Los problemas de Vallter 2000
El cruel viento de Tramontana y la falta de nieve cuando no vienen un año con precipitaciones de levante. Sin nieve no hay negocio. Sin nieve no se puede asegurar venta de plazas hoteleras ni forfaits. Sin nieve no hay crecimiento en la comarca. Francia lo tiene claro. En cada pueblecito de montaña con algo de nieve, se hace una estación de esquí con ayuda del estado. Luego los usuarios esquiadores y los hoteles y servicios pagan todo con impuestos a través de los años.
Soluciones a Vallter.
Trabajo en pistas:
Un trabajo exhaustivo en verano de limpieza de piedras grandes en zonas conflictivas, plantar hierva en los mismos lugares conflictivos, poner mas vallas para vientos para ayudar a acumular la nieve en todas las pistas. Hacer un mayor lago artificial para acumular agua en verano y ampliar la instalación de nieve artificial, para garantizar la nieve todo el invierno. Vallter es el pedregal del pirineo. Es la estación ideal para los fabricantes de esquís, pues es difícil no rayarlos cuando esquías allí y la ruina para los alquileres de esquís de la zona.
Inconvenientes con los que se encuentra la estación: (grupos ecológicos que no quieren que se toque la montaña), además del problema económico en la inversión en nieve artificial donde la Generalitat se hacen los suecos. (Ya tiene bastante merdé con La Molina y Nuria).
Criticas:
Una mirada muy estrecha en cuanto a promoción. Precios caros en el forfait diario y de grupo para lo que ofrece la estación. Poca inteligencia en saber promover las bondades de la zona, en cuanto a tranquilidad y trato familiar. Falta de políticas de acercamiento con la hoteleria de la zona que es amable, profesional y excelente. Es el lugar que se come mejor del mundo, especialmente en Setcases. (restaurante can Jepet, can Tiranda, can Musiques, el Molí, Can Tiranda, o la Taverneta, (donde te atenderá el Carlos, profesor de esquí y entrenador, que tiene por mujer a una cocinera excelente, que te hará comida casera y del lugar). Un pueblo con alma, corazón y excelente cocina, que además es el propietario de las pistas. También en la zona, Llanars, Vilallonga y Camprodon completan una zona turística amable y profesional, que merecería mas apoyo de la Generalitat.
Resumen: Vallter es difícil de vender a las agencias de viajes, por su falta de nieve y por sus pistas pedregosas. Vive del cliente casual y de algunos esquiadores masoquistas, que valoran la calidez de la gente del lugar y su gastronomía.
Con estas expectativas, su director Enric Serra, un buen profesional del mundo del esquí, tiene difícil la gestión de la misma. Suerte Enric.