Cuando pierdes un esquí, alguien lo acaba encontrando. Con suerte eres tú mismo tras una intensa búsqueda por la nieve, y sino te has de esperar a que el deshielo lo devuelva en primavera. También puede suceder que alguien lo encuentra al cabo de... 1.300 años!
En Noruega un grupo de arqueólogos que se dedican a rebuscar entre los glaciares en verano a la búsqueda de objetos que ayuden a descubrir su historia, han dado con un hallazgo sorprendente por su estado de conservación. Se trata de un esquí de de 172 cm de largo y 14,5 cm de ancho con una sección elevada en la mitad de la tabla y un agujero en medio.
La prueba del C-14 indica que este esquí tiene más de 1.300 años de antigüedad, y se ha encontrado junto a puntas de flecha y otros utensilios de caza.
Se calcula que el 50% de los descubrimientos arqueológicos mundiales en glaciares se hacen en esta localidad, y se concentran principalmente en los glaciares de Jotunheimen, Breheimen y Reinheimen, donde los arqueólogos este verano han sacado varios hallazgos de la Edad de Piedra, Edad de Bronce y Edad de Hierro.
El descubrimiento de Ötzi, un hombre de 3.500 años en un glaciar alpino, marcó un antes y un después en la arqueología glaciar. Desde entonces las expediciones se han multiplicado por todo el planeta, siendo los Alpes, Noruega, EE.UU. y Canadá los principales focos de hallazgos. Los restos arqueológicos se descubren en un gran estado de conservación, ya que el hielo actúa de cámara frigorífica gigante.
Lo más antiguo que se ha encontrado es una punta de lanza de 6.000 años descubierta en el glaciar de Jotunheimen.