Lo adelantó ayer el cónsul mayor de la Massana y presidente del consejo de administración de EMAP (la sociedad gestora de la estación), David Barón, que resaltó de todas las maneras que la del 2011-2012 fue una temporada "muy complicada". "Muy mala. Se abrió muy tarde y se perdieron más de 24 días de esquí de mucha afluencia y la cifra de negocio bajó muchísimo", expuso.
Con todo, y pendientes de cómo queda exactamente la facturación (se esperan los resultados definitivos para septiembre), anunció que "los números serán malos". Y precisamente para intentar amortiguar el golpe, los responsables de EMAP ya se han puesto a trabajar con un presupuesto para el año próximo que se recortará un 10%. Y por donde se pasará la tijera para conseguir la rebaja? Pues, tal y como señaló el cónsul, por todas partes: "Se han revisado todas las partidas, una a una, y hemos tratado de optimizar todo al máximo." Una de estas partidas será la de personal, que se adelgazará en la contratación de temporeros, "habrá menos trabajadores foráneos", mientras que el personal fijo, que en volumen no es muy elevado, se mantendrá.
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