Formigal, la estación más grande de España, es la que más pases ha retirado esta temporada. Son un total de 21. Además cinco personas han perdido su derecho a esquiar en dicha estación. Son las que, según fuentes del holding de la nieve, esquiaban el viernes fuera de pistas haciendo "caso omiso de las indicaciones del personal de la estación" y provocaron un alud.
En la vecina Panticosa, especificaron estas mismas fuentes, se han retirado un total de 4 forfaits por "conductas incívicas" y una quinta a un esquiador que no era el titular de la misma. Además, en las estaciones de Teruel también se ha quitado el pase a un aficionado por actitudes incivilizadas.
Además, para afear la conducta de los aficionados que practicando el esquí ponen en riesgo su vida, la de otros esquiadores e incluso la de los equipos de rescate que tienen que auxiliarlos, Formigal ha decidido hacer públicos los datos. "Hacemos cumplir las normas de seguridad cada día. La seguridad es de todos", rezan los carteles colocados junto a los remontes. Poseen, además, un marcador en el que se indica el número de pases que se han retirado y la cifra de personas que, además, han perdido "su derecho a esquiar" en la estación.
Esta medida de presión es la única que se ha puesto en marcha porque Astún no retiró el pase al aficionado que provocó la avalancha. Y Candanchú, tal y como explicó su director Eduardo Roldán, tampoco lleva a cabo esta medida ya que "un píster no tiene autoridad civil. No es una fuerza coercitiva".
"Fueron otros"
Precisamente en eso se escudan algunos de los aficionados a los que se les ha retirado el pase. Antonio Labarta, compañero de uno de los cinco esquiadores a los que Formigal retiró el forfait el pasado viernes, comentó que han escrito una carta de reclamación ya que los 'písters' no son "una autoridad civil" para quitarles el bono. "Fue un hurto", exclamó y añadió que, en las normas de la estación, "se recomienda no esquiar fuera de pistas, pero no se prohíbe". Además, quiso aclarar que ellos no fueron quienes provocaron la avalancha. Según su versión, fueron dos aficionados, a los que no se identificó, quienes la desencadenaron. "Y la gente de la silla les increpó". Añadió que su grupo pasó después, "cuando el alud ya había caído". Asimismo, relató que a su compañero, al que retiraron el pase no pudo adquirir otro forfait al día siguiente. "Le han vetado la entrada en las estaciones del grupo Aramón como si fuera un criminal", criticó.
En lo que si están de acuerdo todas las estaciones altoaragonesas es en que hay que acabar con las prácticas que ponen en peligro la vida de personas. Fuentes de Aramón fueron más allá e insistieron en que "cada vez es más patente que debemos contar con apoyo de los agentes para coartar rápidamente estas conductas".
Asimismo, recalcaron que el tema de la necesidad de una policía de pistas se aborda en muchas reuniones de dirección e insistieron en "la necesidad de colaborar con las instituciones y administraciones para poner alguna medida o más fuerza de seguridad a disposición de las estaciones que eliminen estas prácticas".
Los directivos reconocen que la simple presencia de la Guardia Civil (agentes de montaña acuden los fines de semana y días de gran afluencia) "coarta" muchas conductas incívicas, aunque solo es una pareja la que acude a cada centro. En Formigal, por ejemplo, en un día de gran afluencia se superan los 10.000 esquiadores y han llegado a tener incluso 14.200.
Fuente: