Se vende como la estación de esquí más pequeña del Pirineo. Bourg d'Oueil en la Haute-Garonne del Pirineo francés, además tiene una peculiaridad: es administrada solo por voluntarios, jubilados todos ellos, que se encargan de todo, desde la preparación de las pistas, hasta el alquiler de esquís o el manejo de los remontes. Pero esta situación podría vivir su último año.
A dos horas de Tolouse tiene su pie de pistas a tan solo 1350 metros de altura. Las instalaciones se componen de seis pistas (1 verde, 2 azules, 2 rojas y 1 negra), una pista de trineos, y tres pequeños remontes que se montaron a principios de los '80. Como se puede ver, ya es más grande que La Quillane. Peyragudes, al otro lado de la montaña, les presta la máquina pisapistas porque no tienen, pero sí cuentan con un par de cañones de nieve artificial. Del manejo de todo esto, así como su gestión, se ocupan los jubilados del valle, que suben todos los días de temporada a atender a los clientes. El único profesional que cobra es la persona que se ocupa del rescate en pistas.
Y es precisamente por la gestión, que probablemente este curioso funcionamiento se acabe este año. Hace unas semana el Departamento firmó un acuerdo para menejar bajo una misma empresa pública, las estaciones de Luchon-Superbagnères, Le Mourtis y la de Borg d'Oeuil. Ya hay un acuerdo para invertir entre la tres, 22 millones de euros.15 de ellos ya están adjudicados para el nuevo telecabina de Superbagnères. Los 7 millones restantes se invertirán en obras para mejorar las áreas de los otros dos complejos invernales, y en material destinado a ampliar la temporada y el funcionamiento de los centros mediante el desarrollo de una oferta turística durante todo el año.
Se trataba de seguir los consejos del Tribunal de Cuentas francés, que hace un par de años publicó un demoledor informe en el que se reflejaba que prácticamente todos los centros invernales del Pirineo presentaban pérdidas y se sustentaban gracias a las subvenciones. El ente francés aconsejaba directamente cerrar las instalaciones y vender los remontes para sugragar las deudas o unirse unas estaciones con otras para compartir gastos.
Bourg d'Oeuil abrió a comienzos de los '60 y siempre la ha manejado voluntarios. Muchos iban los fines de semana, y a medida que se han ido jubilando, han podido ir todos los días. No obstante la pequeña estación abre lo justo para mantener los números, es decir, tan solo las cuatro semanas de las vacaciones escolares. Este año comenzó el 10 de febrero, y cerrará el 11 de Marzo, en cuanto los críos vuelven a las clases.
Entre los 'trabajadores' encontramos un antiguo médico, un ex piloto de Airbus A380, un profesor especializado, o el alcalde de un pueblo vecino. Todos tienen entre 60 y 75 años, viven en el valle de Oueil al menos una parte del año y son ellos los que mantienen vivo este pequeño complejo. Son una pequeña parte de los entre 12 y 18 voluntarios que se necesitan cada día.
Unos están en el alquiler, hay quien prefiere la cocina, el que le gusta más meterse en la taquilla a vender forfaits, o al que le encanta saludar a todo aquel que coge su remonte. Por supuesto hay un Director de estación, para que no se convierta todo esto en una anarquía esquiable!. A todos ellos los forma cada inicio de temporada la estación de Superbagnères.
No obstante aunque la gestión sea tan peculiar, todo está perfectamente organizado. Para manejar la estación, pedir permisos de apertura, etc.. se montó en su momento una empresa llamada Cadvo (centro de animación del Valle de Oueil) a la que años mas tarde se sumó un Sivom , una empresa pública que está formada por cuatro pueblos del valle, que cada año ponen el dinero que falta para poder abrir.
Parte de los ingresos llegan de la venta de forfaits, a 14 euros el de adulto, 3 euros menos para los niños y del servicio de bar, en total unos 10.000 euros. Otros 50.000€ llegan del alquiler de material. Avisan que se debe pagar en efectivo, que no aceptan tarjetas, y que no hay un cajero a 15 km a la redonda. Todo esto a principio de temporada, cuando no ha habido ni un solo ingreso, es el Sivom quien se encarga de adelantar el dinero. A final de la campaña hacen números y se liquida hasta el invierno siguiente.
La intención de la nueva empresa publica que gestionará los tres complejos invernales, es semi-profesionalizar los puestos de Bourg d'Oueil, al menos los más técnicos o de seguridad y hasta poder contar con un instructor de esquí. Los voluntarios lo agradecerán, ya que con la edad les cuesta más estar en según que puestos y tampoco cuesta cada vez más encontrar otros voluntarios. Aún así quieren seguir colaborando en otros como el servicio de bar o vendiendo tickets, así como asesorando a los clientes con la intención de mantener el caracter amateur de la estación.