes se lo pensaban mas, afirman desde el Club de esquí.
Kivi y Bella no solo se han hecho famosas en la zona de Villars-Gryon, sino que fueron pasto de la prensa rosa cuando remolcaron a la pequeña princesa Athena de Dimarca. Sus padres pasan sus vacaciones de invierno en esta estación, famosa por sus zonas familiares y pistas amplias, además de las zonas boscosas.